Autor: Mauricio Lefcovich
Albert Einstein dijo “La
imaginación es más importante que el conocimiento”, y luego agrego “formular preguntas
y posibilidades nuevas, ver problemas antiguos desde un ángulo nuevo, requiere
imaginación creativa y es lo que identifica el verdadero avance en la ciencia”.
Sin lugar a dudas que
tales afirmaciones muestran claramente la importancia de utilizar el lado
derecho del cerebro, o sea esta parte del órgano del pensamiento centrado en la
creatividad, el pensamiento no lineal, la intuición y la imaginación. Tal es
así que pensadores de la talla de Tom Peters catalogan a la imaginación como la
fuente de valor en la economía. El término imaginización fue creado por el
consultor canadiense Gareth Morgan a finales de los años noventa. En su faz
investigativa estudió el papel de la imaginización en la conducción del cambio.
Cabe decir que Morgan prestó servicios de consultoría a empresas de la magnitud
de Continental AG, General Electric, Hewlett Packard, Northern Telecom., Shell
y
Volkswagen entre otras,
empresas en las cuales realizó las investigaciones antes apuntadas.
La imaginación es la que
permitió al hombre dar los grandes saltos a través de la historia, y talvez
entre los mas grandes saltos productos de su imaginación tenemos la conquista
del espacio, el control del átomo y un mundo totalmente interconectado. Estos
grandes saltos modificaron la manera de pensar del hombre acerca del cosmos y
de su existencia en él. A mediados del siglo XX pocos imaginaban que el hombre pisaría
la Luna antes de fin de siglo, que el hombre llegaría a Marte y otros planetas
del sistema solar y menos aún que saldría del sistema solar en busca de nuevas
vidas. Tampoco se hubiese imaginado lo que hoy está generando mundialmente
Internet. Todo ello ha abierto nuevas perspectivas en el conocimiento humano,
en un mayor avance científico, en un mayor grado de comunicaciones e
interrelaciones humanas, y en nuevas formas de producir y comercializar bienes
y servicios. Hoy son factibles actividades y sucesos hasta hace no mucho
impensadas como estudiar un Master por Internet o conocer a su pareja que
habita en el otro lado del mundo. Usted puede ofrecer su trabajo y prestar
dichos servicios vía Internet en cualquier lugar del planeta. Así para un
arquitecto su mercado ya no es sólo la ciudad en que habita, sino el planeta
entero.
Internet representa para
las organizaciones, profesionales y hombres de negocios algo así como un nuevo tipo
de instrumento o material para un pintor o escultor, ya lo tiene, ahora sólo le
queda descubrir nuevas formas de crear o utilizar las mismas. Pero no sólo la
teleinformática, los viajes al espacio y la energía atómica han cambiado las
perspectivas del hombre y de las organizaciones. Grandes e importantes cambios
políticos han tenido lugar, tales como la caída del Muro de Berlín, la
desaparición del bloque socialista, la disgregación de la Unión Soviética, la
unión de las dos Alemania, la disgregación de la antigua Yugoslavia, la
división en dos repúblicas por parte de Checoslovaquia, los profundos cambios
en la China Comunista, la aparición de la Unión Europea y de su continua
expansión, el surgimiento de importantes bloques comerciales en América tales
como el Nafta y el Mercosur, entre muchos otros. No menor importancia ha tenido
las grandes modificaciones climáticas producto fundamentalmente del Agujero de
Ozono, la continua pérdida de bosques tropicales y la desertificación de
importantes espacios de Asia, Africa y América. También debemos mencionar los
grandes movimientos migratorios de los países subdesarrollados a los países
centrales. Y en el plano tecnológico los importantes desarrollos y descubrimientos
en materia genética (ADN), e ingeniería en materiales.
Como vemos los cambios son
muchos, profundos y acelerados. Para los directivos de las organizaciones y los
consultores y profesionales, ello implica nuevos y apasionantes retos, pues
para la mayoría de los problemas no existe formación académica. Se aprende a
resolverlos resolviéndolos. Y en cuanto a ello, siempre y hoy mas que nunca
debe resaltarse el enorme papel que desempeña la creatividad en la resolución
de problemas y en la toma de decisiones.
La creatividad es un
aspecto de los procesos de toma de decisiones que no siempre es valorado en su justa
medida y sin embargo, es crucial para un desarrollo óptimo. Imaginación y
creatividad desempeñan papeles clave en el juicio y la elección. Por ejemplo,
el juicio predictivo requiere la habilidad de imaginar posibles resultados, o
por lo menos, valorar la relativa verosimilitud de distintas consecuencias. De
forma similar, en muchas situaciones de elección no tenemos las alternativas,
por tanto, deben ser creadas. Es más, en el hecho de elegir, la habilidad para
imaginar el grado de atracción de las distintas alternativas es crucial.
Incluso, se puede decir que una persona que no tiene ninguna creatividad ni
imaginación es incapaz de expresar un juicio o una elección libre. Así pues, de
qué nos sirve aprender un método relativamente sofisticado, derivado de la
investigación operativa, para discernir entre alternativas, si no incluimos la
alternativa “buena”? Además, hemos de considerar las consecuencias. Supongamos
que hemos hecho un esfuerzo y disponemos de un grupo de alternativas
suficientes. Para poder valorar los distintos cursos de acción necesitamos
“prever” (imaginar) las posibles consecuencias de elegir cada uno de ellos. No
incluir en el estudio una posible consecuencia crucial podrá sesgar por
completo la decisión.
Dentro del entorno de la
imaginación de consecuencias hay un aspecto clave en determinado tipo de decisiones:
la construcción de escenarios. Hay dos tipos de elaboraciones respecto a los
escenarios: una consiste en construir un escenario a partir de los datos
disponibles y la otra en derivar aspectos inherentes a un escenario para
evaluarlo a través de ellos. El primer caso es la situación de un abogado que,
con los datos de su ministerio, trata de construir un escenario de inocente
para su cliente. Este escenario ha de ser “verosímil” para el juez o para los
miembros del jurado que tendrán que decidir entre su escenario y el construido
por el ministerio fiscal. La labor de un médico que trata de integrar un
conjunto de síntomas en un síndrome o en otro es también un ejemplo del primer
caso.
Una situación de
desdoblamiento de las consecuencias de un escenario, segundo caso, puede ser la
valoración del establecimiento de una central nuclear por un gobierno civil.
Además de los beneficios económicos ofrecidos, se tendrán que incluir en alguna
fase del estudio las consecuencias de un accidente nuclear. El escenario será:
“se ha producido el accidente nuclear”. ¿Cuáles son las consecuencias que se derivan?
Información, transporte, salud por grupos de población, vivienda, a corto,
mediano y largo plazo, agricultura y ganadería, etc. Para poder valorar
adecuadamente la situación imaginaria hay que incluir todas las características
del escenario.
En definitiva, no puede
haber una mejora de los procesos de decisión sin un adecuado incremento de la imaginación
y la creatividad. El futuro no existe y hay que inventarlo. Alguien lo
inventará. Tenemos dos opciones: inventarlo o dejar que otro lo invente. La
mejor forma de inventar el futuro que deseamos es practicar el imaginárnoslo.
Sea empresario, ocupe un
puesto gerencial, sea supervisor, sea operario, profesional o consultor, la diferencia
entre usted y los demás estará dada por su capacidad creativa e imaginación.
Dar origen a nuevos procesos, a nuevos productos y servicios, dar respuesta
nuevos problemas, tomar mejores decisiones y generar una fuerte posición
competitiva para su empresa requiere de creatividad. Recuerde que lo que una
vez fue Ciencia Ficción hoy es una realidad. Julio Verne escribió sobre viajes
submarinos y viajes a la Luna. Desde hace mucho tiempo ello son hechos reales
que mueven miles de millones de dólares. Lea ciencia ficción, haga ciencia
ficción, tal vez en ella encuentre la ventaja competitiva absoluta.
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