Introducción
El
mundo del trabajo ha cambiado enormemente en los últimos años. Las nuevas realidades
político-económicas, junto con las nuevas tecnologías, que progresan a un ritmo
cada vez más rápido, están influyendo fuertemente en las empresas y en la forma
en que éstas deben organizarse para competir en un mercado global.
Para
adaptarse al nuevo entorno, las empresas reformulan su misión, su cultura, su estructura.
Las organizaciones tienen cada vez menos niveles jerárquicos, y cobra importancia
el concepto de empowerment –el
mayor poder de cada integrante de la organización, que necesariamente debe ir
acompañado una mayor responsabilidad-. La complejidad de las cuestiones a
resolver necesita del trabajo en equipo,
que para funcionar eficazmente debe superar las barreras naturales entre los
individuos, dadas por sus objetivos personales, formación, visión, forma de
ser.
Todo
esto nos impone un gran desafío como personas. En este contexto, no bastan los
conocimientos; son decisivas las habilidades de relación
interpersonal: saber escuchar, interpretar, comunicar
e influir, o dicho de otra manera, generar y sostener relaciones de
trabajo efectivas con otras personas.
El
objetivo de este trabajo es ayudarlo a mejorar sus habilidades interpersonales
en su ámbito de trabajo: con sus superiores, pares y colaboradores. No
abarcaremos relaciones con terceros –proveedores y clientes- aunque los
consejos y técnicas que mencionaremos son completamente aplicables, y si usted
los pone en práctica, marcarán una diferencia en muchos otros aspectos de su
vida más allá del trabajo.
Para
llevar a cabo nuestro objetivo, nos centraremos en las enseñanzas de la disciplina
denominada PNL –Programación Neuro Lingüística-. Las herramientas que provee
esta disciplina son muy amplias: desarrollaremos aquellas que tengan aplicación
directa en el día a día laboral.
Uno
de los pilares de la PNL
es que no podemos cambiar a los demás, sólo podemos cambiarnos
a nosotros mismos. Con esta premisa en mente, a lo largo
del trabajo nos concentraremos
primero en conocernos a nosotros mismos y
cómo esto influye en nuestras
relaciones con otras personas. Luego nos preguntaremos si es
conveniente o no cambiar algunos aspectos de nuestra forma de pensar y obrar.
Recién después aplicaremos
los conceptos a interpretar a
las personas que nos rodean, y veremos aplicaciones prácticas que
integran los conceptos presentados, para mejorar la forma en
que nos comunicamos e influimos sobre
otras personas.
¿Qué
fue lo que me motivó a escribir un trabajo sobre PNL? Personalmente, lo único que
sabía acerca de la PNL ,
por comentarios, era casi una anécdota: el hecho de que los movimientos
oculares de las personas pueden indicar si están imaginando o recordando, y si
lo hacen con imágenes visuales, auditivas o mediante sensaciones. Eso era todo
lo que había escuchado. Me preguntaba de qué se trataba realmente. ¿Sería algún
tipo de“técnica
de manipulación”?
Nada
más alejado de la verdad. Durante un curso de Negociación que tomé en la UCEMA , tuvimos una
exposición sobre el tema, presentada por un especialista en la materia. En ese
momento tuve una imagen más clara de lo que era la PNL y de cómo nos puede ayudar
a crecer como personas. De hecho, lo que despejó mis dudas sobre la naturaleza
de la PNL es otro
de sus postulados: el secreto del éxito personal está en lograr congruencia
entre lo que se es, se cree y se hace. La PNL es una disciplina de autoconocimiento, y a
partir de eso le permitirá relacionarse eficazmente con otras personas.
Siendo
yo mismo un aprendiz de PNL, preferí en todo momento desarrollar los temas con
un enfoque práctico. La idea es que el lector pueda reflexionar sobre los
conceptos y aplicarlos a partir de ese mismo momento. Se han omitido los
conceptos y desarrollos teóricos complicados, y salvo excepciones, se han
dejado de lado los tecnicismos, con la expresa intención de demostrar la gran
coherencia y sentido común de los descubrimientos de la PNL , y el hecho de que no se
requiere de lenguaje difícil ni conocimientos previos para comprenderlos.
Al
final del trabajo usted encontrará un Plan de Acción que
resume cómo poner en práctica los conceptos vistos, una guía rápida para ser
más efectivo en sus relaciones laborales. Plantearemos también algunas
preguntas de reflexión final, y mencionaremos indicaciones de cómo seguir
investigando el tema. Por último mencionaremos las fuentes consultadas para
realizar este trabajo.
Bienvenido
al mundo de la PNL. Espero
que usted, tanto como yo, saque provecho de sus enseñanzas, para mejorar su
efectividad en el trabajo, así como en otros aspectos de su vida.
Desarrollo
Un
poco de historia
La
sigla PNL significa Programación Neuro Lingüística. Es una disciplina que
surgió en los años 70, cuando dos investigadores, el matemático Richard Bandler
y el lingüista John Grinder, comenzaron a estudiar las creencias, patrones de
pensamiento y conductas que tenían en común las personas que se destacaban como
comunicadores o líderes, en cuanto a su capacidad de transmitir un mensaje e
influir en las personas.
Su
denominación resume los objetos básicos de su estudio:
Programación:
los estados internos, las creencias y valores de cada
persona, cuál es su “modelo del mundo”, y los pasos que toma para intentar
obtener determinados resultados. La
PNL asume que en cierta medida, cada persona puede modificar
su programación, no sin esfuerzo.
Neuro:
la forma en que cada persona procesa la información, al
privilegiar algunos sentidos sobre otros, o ciertos tipos de información sobre
otros; los filtros que aplica, cuál es su manera de “entender el mundo”, o
dicho de otro modo, de traducir sus vivencias en procesos mentales.
Lingüística:
la forma en que la persona se expresa, las palabras que
utiliza, el significado que tienen para él o ella, cómo influyen en otras
personas y en el que las dice. En esto, la PNL reconoce que la comunicación verbal es apenas
una pequeña parte de la comunicación.
Aclaremos
que la inclusión de algunos conceptos en una u otra categoría es por razones de
conveniencia en la exposición, de hecho las tres categorías están íntimamente
relacionadas.
Comencemos,
por lo tanto, analizando los procesos internos.
¿Cómo
procesamos la información?
Los
procesos internos
!"Piense
en un café. ¿Qué es lo que le viene a la mente? ¿Una imagen de una taza de café?
¿El sonido de una cafetera? ¿El sabor, el aroma o las sensaciones que le provocan
tomar una taza de café recién hecho?
!"Su
jefe le plantea una nueva forma de hacer un trabajo. ¿En qué piensa usted? ¿En las
similitudes o en las diferencias con lo que venía haciendo? ¿Se imagina lo que sentiría
usted haciendo el trabajo de esa forma o se ve a usted mismo desde lejos, desde
el punto de vista de una tercera persona?
!"¿En
cuál de estos aspectos tiende a concentrarse cuando recuerda un suceso o cuando
imagina una situación: las actividades, las personas, los objetos, los lugares,
los tiempos?
!"Cuando
se plantea su futuro, ¿se concentra en lo que quiere lograr, o por el contrario,
en lo que quiere evitar?
Con
estas preguntas intentamos llamar la atención sobre las diferencias en la
manera en que las personas perciben las situaciones reales o imaginadas, y cómo
las procesan internamente.
Cada
persona percibe y piensa de distinta manera. Eso es algo que aprendemos a lo largo
de nuestra vida. La PNL
ha identificado algunos “procesos mentales” básicos. Si logramos identificar
cómo procesamos internamente lo que nos llega, y cómo esto afecta nuestras
acciones, podremos ser más flexibles ante distintas situaciones. Este es un primer
paso de autoconocimiento. Si además, somos capaces de identificar cómo piensa la
gente que nos rodea y obrar en consecuencia, seremos capaces de lograr una
mejor comunicación con ellos.
En
todo esto hay una especie de “regla no escrita”: lo que hacemos es resultado directo
de lo que pensamos. O dicho de otro modo, “la primera creación es mental”, es decir,
antes de hacer algo, primero siempre lo creamos en nuestra mente. Nuestros pensamientos
se filtran en todo lo que hacemos y comunican a los demás lo que queremos,
creemos y somos, con más fuerza de lo que nosotros nos podamos imaginar.
Canales sensoriales
Nuestros
sentidos son bombardeados cada segundo con un cúmulo de información.
Consciente
o inconscientemente seleccionamos una parte de esos estímulos, y la interpretamos
conforme a nuestros criterios personales, influidos entre otras cosas por nuestras
creencias, valores y experiencias pasadas.
El
primer paso para comprender cómo pensamos es reconocer cuál es el canal
sensorial que privilegiamos por sobre el resto. Lo sorprendente de
esto es que no sólo moldea
cómo percibimos una vivencia, sino cómo representamos
una idea, imaginamos una situación, o revivimos un suceso pasado.
En otras palabras, tenemos el mismo canal
sensorial preferido para los sucesos
reales, que para los imaginados o recordados.
Este
es un indicio de algo que veremos más adelante: el inconsciente no distingue entre
sucesos reales o imaginados.
Las
investigaciones señalan que la mayor parte de la gente privilegia uno de estos
tres canales:
Visual:
pensar con imágenes. Las ideas, los recuerdos y la imaginación se representan
con imágenes mentales.
Auditivo:
pensar con sonidos. Se recuerdan o imaginan voces, sonidos, ruidos.
Cinestésico:
pensar con sentimientos internos o sensaciones físicas –tacto, gusto, olfato-
Esto
no quiere decir que la persona utilice exclusivamente su
canal preferido, sino que utiliza un canal en mayor medida que los otros.
!"Recuerde
un suceso reciente en su vida. ¿Qué es lo primero que le viene a la mente?
¿Una
imagen, los sonidos, o las sensaciones?
!"Repita
este ejercicio para otros recuerdos. ¿Cuál es su canal sensorial preferido?
No
exageramos si decimos que nuestro canal sensorial preferido es uno de los factores
clave de nuestra forma de pensar, y por lo tanto, de obrar. Para muestra,
veamos cómo se manifiesta esto en nuestro lenguaje:
“No
lo veo nada claro”
“Esto
me suena bien”
“Este
asunto me huele mal”
A
la hora de actuar ante un problema, ¿no suena lógico pensar que una persona visual
buscará una solución que se vea
bien? ¿una persona auditiva buscará una solución que
se oiga bien?
¿Y una cinestésica, una solución que se sienta bien?
Más
aún, las investigaciones han mostrado que respuestas corporales en apariencia tan
involuntarias como los movimientos oculares están estrechamente relacionadas
con el canal sensorial que la persona está utilizando en un momento
determinado. No sólo eso, los movimientos oculares también indican si la
persona está recordando (pasado)
o imaginando (futuro) estas sensaciones.
En la tabla siguiente resumimos lo que las investigaciones descubrieron acerca de los movimientos oculares; esto se suele denominar “acceso visual”.
Accesos
Visuales
Indicaciones
aportadas por el movimiento de los ojos, desde el punto de vista del observador:
Arriba y a la izquierda
Arriba y a la izquierda
Imágenes
imaginadas
Visual
Arriba y a la derecha
Imágenes
recordadas
Visual
Centrados
Imágenes
recordadas o imaginadas
Visual
A media altura, a la izquierda o a la derecha
Sonidos
recordados o imaginados
Auditivo
Abajo y a la izquierda
Sensaciones
o emociones
recordadas
o imaginadas
Cinestésico
Abajo y a la derecha
Sonidos:
diálogo interior
Auditivo
!"Preste
atención a sus propios movimientos oculares mientras habla con otra persona.
Compare
los movimientos de sus propios ojos en las siguientes situaciones:
!"Cuando
habla sobre algo que ocurrió (pasado)
!"Cuando
habla sobre algo que está planeando, o que imagina que va a ocurrir (futuro)
Al
avazar en estos conceptos, hemos puesto de manifiesto otro de los postulados
de la PNL : el
cuerpo y la mente son uno sólo. Avanzaremos más sobre esto en la siguiente sección,
estrechamente relacionada con el poder de la visualización.
Matices sensoriales
Dentro
de cada canal sensorial existen distintas características o matices,
a las que cada persona puede dar más o menos importancia. Esto se manifestará
en la manera que percibe, recuerda o imagina una vivencia.
!"Recuerde
un suceso que esté claro en su memoria.
!"Según
su canal sensorial preferido, reflexione sobre las siguientes preguntas:
!"Canal
visual: ¿la imagen es nítida o difusa? ¿opaca o brillante? ¿cercana o lejana?
¿a todo color o en blanco y negro? ¿es una sucesión de fotografías congeladas o
es una película? ¿es rápida o lenta? ¿usted la contempla como si la viera con
sus propios ojos o se ve a si mismo a través de los ojos de otra persona?
!"Canal
auditivo: ¿qué es lo que usted oye más? ¿voces o sonidos? El volumen ¿es bajo o
es alto? El sonido ¿es rápido o lento? ¿es agudo o grave? ¿dónde está la fuente?
¿cerca o lejos? ¿es un sonido continuo o intermitente?
!"Canal
cinestésico: ¿cuál es la sensación que usted siente? ¿presión? Si es así,
¿dónde la siente? ¿está localizada o es general? ¿siente que lo empujan? Si es
temperatura, olor o sabor ¿qué es lo que siente? ¿es fuerte o débil? ¿es una
sensación persistente?
¿intermitente?
¿ondulante? Si tiene ritmo ¿es rápida o lenta? ¿dónde se localiza la sensación
en su cuerpo?
!"Ahora
trate de “jugar” con estos matices. Si usted es auditivo, y da gran importancia
a las voces, experimente imaginando que las voces que escucha son más agudas, o
más graves, o más lentas, o más rápidas. Este atento a los efectos que esto
causa en usted. Puede cambiar totalmente el carácter de su experiencia, por
ejemplo un mal recuerdo puede hasta convertirse en algo gracioso o sin
importancia. Practique y se asombrará ante el poder que tiene la visualización.
Aclaremos
que en este contexto el término visualización debe
interpretarse en sentido amplio. Nos referimos a la capacidad de rememorar o
imaginar en nuestra mente, las sensaciones y sus matices más relevantes para
nosotros, sean visuales, auditivas o cinestésicas.
¿De
qué sirve esto? Las personas que logran visualizarse (u oírse, o sentirse) en
la situación que quieren lograr tienen más posibilidades de éxito. Como
señalábamos más arriba, “la primera creación es mental”. La capacidad de
reflexionar sobre estas cuestiones y experimentar reviviendo una determinada
situación exaltando algunas percepciones y cambiando otras, nos debería
permitir identificar qué características son importantes para nosotros. Por
ejemplo, si somos eminentemente visuales, cuáles son las características –o submodalidades,
como las denomina la PNL-
visuales a las que prestamos más atención: ¿brillo?, ¿nitidez?, ¿movimiento de
la imagen?
Más
aún, experimentar variando algunas características de un recuerdo y notar sus efectos
puede ayudarnos a hacer nuestra mente más flexible. Las personas que pueden manejar
sus emociones y experiencias decidiendo a qué le van a prestar atención en una determinada
situación, disponen de una gama mucho más amplia de opciones.
Después
de mucha práctica, podemos aplicar estos conceptos para influir en la naturaleza
de nuestros recuerdos, cambiarlos y almacenarlos de manera que sintamos lo que
queremos sentir. Siempre que uno cambia su manera de pensar con respecto a
algo, se está “reprogramando” de esta manera. La PNL no ha hecho más que investigar cómo lo
hacemos, y ponerlo de manifiesto. Esta potente herramienta nos permite que
elijamos el estado que deseamos, en vez de que el estado nos elija a nosotros.
Uno es lo que piensa que es.
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