Despierta tu creatividad. 12 consejos para pensar fuera de la caja.




Oí esta expresión hace ya unos cuantos años y todavía no ha dejado de sorprenderme el gran contenido que encierra la famosa frase: “Thinking outside the box” … Pensar fuera de la caja. ¡Que difícil! Hoy es una tarea complicada.

El corto plazo, los resultados, la crisis… no nos dejan tiempo libre para dar rienda suelta a la creatividad, que en mayor o menor medida, todos llevamos dentro.

Decía Peter Drucker que las organizaciones no pueden permitirse el lujo de privarse de la inteligencia, imaginación e iniciativa del 90% de las personas que trabajan en ella. Pero lamentablemente hay algunas, más de las deseadas, que se privan de ello.

Un buen ejercicio para romper la “rutina del pensamiento” es intentar hacer cosas diferentes, en y fuera del trabajo. ¿Por qué no pruebo a ver situaciones habituales con ojos diferentes? La función directiva solo puede avanzar, en un mundo complejo, veloz y desconcertante, cuando rompe modelos que son una amenaza para la supervivencia de las organizaciones.

Admitir cosas nuevas y diferenciadoras, no significa hacer excentricidades. Simplemente supone perder el miedo al “status quo”, dejar los prejuicios, romper determinadas creencias, abrir la mente… Las organizaciones que intentan ser punteras, con nuevas formas  para estimular el desarrollo de la creatividad, dejan de mirarse al ombligo y salen fuera en busca de aires frescos. No corren al encuentro de “buenas practicas”, sino que ellas las generan. Se ponen en marcha para detectar tendencias.

Hoy es muy interesante y necesaria la figura del “Coolhunter“, esa persona que se patea la calle para ver que hace, dice o piensa la gente. En el metro, en el autobús, en la gran superficie están los protagonistas de una sociedad que demanda productos y servicios nuevos y en consecuencia una forma diferente de hacer negocios.

Y como es de suponer, esta manera de hacer negocios exige un estilo distinto de liderar, donde tenga cabida la libertad, la responsabilidad, la iniciativa, el trabajo colaborativo en red, la eficacia y la eficiencia y, sin duda, la persona como la gran protagonista de una nueva era en donde la “mente humana” está jugando y jugara un papel critico.

Necesitamos un liderazgo desafiante que acabe con los sistemas jerárquicos, de poder y autoridad, para pasar a otro donde el conocimiento, aprendizaje, aportación, innovación y resultados sean los verdaderos artífices de una nueva estructura organizativa. El peligro que se corre con un líder carismático es que acaba convirtiéndose en la realidad dominante para todo el personal, que mantiene toda su atención en lo que el consejero delegado tiene en mente.

Sin embargo, ¿qué necesita la empresa? Necesita personas que se centren en lo que es la realidad para la empresa. No olvidemos que un líder eficaz no es alguien querido o admirado. Es alguien cuyos seguidores hacen las cosas correctas, y estas no siempre se hacen de la misma forma, también se hacen “Thinking outside the box“.

Algunas recomendaciones de cosecha propia para “abrir la caja”:

Asiste a reuniones/seminarios/tertulias de materias que no tengan nada que ver con tu actividad diaria. Amplia tu capacidad de conocimiento. Piensa diferente.

Alterna tu prensa, radio, TV, con otras que frecuentas menos. Verás las cosas con otra perspectiva. La diversidad siempre ayuda a descubrir  otra forma de ver la realidad.

Lleva siempre una libreta para tomar notas imprevistas. No dejes escapar nada.

El móvil, suele tener cámara de fotos. Fotografía algo que te llame la atención e intenta inspirarte en ello para sacar alguna idea “poderosa”.

Cuestiona los principios que “siempre” han sido intocables en tu trabajo/empresa.

Viaja en transportes públicos “con los ojos y oídos” en posición de “on”. Conviértete en un “coolhunter”.

Una vez al mes, como mínimo, haz algo que no hayas hecho nunca. ¡Imaginación!

Pídele a tus hijos pequeños que te den ideas sobre cualquier tema. Son pura lógica.

Anota en un papel algo que hayas hecho por “primera vez” en la ultima semana y analiza para que sirvió. ¿Que no has hecho nada? Inténtalo y veras que se puede.

No te acuestes sin escribir algo, aunque luego lo rompas. Seguro que alguna idea es aprovechable. Las historias y los cuentos dan mucho de si.

Hazte amigo de los que no piensan como tu. Son una fuente de riqueza y de contraste.

Un creativo siempre es un principiante. Trabaja la mente. Cultiva tu interior.

Como ves, son sugerencias muy “caseras” pero que suelen dar resultado. Sin salir de la rutina es prácticamente imposible hacer “organizaciones diferentes”. Te dejo con Lance Brunner, al que conocí el otro día y le pedí que me diera algunas pautas para entender mejor la frase: “Thinking outside the box“.


Fuente: Por Jaime Pereira.