Definición de mindfulness
Desde hace ya dos mil quinientos años o más,
miles de personas vienen practicando diversas técnicas meditativas,
transmitidas por religiones y tradiciones espirituales
La meditación se define como el
proceso a través del cual, la persona observa y se hace consciente de lo que
está sucediendo a cada instante en su cuerpo y en su mente, aceptando las
experiencias que se van presentando tal y como éstas son. Esta práctica,
enseñada por Buda, tiene como fin la eliminación del sufrimiento y demás
emociones destructivas, ya que desde el punto de vista budista, tanto la
felicidad como el sufrimiento no dependen fundamentalmente de las
circunstancias externas,sino de la propia mente
Mindfulness es el denominador
común que se encuentra en la base de diferentes corrientes de meditación
derivadas de la tradición budista y que actualmente se han incorporado a
diversos modelos de tratamiento en psicoterapia.
Mindfulness es la traducción al inglés del
término pali “sati”, que implica conciencia, atención y recuerdo. La traducción
al castellano de mindfulness no tiene un estándar, ha sido traducido
indistintamente como atención plena o conciencia plena, muchos autores optan por
eso por el vocablo inglés mindfulness. Las publicaciones sobre mindfulness
comenzaron a aparecer en la década del setenta y desde entonces su número no ha
dejado de aumentar. El crecimiento se aceleró notablemente en los años noventa
y en la actualidad nos encontramos con un crecimiento casi exponencial de
dichas publicaciones. El interés del mindfulness no se limita el campo de la
psicoterapia, también está despertando enorme interés en la investigación
básica, especialmente en neurofisiología, y también en la educación, ya que la
práctica del mindfulness se perfila como una poderosa herramienta educativa.
Las definiciones de mindfulness son variadas,
la gran mayoría tienen en común la observación de la realidad en el momento
presente con aceptación, en la tabla 1 se resumen las principales definiciones
de mindfulness.
Mindfulness puede utilizarse para
referirnos a tres situaciones: un constructo, una práctica y un proceso
psicológico. Como constructo tiene múltiples definiciones, todas centradas en
la experiencia del momento presente con aceptación y sin juzgar. Mindfulness
puede ser relacionado con otros constructos como metacognición, conciencia
reflexiva y aceptación. Como practica el mindfulness permite a profesionales y
pacientes admitir cada uno de sus pensamientos y emociones, sean cuales sean,
sin juzgarlos. Mindfulness, propone entrenar a las personas a fin de que puedan
identificar en cada instante sus propias sensaciones, emociones y pensamientos,
tratando de sacarlas de la tiranía del lenguaje y, por lo tanto, del prejuicio
y subyugación a las categorías y conceptos. Como proceso psicológico,
mindfulness, supone focalizar nuestra atención en lo que estamos haciendo o
sintiendo, para ser conscientes del devenir de nuestro organismo y conductas. Para
ello hay que pasar de la reactividad de la mente (respuestas automáticas e
inconscientes) a la responsabilidad (respuestas controladas y conscientes), es
decir sacar a la mente del piloto automático.
Componentes del mindfulness
Los componentes del mindfulness, que provienen
del zen son los siguientes:
1. Atención al momento presente:
Centrarse en el momento presente en
lugar de estar pendiente del pasado
(rumiaciones) o del futuro (expectativas,
deseos y temores). Existen opiniones
divergentes entre si la atención se debe dirigir a los procesos internos o a los eventos de
la vida diaria. Sin embargo, es posible
compatibilizar estos planteamientos
divergentes. Mientras se medita, se puede atender los propios procesos internos
y, en la vida cotidiana, centrarse en la tarea que se está realizando.
2. Apertura a la experiencia:
Capacidad de observar la experiencia
sin interponer el filtro de las propias
creencias. En otras palabras, observar la experiencia como si fuera la primera vez, cualidad que
en el Zen se denomina “mente de principiante”. También implica apertura a la experiencia negativa
y observar lo que ocurre con curiosidad.
3. Aceptación: Se puede definir
aceptación como, experimentar los eventos plenamente y sin defensas, tal y como son. También como el
no oponer resistencia al fluir de la
vida. Las personas incurren en
conductas desadaptativas en un intento
de evitar experiencias displacenteras. En
la medida en que puedan aceptar que esas experiencias son ocasionales y limitadas en
el tiempo, no necesitaran recurrir a
tales conductas.
4. Dejar pasar: Consiste en desprenderse,
desapegarse de algo a lo que nos aferrábamos. Una de las
características de nuestro yo es procurar
atesorar cosas, relaciones, poder, dinero. Se cree erróneamente, que cuanto más posea, cuanto
más se controle, cuanto más se consiga,
más feliz se será. El afán de aferrarse
choca con una característica básica de
la realidad que es la temporalidad de las
cosas. Nada en el mundo material es estable durante mucho tiempo, todo persiste un cierto tiempo
y luego desaparece.
5. Intención: Es lo que cada
persona persigue cuando practica mindfulness. Esto podría sonar contradictorio con una de las actitudes
del mindfulness que es el no esforzarse
por conseguir ningún propósito. Cuando
se está meditando no se debe tratar de conseguir ningún propósito inmediato,
simplemente hay que participar con conciencia
plena de lo que se está haciendo. Sin embargo, también hay que tener un propósito, un
objetivo personal para movernos hacia
ese propósito.
Mindfulness y psicoterapia
Existen terapias basadas en
mindfulness y otras que incluyen algunos componentes del mindfulness o el mismo
en su totalidad. Haremos un breve resumen de algunas de estas terapias:
1. Psicoterapia gestáltica:
Terapia de orientación humanista que
nace en la década del 50 de la mano de
su máximo representante y fundador, el
psiquiatra y psicoanalista alemán, Fritz Perls. Es una terapia de corte vivencial, que usa
dinámicas grupales, psicodrama y
técnicas como la silla vacía. Dentro de
sus postulados está el concepto del
“aquí y ahora”, que significa el darse cuenta de nuestro entorno y de nosotros mismos en el
presente. Esto está bastante emparentado
con el concepto de mindfulness, como lo
vemos en el siguiente párrafo “Estar en
el aquí y ahora, es mucho más que una simple frase repetida. No llegamos a esa
condición con solo desearlo.
Necesitamos desacondicionarnos y
aprender a estar conscientes. Desilusionarnos
con el juego de la mente que hurga en el pasado y fantasea con lo que sucederá para resolver
por anticipado lo que tal vez suceda.
Vivir el presente es el camino y, para
ello, debemos aprender a despegarnos
del ruido de la mente y sentir nuestro
cuerpo hasta que podamos habitarlo”.
2. Terapia Conductual Dialéctica
(TCD): Es un programa desarrollado para
tratar personas con desregulación
emocional y conductas disfuncionales
severas como intentos suicidas y conductas
autolesivas, siendo las personas con
Trastorno Límite de Personalidad las principales beneficiadas de este tratamiento, aunque en
los últimos años se ha ampliado su uso
a Adicciones y Trastornos de Conducta
Alimentaria. Fue creada por la psicóloga
Marsha Linehan en la década del 90,
pertenece a la llamada tercera generación
de terapias psicológicas (basadas fundamentalmente en la aceptación). La TCD combina
elementos conductuales con validación y
aceptación basados en filosofías budistas
y zen, buscando una dialéctica entre la
aceptación y el cambio. El tratamiento
original consiste en un paquete de
entrenamiento en habilidades, terapias individuales, consultas
telefónicas y terapia para los familiares. En la TCD el mindfulness forma parte
de una de las cuatro habilidades que
los pacientes deben aprender, que le
sirve para tolerar el malestar, así como regular sus emociones.
3. Terapia de Aceptación y
Compromiso (ACT): Fue desarrollada por
Hayes en 1999, es un enfoque conductual que sea apoya en el
funcionalismo contextual y comparte
raíces filosóficas con el
constructivismo y el constructivismo social. Se basa en la Teoría de los Marcos Relacionales,
según la cual la conducta verbal de los seres
humanos está determinada por la habilidad aprendida de relacionar eventos de
manera arbitraria y transformar las
funciones de un estímulo en base a su
relación con otros. Los conceptos
claves de la ACT son la fusión, evaluación, evitación y razonamiento. La fusión cognitiva se refiere a la tendencia a que
el conocimiento verbal domine otras
fuentes de regulación conductual. A
partir de la fusión cognitiva, la
conducta humana es más guiada por redes
verbales inflexibles que por el contacto con
las contingencias ambientales, afectando no solo la conceptualización del pasado o el futuro,
sino también la idea que las personas
tienen de sí misma. Para trabajar la fusión cognitiva se usa ejercicios de meditación y de mindfulness.
4. Terapia Breve Relacional
(BRT): Ha sido desarrollado por Safran
y Muran en el 2005, no es un enfoque
multicomponente, sino una forma de
abordar sesiones de psicoterapia. Es un enfoque psicodinámico basado en el
constructivismo dialectico y la
perspectiva hermenéutica, según la cual
la realidad es tanto construida como descubierta. La BRT no tiene un formato
fijo ni una duración predeterminada,
sino que se define por una forma
particular de abordar las sesiones
individuales de psicoterapia y por el uso de estrategias de resolución
de las rupturas de la alianza
terapéutica. La BRT considera que el
desarrollo del mindfulness en los pacientes es básico para la consecución de los objetivos de la
psicoterapia, ya que requieren aprendizaje
experiencial que solo se puede obtener manteniendo la atención, así como
el mindfulness, también puede ayudar a des
automatizar el funcionamiento cognitivo
para dejar de adherirse a los propios
pensamientos y sentimientos.
5. Reducción del Estrés Basado en
Mindfulness (MBSR): Es el enfoque
pionero en la integración de técnicas
de meditación en la medicina y
psicología occidental, fue desarrollado por Jon Kabat-Zinn en 1988. Para poder afrontar el sufrimiento y el estrés el MBSR
propone adoptar unas actitudes
concretas durante la práctica de los
ejercicios integrados en el programa, todas
ellas devienen del zen y son las siguientes: no juzgar, tener paciencia,
mente de principiante, tener confianza
en la propia bondad y sabiduría básica, no esforzarse por conseguir ningún
propósito, aceptar y dejar pasar. Los componentes del programa son cinco: la meditación estática,
la atención en la vida cotidiana, la meditación caminando, la revisión atenta del cuerpo y
el Hatha Yoga. La duración del programa
es de ocho semanas, los participantes
realizan autoregistros y practican los
ejercicios individualmente en sus casas
con ayuda audiovisual. Se realiza
además una reunión semanal de dos horas
y media para practica grupal. Este
programa se imparte en numerosos
hospitales y clínicas de Estados Unidos y se considera un complemento para el
tratamiento de patologías susceptibles
de provocar estrés como psoriasis,
cáncer, fibromialgia, recuperación post- infarto, etc.
6. Terapia cognitiva basada en
Mindfulness (MBCT): Fue desarrollado por
Segal, Williams y Teasdale en el 2002, para prevenir recaídas en la depresión crónica. Ellos proponen que las
recaídas se deben a la reactivación de
patrones de pensamiento negativos
cuando surgen estados de ánimo
disforicos. Utiliza además de las técnicas provenientes del MBSR, técnicas cognitivo-conductuales.
A diferencia de las terapias cognitivas
clásicas que se centran en cambiar el contenido del pensamiento de los pacientes, la MBCT
entrena a los pacientes para cambiar el
modo de relacionarse con sus
pensamientos, para que tomen conciencia
de sus pensamientos y emociones negativas con el cual se facilita el proceso de afronte
llamado por ellos descentramiento.
Mindfulness: aplicaciones
clínicas
Aunque los objetivos iniciales en la
investigación con mindfulness fueron el dolor, el estrés y calidad de vida, las
posibles aplicaciones clínicas se han ido incrementando y diversificando con el
paso de los años. Enumeraremos las principales aplicaciones clínicas con su correspondiente
evidencia clínica:
1. Estrés – Distres: La evidencia
sobre mindfulness incluye revisiones
sobre estrés y distres, la mayoría no
define la diferencia entre estos términos, usándolos indistintamente. Khoury en
el 2013, en un metaanálisis sobre
Intervenciones basadas en Mindfulness,
revisó un total de 209 estudios,
concluyendo que las intervenciones basadas en mindfulness son tratamientos efectivos para
una variedad de problemas psicológicos, en especial el estrés. También Khoury en otro
metaanalisis sobre MBSR publicado este
año, de un total de 29 estudios, se
concluyó que el MBSR es moderadamente
efectivo para reducir el estrés.
2. Trastornos del estado de
ánimo: Klainin-Yobas, Cho y Creedy en el2012, realizaron un metaanalisis donde se evaluó la eficacia de las
intervenciones basadas en mindfulness
en síntomas depresivos en personas con
patologías mentales, que incluyó 39
estudios. Se concluyó que las intervenciones
basadas en mindfulness eran eficaces para aliviar los síntomas depresivos y sugerían usarlo
en conjunto con otros tratamientos.
Teasdale en el 2000 y el 2004 encontró
que existe un mayor riesgo de recaídas
en pacientes con tres o más episodios
depresivos, debido a que estos tienen
rumiaciones depresivas conectados a emociones negativas independientemente de factores
externos. Así mismo, tienen procesos de
recaída relacionados fundamentalmente
con factores internos, al contrario que
las personas con dos episodios depresivos,
que tienen un patrón de recaída
relacionado fundamentalmente con sucesos externos. Piet y Hougaard en un metaanalisis que evaluó la eficacia del MBCT
en la prevención de recaída de
pacientes con depresión mayor recurrente,
indican que la MBCT es efectiva para
prevenir recaídas en pacientes con depresión
mayor recurrente, sobre todo con tres a más episodios previos. La MBCT resultaría eficaz
para prevenir recaídas en pacientes recuperados con tres o más recaídas porque interrumpe el
patrón de pensamiento rumiador en
momento de riesgo de recaídas.
3.Trastorno por estrés
postraumático (TEPT), una revisión hecha
por Kim en el 2013, sobre la
práctica mente y cuerpo (que
incluyen prácticas de meditación), indican
que estas prácticas mejoran la
constelación de síntomas del TEPT tales
como pensamientos intrusivos, evitación
e hiperactivacion . Polusny en el 2009
evaluó a dos grupos de veteranos de guerra,
un grupo asignado a recibir MBSR y el otro grupo recibió terapia grupal centrada en el
presente. En ambos grupos hubo mejoría
clínica de los síntomas de TEPT, pero
en el grupo de MBSR la mejoría fue más
significativa.
4. Somatización: En una revisión
sistemática realizada en el 2013, para
evaluar la eficacia de las intervenciones basadas en mindfulness, Lakha y
Schofield hallaron que estas intervenciones
disminuían el dolor, la ansiedad, depresión y la severidad de los síntomas asociados
con al somatización y mejoraba la
calidad de vida de los pacientes. Los
autores concluyeron que las
intervenciones basadas en mindfulness podrían ser útiles para tratar algunos aspectos del
trastorno de somatización. Fjorback en
el 2013 en un estudio randomizado con
un año de seguimiento evaluó un total
de 119 pacientes con somatización y
síndromes funcionales somáticos como
fibromialgia, colon irritable y síndrome de fatiga crónica. Se les coloco de manera aleatoria
en dos grupos, uno recibió MBSR y MBCT,
mientras que el otro recibió atención
médica y terapia cognitivo conductual
breve. La mejoría se obtuvo al final
del tratamiento para el grupo de MBSR y MBCT y se mantuvo durante el año de seguimiento,
en cambio el otro grupo no obtuvo
ningún cambio al final del seguimiento.
5. Abuso de sustancias: Chiesa y
Serretti en el 2014 realizaron una
revisión sistemática, que incluyo 24
estudios, indicando que la
evidencia actual sugiere que las
intervenciones basadas en mindfulness
pueden reducir la compulsión por el consumo de sustancias como alcohol, cocaína,
marihuana, anfetaminas, tabaco y
opiáceos, en un grado
significativamente mayor que los controles de lista de espera y los grupos de apoyo .
6. Trastornos de conducta
alimentaria: Kristeller creó en 1999 un programa denominado Entrenamiento de la Conciencia de la
Alimentación basada en Mindfulness (MB-EAT), programa creado para tratar el trastorno por
atracones y situaciones similares. El MB-EAT busca que el paciente cultive, a través de sesiones
individuales y grupales, el mindfulness, la conciencia de comer, el balance
emocional y la autoaceptación. La evidencia actual refiere que este
programa disminuye el número de
atracones, mejora el sentido de
autocontrol y disminuye los síntomas
depresivos.
7. Trastornos de personalidad: El
uso de mindfulness en trastornos de personalidad se ha dado casi a exclusividad en el contexto
del tratamiento del Trastorno Límite de
Personalidad a través de la TCD. La TCD
cuenta con mayor apoyo empírico frente a
otras terapias para el tratamiento del
Trastorno Límite de Personalidad, reduciendo
el número de intentos suicidas e ideas suicidas, el número de
internamientos y visitas a servicios de emergencias y el abandono de la terapia.
También se vio que era útil en poblaciones con gran comorbilidad y abuso de sustancias.
8. Dolor: Dos estudios
controlados compararon MBSR y MBSR asociado masajes versus un control de lista de espera y encontraron que
estas intervenciones fueron más
eficaces para reducir el dolor y el
malestar psicológico que el tratamiento usual. Además, ambas intervenciones
proveyeron un incremento significativo de la aceptación del dolor y de la
función física. Reiner,Tibiy Lipsitzen el 2013 realizaron una revisión de 16 estudios
sobre intervenciones basadas en mindfulness
para el dolor, hallando que estas intervenciones disminuían la intensidad del
dolor en pacientes con dolor crónico.
Sin embargo, la evidencia sobre el rol
del mindfulness en el dolor aun no es
concluyente, ya que existen otras
revisiones y metaanalisis que informan que no hay datos suficientes para afirmar que
el mindfulness alivia el dolor.
9. Cáncer: Ledesma y Kumano en el
2009, evaluaron los efectos del MBSR en
el estado de salud física y mental de
varios pacientes con cáncer. Los
resultados sugirieron que MBSR puede mejorar el ajuste psicosocial de
los pacientes con cáncer. En el 2012, Cramer realizó un metaanálisis cuyo objetivo fue evaluar la eficacia de la
MBSR en pacientes con cáncer de mama. En
comparación con los cuidados habituales, MBSR fue superior en la disminución de la depresión y la ansiedad,
pero aun los resultados no son generalizables. Por lo tanto, el mindfulness
podría ser una importante intervención
para mejorar la calidad de vida de los
pacientes con cáncer.
10. Enfermedad cerebrovascular:
Un revisión sistemática hecha por
Lawrence en el 2013,que tuvo por
objetivo evaluar los beneficios de las
intervenciones basadas en mindfulness en el ataque isquémico transitorio y el
accidente cerebrovascular, encontró una
tendencia positiva a favor de los beneficios de las intervenciones basadas en
mindfulness en una serie de factores
psicológicos, fisiológicos y psicosociales, como ansiedad, depresión, presión arterial,
percepción de la salud y calidad de vida
. Otra revisión sistémica hecha por
Lazaridou, Philbrooky Tzika en el 2013
evaluó la eficacia la práctica de yoga y mindfulness para rehabilitación del
accidente cerebrovascular. Los estudios
informaron resultados positivos, incluyendo mejoras en la cognición, el estado de ánimo, el equilibrio y la reducción
deestrés. por lo tanto el yoga y el mindfulness podrían ser valiosas opciones de
intervención autoadministradas para la rehabilitación del accidente cerebrovascular.
11. Otras aplicaciones: Se han
encontrado resultado clínicos positivos
del mindfulness también en:
hipertensión arterial (disminución de los niveles de presión) (48), esclerosis múltiple (mejora
en la calidad de vida y salud mental)
(49), fibromialgia (disminución del dolor) y artritis reumatoide (reducción del malestar y depresión).
Mindfulness: La relación
terapéutica y el terapeuta
En la efectividad de una psicoterapia resulta
más importante la relación que se establece ente el paciente y el terapeuta que
el propio tipo de intervención que el terapeuta utiliza. Muchos investigadores,
apuntan a que el mindfulness es una parte esencial del desarrollo de toda
psicoterapia. Siegel, afirma que “la práctica del mindfulness puede considerarse
el entrenamiento básico para la mente del terapeuta”. Cuando estamos en
mindfulness, somos conscientes de la conciencia, nos damos cuenta que no somos
el contenido de la conciencia y estamos abiertos a lo que se manifiesta en la
conciencia. No estamos rígidos ni cerrados sino flexibles y abiertos a lo que
pase, por lo tanto estamos en presencia.Esta presencia es necesaria para que la
relación terapéutica sea tal, dirigimos la presencia hacia el paciente y
estamos con él o ella abiertos a su experiencia de manera incondicional . Sobre
la presencia se produce la sintonía, que es cuando dirigimos nuestra atención
hacia el otro y llevamos su mundo interior hacia nuestro mundo interior. Con la
presencia y la sintonía tenemos la resonancia, terapeuta y paciente quedan
unidos formando un todo, pero a la vez permanecen diferenciados. En este
momento el paciente se siente sentido y se logró la relación terapéutica.
Podría decirse que mindfulness es una resonancia intrapersonal y la relación
terapéutica es una resonancia interpersonal.
La investigación sobre los efectos del
mindfulness en los terapeutas está emergiendo gradualmente. Factores necesarios
para establecer una buena terapia como la empatía, compasión, habilidades de
consejería, control de estrés y ansiedad, entre otros, han sido evaluados en su
relación con el mindfulness, en la tabla 3 se resumen estos factores y el
efecto del mindfulness sobre ellos:
CONCLUSIONES
1.Mindfulness es una práctica que
no es novedosa, proviene de la tradición budista y no es sinónimo de meditación
sino una forma de ella.
2. Existen muchas definiciones de
mindfulness, sin embargo, se puede concluir en que mindfulness es la atención
plena de la realidad, en el momento presente, sin juzgar y con aceptación.
3. Existen en la actualidad
varios enfoques psicoterapéuticos que usan el mindfulness como herramienta de
trabajo dentro de sus programas y otros que se basan en el mindfulness. Estos
enfoques han demostrado utilidad en el manejo del estrés, recaídas depresivas y
reparación de rupturas de alianza terapéutica.
4. La evidencia clínica muestra
una serie de aplicaciones clínicas para el mindfulness, tanto para problemas de
salud mental y física, además de ser útil en la relación terapéutica y el
fortalecimiento de habilidades necesarias para todo terapeuta. Sin embargo, a
pesar de existir abundantes estudios sobre las aplicaciones del mindfulness,
aun no son concluyentes sus hallazgos. Estos se pueden deber a la
heterogeneidad del concepto del mindfulness, a la falta de operacionalización
de los conceptos relacionados al mismo, a las poblaciones pequeñas encontrada
en los estudios y los diferentes programas que usan mindfulness y a que la
mayoría de los estudios usan auto reportes para evaluar los resultados de las
intervenciones.
5. Es necesario ampliar la
investigación del mindfulness en aspectos importantes que permitan entender
mejor la forma como actúa, estudios sobre mecanismo de acción, aspectos
neurobiológicos y fortalecer la evidencia clínica son puntos a tener en cuenta
en futuras investigaciones sobre mindfulness
No hay comentarios:
Publicar un comentario