Eneatipo 8

El tipo poderoso, dominante, seguro de sí mismo, decidido, voluntarioso, el líder, el protector, el inconformista, la roca, el mandón, el energético, el organizador, el fuerte, el justiciero

TEST CARÁCTER BÁSICO Nº8 SI NO
1. Suelo tomar la iniciativa cuando quiero algo y me mantengo firme en mi propósito por conseguirlo.
2. Me percibo a mi mismo como una persona fuerte y justa, capaz de ayudar a los débiles.
3. Soy capaz de captar los puntos débiles de los demás y utilizarlos para defenderme si me siento atacado.
4. Sé que puedo ser un buen líder, respetado y apreciado por los demás.
5. Me es fácil defender mis derechos y expresar mi malestar e insatisfacción cuando es necesario.
6. Cuando algo me gusta, más de lo mismo me parece genial.
7. Me considero una persona fuerte que sabe expresar lo que piensa.
8. Suelo percibir la vida como una lucha y pelear muy bien.
9. Creo que hay demasiadas personas susceptibles en este mundo.
10. Puedo detectar fácilmente inconsistencias en los argumentos de los demás.
11. Suelo tener mucha energía y me gusta disfrutar intensamente.
12. Me cuesta expresar mi lado cariñoso, sensible y tierno.
13. Algunos me tachan de agresivo y demasiado directo.
14. A menudo disfruto con las situaciones donde pueda demostrar mi fuerza y habilidad.
15. Me gusta participar en enfrentamientos y duras discusiones, sobre todo cuando sé que tengo la razón.
16. Mi seguridad y gran confianza personal es tomada por los débiles como arrogancia y prepotencia.
17. Suelo trabajar mucho y sé cómo conseguir las cosas.
18. Me gusta que quede bien en claro que soy yo el que está al mando.
19. En general, no suelo dedicar mucho tiempo a la interiorización y la introspección, prefiero ceñirme a los hechos concretos.
20. No creo en la suerte ni el destino, considero que cada uno de nosotros se crea su propio camino.

Nota: Para contestar este cuestionario marca SI, sí estás absolutamente de acuerdo con la afirmación y NO si estás algo de acuerdo o en desacuerdo con la afirmación. Si marcaste 15 o más casillas bajo el SI, entonces es bastante probable que tu Eneatipo sea el número 8.

Eneatipo 8
Características Principales:
Su Razón: Yo Hago y Pienso, pero Siento poco.
Área del Cerebro Mayor Acción: Reptiliano.
Componente de la Energía Divina: Poder.
Arquetipo fijado: El Héroe.
Pecado: Lujuria.
Pasión: Pasión.
Miedo Básico: Ser dominados.
Deseo Básico: Ser fuertes.
Virtud: Coraje e instinto de protección hacia los más débiles.
Línea del tiempo: Orientados al presente.
Su Lema: ¡Puedo!, luego existo.
Frase Típica: ¡A mí nadie me dice lo que tengo que hacer!

Descripción: Es el tipo poderoso y autoritario, seguro de sí mismo, fuerte y capaz de imponerse. Son personas protectoras, decididas, orgullosas y dominantes, piensan que deben estar al mando y suelen volverse intimidantes y frontales. En su mejor aspecto se controlan, usan su fuerza para mejorar la vida de otras personas, volviéndose heroicos, magnánimos y hasta grandiosos.
Gracias a los aguerridos 8 el mundo es un lugar más justo, la mayor parte de los avances en las leyes laborales, en las ideas de respeto a los derechos humanos y variados cambios sociales se deben al liderazgo de estos temerarios. Es un número usualmente asociado al género masculino, por lo cual algunas mujeres de este número, suelen reprimir su carácter y manifestarlo de maneras más sutiles.
Yo Hago y Pienso, pero Siento poco, las personas que pertenecen a este Eneatipo son personas impulsivas que van tras de lo que quieren sin medir el efecto que produce esto en los demás, sin detenerse a reflexionar si con ello hieren sentimientos o se ganan afectos. Si tienen una idea, simplemente la llevan a cabo. Como el hacer de estos Eneatipos es previo al pensar, entonces estas personas suelen evaluar sus actos una vez que los han realizado, si bien mantienen sus emociones fuera de esta evaluación. Al igual que los Eneatipos 9 y 1, las personas con Eneatipo 8 están regidos por el área del cerebro reptiliano por lo que suelen ser personas que reaccionan desde las vísceras, más bien rígidas, rutinarias, conservadoras con poca curiosidad por ideas nuevas, poco improvisadoras, poco afines al cambio, si bien en el caso de los 8, esto parece tener más que ver con un apego a su personalidad y reacciones, más que a la rutina y a las tradiciones.
Su compulsión es la ira, pero al contrario que sus vecinos de Tríada, que la reprimen en al caso de los 1, y la niegan en el caso de los 9, los 8 parecen disfrutar manifestándola, para ellos una discusión puede ser una excelente fuente de energía, sobre todo cuando creen tener la razón.
El componente de la energía divina que vienen a manifestar es el Poder, que está relacionado con el hacer orientado hacia la supervivencia, es por ello que los miembros de la Tríada superior del Eneagrama dan importancia a su quehacer diario y el Eneatipo 8, además le da mucho valor a la forma en que su quehacer afecta su entorno, para ellos es muy importante influir. Como estas personas tienen una enorme fuerza y energía para conseguir lo que desean, tienen la capacidad de cambiar su entorno, ayudando a otros a obtener las condiciones que a ellos les parecen más apropiadas para quienes consideran como sus protegidos.
El arquetipo que este Eneatipo ha fijado en su personalidad es la del Héroe, ellos andan por la vida demostrando cuan rudos y valientes son, salvando a quien se le cruce por delante (se lo haya pedido o no), dejando bien en claro en todas partes que son ellos quienes mandan. Si viven su arquetipo desde su lado más luminoso se desarrollarán como líderes poderosos y defensores de los demás, pero por el contrario si lo viven de su lado más negativo verán amenazas por doquier y no se medirán a la hora de querer demostrar su bravía.
Su pecado capital es la Lujuria, entendida como vehemencia, tienen una gran necesidad de intensidad en todos los ámbitos de la vida, sean estos la forma como conducen, el volumen con que escuchan música, el tono y contenido de sus conversaciones, el sexo, sus relaciones. Ellos parecen creer que si algo es bueno, más de lo mismo es mejor y van por ello.
La pasión de este Eneatipo es la Pasión, ellos sienten pasión por la vida, pasión por la justicia, pasión por sus ideales, ponen pasión en sus discusiones, pasión en sus afectos, pasión en la forma en que se divierten y sólo se sienten vivos cuando ponen intensidad a todo lo que hacen.
El miedo básico de este Eneatipo es ser dominados por la vida, por las circunstancias, por el tiempo, por los demás y quieren demostrar que son ellos los que dominan cuando en realidad no buscan otra cosa que protegerse.
Este miedo básico de protección vivido como una compulsión genera el deseo de ser fuerte, que llevado a la exageración, termina degenerándose en una lucha constante para probar su valor, pero que expresado como virtud los convierte en personas llenas de coraje, protectoras de los más débiles.
Orientados hacia el presente, no gastan energías en imaginar posibles escenarios ni en lamentaciones por lo que no ocurrió, tampoco suelen evaluar el impacto que sus actos tiene en los sentimientos de los que lo rodean.
Su lema: ¡Puedo!, luego existo y su frase típica: ¡A mí nadie me dice lo que tengo que hacer!

Pauta Infantil del Eneatipo 8.
Los 8 tuvieron que hacerse adultos a temprana edad, pudo ser por problemas económicos, porque tuvieron que atender a sus hermanos u otra desgracia. Quizás, se criaron en un ambiente peligroso o en la compañía de un adulto caprichoso. Tal vez su familia fue muy normal, pero ellos sintieron que debían proteger sus sentimientos y hacerse los fuertes.
Fueron niños problema, hicieron explícitos las dificultades ocultas de su familia, por lo general se metieron en situaciones que causaban castigo, con lo que se sentían rechazados o traicionados y de esta forma aprendieron a endurecerse aún más.
Puede que sufrieran violencia o malos tratos físicos o psicológicos
(un hermano que los molestaba sistemáticamente, unos padres que se burlaban de sus sentimientos, un maestro que los menospreciaba, un matón de barrio que los convirtió en blanco de sus ataques, un compañerito de curso que los maltrataba), por lo que terminaron por creer que en la vida es fundamental ser fuertes y que ser débiles acarrea problemas. Se prometieron en épocas tempranas no sufrir ninguna humillación y vengarse de los injustos, concluyeron que el mundo es un lugar duro donde sólo sobreviven los fuertes.

En su variante sana.
Las personas de este Eneatipo disfrutan de su valentía y fuerza para poder conseguir lo que desean, les gusta probar su propio valor, comprenden que esta necesidad obedece más a un llamado interior que a una real necesidad de sentir que el mundo es un campo de batalla en el cual vences o serás vencido.
Ansían transformar su entorno, con el objeto de convertir el mundo en un lugar más justo para todos. Amantes de la justicia, saben luchar por sus principios buscando el bienestar de los más débiles, han aprendido a reconocer que cada quien tiene sus propias fortalezas y son capaces de pedir ayuda, estimulando así a los otros a reconocer su propio valor.
Llenos de energía y valor nos invitan a vivir la vida con intensidad, sin límites que nos condicionen. Nos recuerdan que la esperanza es para los débiles y nos estimulan a entrar en acción para conseguir que nuestros sueños se cumplan.
En su variante más sana conocen y aceptan su propia vulnerabilidad lo que les enseña a aceptar la de los demás y no necesitan medir sus fuerzas con cada persona que se cruza en su camino y abandonan la idea que tienen que ser siempre fuertes y dominantes en toda ocasión.
Líderes naturales, llevan el mando sin esfuerzo cuando así se requiere, pero saben hacerse a un lado y reconocer los contextos en los cuales son simplemente un miembro más. Se ganan el respeto a través de sus capacidades para conseguir lo que se proponen y por su capacidad para defender y proteger a ¨su¨ gente.
Les encanta la aventura y las sensaciones intensas, saben divertirse y estar a su lado es de por sí una aventura. Son admirables por el entusiasmo que ponen en todo lo que hacen.
Les encantan los retos y son hábiles para iniciar proyectos; toman la iniciativa y hacen que las cosas ocurran.

En su variante menos sana.
Los tipos 8 menos sanos evitan compulsivamente cualquier muestra de debilidad pues parecen querer demostrar su fuerza siempre y en todas partes, no dudan en atacar y avergonzar a quienes osan enfrentarlos. Les gusta intimidar y no les agrada ser controlados por nada ni nadie.
A los miembros de este Eneatipo les cuesta demostrar sus sentimientos, limitan sus manifestaciones de cariño y ternura incluso ante sus seres más queridos, pues las consideran un signo de debilidad que los demás podrían ocupar en su contra.
Quieren dominar el mundo incluidos sus habitantes, se vuelven agresivos y confrontacionales, se convierten en "el jefe" cuya palabra es ley. Imponen su voluntad y visión en todo, no ven a los demás como sus iguales ni los tratan con respeto, sino más bien como débiles e inferiores.
Creen que si son una roca inexpugnable lograrán defenderse y evitarán ser heridos, con lo cual se pierden las cosas buenas que llegan a sus vidas: intimidad y afecto. Cuanto más amenazados, más duros y agresivos se ponen.
Su pasión por la lujuria los impulsa a actuar de forma intensa y arriesgada, aceptan retos adrenalínicos, tales como abusar del alcohol, manejar a toda velocidad, trabajar en exceso, o cualquier otra actividad peligrosa, poniendo en riesgo no sólo su personas, sino también la de aquellos que lo rodean. En ocasiones arrastran irresponsablemente a otros más débiles hacia estas temerarias conductas.
Les gusta hablar con franqueza y desconfían cuando ven que la otra persona se anda con rodeos y no es directa para comunicarse, suelen hablar en forma muy agresiva y directa, les encanta desenmascarar a los demás, aprovechando cualquier contradicción o falta de consistencia para atacar y dejar al otro en evidencia.

Alas y líneas de integración y desintegración.
El Eneatipo 8 tiene las alas 7 y 9. Cuando se inclina al lado más sano del 7 se relajan, se vuelven alegres y divertidos, incentivando a los demás a disfrutar de la vida. Sin embargo, si se orientan al lado menos sano del 7 entonces se vuelven aún más intensos y arriesgados, nada parece calmar su vehemente pasión. Cuando se inclina al lado más sano del 9, el 8 se pacifica y armoniza, aprendiendo a vivir su pasión sin ser avasalladores; si se orientan al lado menos sano del 9 entonces mezclan su carácter dominante con la indiferencia e indolencia de éste, desconectándose aún más del efecto que sus reacciones agresivas provocan en los demás.

El Eneatipo 8 se integra hacia el número 2, integrando a su personalidad la capacidad de servicio y convirtiéndose de esta forma en líderes positivos, siempre dispuestos a contribuir para que el mundo sea un lugar más justo para los más débiles.
Cuando se desintegra hacia el 5, se aíslan de los demás considerándolos débiles y poco valiosos.

Misión Álmica del Eneatipo 8.
Las personas de este Eneatipo sienten una voz en su interior que les dice:
Yo puedo cambiar el mundo y convertirlo en un lugar mucho más justo y agradable para vivir.
Gracias a ellos, podemos aspirar a un mundo donde todos los seres humanos son igualmente valiosos.

Cuando se alinea con su Misión Álmica.
Permiten que el líder positivo que habita en ellos se exprese, amados por sus seguidores y respetados por sus detractores, no paran en esfuerzos por convertir el mundo en un lugar mejor y más justo, poseen la sabiduría de distinguir lo que sí puede ser cambiado de aquello que es más sabio aceptar.

Cuando no se alinea con su Misión Álmica.
Generan miedo en vez de respeto, sólo les interesa su persona y sus deseos, quieren imponer su voluntad, no toleran la ambigüedad. Se imponen como líderes, olvidando que el respeto se gana, no se impone. Quieren vivir con excesos y sin limitaciones, poniendo en riesgo no sólo sus personas, sino que también la de aquellos que impulsan a que los sigan.

Guía para permitir que la Misión Álmica se manifieste.
Estás llamado a ser un líder, para serlo aprende a reconocer tu talento y permite que éste se manifieste, comprende que no es necesario que estés continuamente defendiéndote, la vida no es un campo de batalla. Si te alineas con tu Misión Álmica, aprenderás disfrutar de la paz que se siente al rendirse ante la existencia.
Comienza a reconocer que no todas las personas te quieren agredir y que no hay amenazas por todas partes. Darle la razón al otro de vez en cuando no es una muestra de debilidad, sino muy por el contrario demuestra nobleza.
La enorme fuerza interior que posees puede ser usada positivamente para conseguir que tus proyectos se lleven a cabo, no vale la pena desperdiciarla en confrontaciones inútiles. La intensidad y vehemencia son hermosas cualidades, resultado de la pasión que ponemos en hacer aquello que amamos, y no es necesario que las uses contra ti mismo, abusando de sustancias o en peleas sin sentido.
En tu naturaleza está el regalo de poder hacer del mundo un lugar mejor y más justo para vivir, para poder ejercerlo, es necesario que aprendas a aceptar tus vulnerabilidades, así podrás de mejor forma reconocer la de los demás y ayudarlos a superarse.
Todos tenemos fortalezas y debilidades, es un verdadero desafío descubrir que nuestra sensibilidad puede ser una gran muestra de fuerza, no de debilidad. Expresarla puede en ocasiones ser una excelente forma de ganar el respeto de los demás.

Reconoce al 8 que hay en ti:
Los dones del Eneatipo 8 sanos, se asocian mucho con las cualidades que la sociedad espera de sus líderes de opinión y precursores de cambios sociales. Todos tenemos un 8 en nuestro interior que busca manifestar la justicia en la vida.
1. ¿Has discutido con alguien acaloradamente por un tema que en realidad no tenía mucha importancia?
2. ¿Sientes en ocasiones que el mundo real es duro y difícil?
3. ¿Has sentido alguna vez que la mejor defensa es el ataque y has atacado a alguien que amas justo ahí donde más le duele?
4. ¿Disfrutas de consumir o hacer algo que sabes que es dañino para tu salud?
5. ¿Has sido descortés con un subordinado sólo porque no hizo las cosas como tú las harías?
Si los ciudadanos practicasen entre sí la amistad, no tendrían necesidad de la justicia.
Aristóteles

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