La virtud más difícil de encontrar




Siempre me ha gustado el ejemplo del bambú chino como metáfora de los procesos de cambio y transformación personal. El bambú chino funciona de la siguiente manera. Después de plantada la semilla, no se ve nada durante aproximadamente cinco años, salvo un brote muy diminuto. Todo el crecimiento es subterráneo; se está construyendo una compleja estructura de raíces que se extiende en vertical y horizontalmente por la tierra. Entonces, al final del quinto año, el bambú chino crece velozmente hasta alcanzar una altura de veinticinco metros.

Algo muy similar ocurre con los procesos de desarrollo personal. Uno decide un buen día ir en búsqueda de su Leyenda Personal; seguir su vocación, su pasión, sus sueños. Siembra y trabaja, pero no ve resultados. Así un día tras otro; una temporada tras otra, pero todo parece que sigue igual, que nada ocurre. Entonces, aparecen las dudas, los bajones, los momentos de debilidad emocional...

Algunos, ante la incertidumbre del futuro, abandonan y prefieren plegar velas para navegar a puerto seguro; otros, continúan, pero poco tiempo después, también desisten; y así otros más cada cierto tiempo. Nada nuevo. Seth Godin en Salir del abismo escribe: «Muchas profesiones y muchos mercados sacan provecho de quienes se dan por vencidos. La sociedad supone que usted se rendirá. De hecho las empresas y las organizaciones cuentan con eso».

Sin embargo, hay un pequeño grupo minoritario que hace suya la máxima de Woody Allen de que «el 90% del éxito es insistir», y se mantienen firmes, rumbo a destino a pesar de los fuertes vientos que azotan el barco. Y de repente, un día todo se precipita, y el crecimiento es exponencial. El día anterior era otro de esos días en que uno pensaba abandonar, y de repente aparece la luz. «La hora más oscura de la noche es la que precede al alba», dice la sabiduría popular.

Si me preguntasen cuál es la virtud más difícil de encontrar en el proceso de búsqueda personal, diría que la PACIENCIA. El éxito está compuesto de una pluralidad de ingredientes (por ejemplo, puedes ver la charla de Richard St. John Los 8 secretos del éxito en 3 minutos), pero para mí hay uno especialmente difícil de hallar, una especie de trébol de 4 hojas: la PACIENCIA.

En Fast Good Management (@fastgoodmanagem), en el Capítulo 13 dedicado al Éxito, recojo mi modelo PSP: Pasión + Sacrificio + Paciencia. Respecto a la Paciencia se apunta: «De las tres variables del PSP, la paciencia es, en mi opinión, la más complicada de practicar. ¿Cuál es el motivo? Hablar de paciencia es hablar del futuro, y el futuro es siempre incierto, nadie nos lo puede garantizar por escrito, ni siquiera un notario, lo que implica tener FE».

Hablar de futuro, es hablar de FE (con mayúsculas). Y hablar de FE, es creer en algo de lo que no se tiene evidencia. Uno tiene que confiar (confianza viene de latín, cum-fidia, esto es, con fe), que si trabajas, perseveras y no renuncias, los resultados acabarán llegando. Pero como no hay nadie que nos lo pueda garantizar, la Resistencia Emocional es esencial; ser mentalmente fuerte para no venirse abajo cuando todo invita a abandonar.

Todas las biografías que han alcanzado cumbres altas señalan a la Paciencia como un ingrediente indispensable. Así, el ensayista francés Marcel Brian (1895–1984) aseguraba: «El genio no es más que una larga paciencia»; Ghandi, líder de referencia en el que inspirarse, decía: «Perder la paciencia es perder la batalla». Teresa de Jesús igual: «La paciencia todo lo alcanza». Lo mismo que el político británico George Savile: «Quien es un maestro en paciencia, es un maestro en todo». Y Peter Senge, autor de La Quinta Disciplina, apunta: «Un bebe tarda nueve meses en nacer con independencia de que mucha gente se ponga a trabajar en el empeño».

El otro día Andrés Pérez Ortega (@marcapersonal) hablaba también de este tema en su post: ¿Cuántos años tienes? (échale un vistazo). Nada que merece la pena se construye de un día para otro. Y si es así, hay que empezar a sospechar que está levantado sobre materiales de barro, con lo que no es difícil de pronosticar su desenlace. Como un dicho inglés afirma: Easy come, easy go.

fuente: FRANCISCO ALCAIDE HERNÁNDEZ

10 causas por las que no consigues tus metas




Todos el mundo tiene Metas y a todo el mundo le gustaría conseguir aquellas Metas que se propone y que tienen que ver a grandes trazos con 3 ámbitos en torno a lo que le gustaría a una persona:

– SER.
– HACER.
– TENER.

Pero la cuestión relevante hoy es: ¿Por qué no consigues lo que quieres? A ver si te identificas con una o varias de las siguientes causas:

1. NO SABES LO QUE QUIERESTe levantas, vas al trabajo, cumples y vuelves casa. Haces tu labor, pero sin una dirección clara. Te mueves por inercia, dejándote llevar, como un autómata. Así un día tras otro. Existe una relación muy, muy, muy directa entre claridad de metas y lo que consigues. La claridad es fuerza porque entonces se pone en marcha el Sistema de Activación Reticular (SAR). La mayoría de personas no han definido por anticipado, detallado y por escrito dónde lo que les gustaría Ser, Hacer y Tener. Ya hablamos de ello en: ¿Tienes clara esta pregunta?

2. NO QUIERES LO QUE DICES QUE QUIERES
En otras ocasiones no es que no sepas lo que quieres sino que lo que dices que quieres en realidad no lo quieres. Desear no es decir lo que se quiere sino sentir lo que se quiere. Ya lo apuntaba Goethe: «Si no lo sientes, no lo lograrás». Buscas el aplauso social, la aprobación externa, lo que es cool. Ya sabes: coach, community manager, personal shopper, cool-hunter... lo que pega en cada momento. Es una opción, pero para que otros amen lo que haces tú tienes que hacer lo que amas. Cuando los sueños son prestados, los resultados suelen ser previsibles... para mal.

3. NO TE PONES EN MARCHA
Tienes claro lo que quieres pero no das el paso. Quieres tenerlo atado, ver todo el camino por delante. Pero el exceso de planificación paraliza. La Acción es la perfección de la Decisión. Decisión sin Acción es Alucinación. Piruetas mentales. La acción más pequeña vale más que la intención más grande. Somos lo que hacemos, no lo que pensamos, ni decimos, ni planeamos. Te dejo el post Sueña en grande, empieza pequeño, ¡actúa ahora!

4. NO ERES DISCIPLINADO
Te has comprometido a ir ‘sin falta’ a correr después del trabajo. Empezaste bien, con ilusión y ganas. Hasta te compraste zapatillas nuevas. Pero llega un día en que estás cansando, hace frío, chispea en la calle... y encima juega el Real Madrid partido de Champions League. Y faltas. Y por supuesto, utilizas la gran especialidad del ser humano que es justificarse: «Por un día no pasa nada». Pero sí, si pasa. El día que dejas de practicar un buen hábito te empiezas a instalarte en otro malo. Lo de correr es aplicable a hacer dieta, aprender inglés (o chino), ir al gimnasio, bailes de salón... y todas esas cosillas que tú y yo sabemos. Te dejo el post Personas gaseosa.

5. NO TIENES UN COMPROMISO DEL 100%
Si no lo entregas todo, lo que entregas es nada. El compromiso no admite medias tintas. Se tiene o no se tiene. No existen los ‘medios compromisos’. Compromiso es algo por lo que uno está dispuesto a darlo todo. Nada grande se ha logrado sin un compromiso incondicional. Compromiso y excelencia son hermanos. Como decía William Wallace en la excelente película Braveheart (1995): «Todos acabamos muertos, la cuestión es cómo y por qué». Te dejo el post El factor más importante del éxito.

6. NO CULTIVAS TU MENTE.
«Toda batalla ha de ser ganada antes de ser librada», dice Sun Tzu en El arte de la guerra. El éxito (en cualquier parcela: dinero, trabajo, relaciones) es en primer lugar mental. La riqueza es un estado de la mente. En lo que crees, te conviertes. Vives a la altura de tus creencias. Tu mente es un termostato que cuando alcanza un determinado nivel se apaga. Hay partidos que se pierden antes de saltar al terreno de juego. Lo dicho en otras ocasiones: Ganar es una decisión consciente; perder una decisión inconsciente.

7. NO CUIDAS EL ENTORNO DE GENTE.
Estás rodeado de personas a las que, a lo mejor tienes simpatía o quieres, pero cuyas conversaciones son derrotistas, limitantes, pesimistas, perdedoras. Y si los inputs que tu cerebro recibe son de ese tipo los outputs que generas son del mismo calado. Los entornos te empujan hacia arriba o tiran de ti hacia abajo. El entorno es la dirección en la que sopla el viento, y no es lo mismo navegar a favor que en contra. Como apuntaba Robin S. Sharma: «El gran peligro de estar alrededor de gente no–excelente es que empiezas a volverte como ellos sin ni siquiera darte cuenta». Un buen entorno actúa como factor apalancamiento. Somos una media de las cinco personas con las que más nos relacionamos.

8. NO TE ENFOCAS.
Aprendiz de todo, maestro de nada. Inviertes más tiempo en empezar cosas nuevas que en terminar las ya empezadas. Es el factor más importante de todo: FOCO (o en inglés FOCUS: Following One Course of action Until Successful). Si quieres tener éxito, tienes que aprender a enfocarte. La excelencia exige FOCO. Toma años dominar una actividad o profesión. Ser un referente en algo exige según algunos estudios alrededor de 10.000 horas y otros lo cifran en unos 7 años dedicados exclusivamente a eso. La diferencia entre un aspirante y un ganador es el FOCO. El genial Woody Allen lo expresaba con su ironía habitual: «Me ha llevado diez años tener éxito de la noche a la mañana». Te dejo el post El peligro de perder el Foco.

9. NO PERSEVERAS LO SUFICIENTE.
La mayor parte de la gente quiere llegar demasiado rápido a destino, y al no conseguir resultados, desiste. Y ahí radica el asunto: no lograron sus objetivos porque no invirtieron las suficientes horas hasta dar con la tecla adecuada. Todo el mundo quiere coger atajos, pero no funcionan así las reglas del juego. Recuerda siempre las palabras de Robert Frost: «Todo lo que he aprendido en mi vida se resume en dos palabras: sigue adelante». Te dejo el post del La virtud más difícil de encontrar.


10. NO ASUMES LA RESPONSABILIDAD DE TU VIDA.
Culpas a la economía, a los políticos, a tu jefe, a tu familia... Te has convertido en un experto en culpa–habilidad. Ya lo decía Erica Jong decía: «Toma tu vida en tus manos, ¿y qué es lo que pasa? Algo terrible: nadie a quien culpar». Cuando uno asume la responsabilidad de su vida, deja de buscar culpables y empieza a centrarse en hallar soluciones. La gente que no consigue resultados suele recurrir a la ‘suerte’ (mala) para explicar cómo es su vida, mientras que la gente que consigue resultados suele hablar en términos de causas y efectos.Si haces las mismas cosas que otras personas de éxito han realizado, sin ninguna duda tendrás el mismo éxito que ellos. No son especiales, no son los elegidos por la naturaleza. Tienen hábitos de éxito.


fuente:FRANCISCO ALCAIDE HERNÁNDEZ 

Los cuatro tipos de carisma y cómo aumentar el tuyo. La historia de Steve Jobs.




Pensaban los griegos que el carisma era un regalo que los dioses otorgaban a solo unos pocos. La creencia duró mucho tiempo. Hablaban de ella como una cualidad mágica que venía con el paquete genético. O se traía o no se tendría jamás. Pero la ciencia ha demostrado que los griegos erraron.

El carisma se construye mediante una serie de conductas aprendidas.

Esta es la teoría de Olivia Fox Cabane. Esta coach especializada en carisma, que trabaja para muchas de las 500 compañías Fortune, acaba de publicar un libro titulado The Charisma Myth: How Anyone Can Master the Art and Science of Personal Magnetism, en el que explica cómo labrarse una personalidad carismática utilizando métodos de terapias cognitivas y conductuales.

Dice Cabane que “en los últimos años, los psicólogos, sociólogos e incluso los neurocientíficos han demostrado en experimentos de laboratorio que se pueden aumentar y reducir los niveles de carisma de una persona solamente con la adopción de comportamientos específicos. Es como si se tratara del dial de una radio”.

“El carisma puede ser muy útil para desarrollar un liderazgo efectivo”, comenta la coach en una entrevista por correo electrónico. “Aunque hay ciertos costes que se han de pagar en función del tipo de carisma que uno quiera ejercer. Los líderes eficaces tienen que entender el tipo de carisma que tienen y las desventajas asociadas. El buen líder debería fomentar su tipología natural de carisma y desarrollar formas alternativas”.

Destruyendo mitos.

El carisma no es algo exclusivo de los individuos extrovertidos y atractivos. “La introversión puede ser una gran ventaja para ciertos tipos de carisma. No sienten compulsión por estar en el punto de mira y eso les permite desarrollar ciertas técnicas para tener carisma”, argumenta Cabane.

“Los estudios muestran que hay muchas personas carismáticas que son introvertidas. En la sociedad occidental, ponemos tanto énfasis en las habilidades y aptitudes de los extrovertidos que los introvertidos pueden acabar sintiéndose inferiores”, comenta. “Otro mito es que para ser carismático has de ser atractivo. De acuerdo, una buena presencia supone una ventaja, pero no es una condición necesaria. De hecho, el carisma hace a las personas más atractivas”.

Qué hace a una persona carismática.

“La presencia es uno de los componentes básicos del carisma. Una de las características más frecuentes para describir el carisma de un individuo es atribuirle una ‘presencia extraordinaria’. Es algo que ocurre, por ejemplo, con Bill Clinton o el Dalia Lama”, especifica Cabane.

“¿Has sentido alguna vez, a mitad de una conversación, que solo la mitad de tu cerebro está presente? Si no estás totalmente presente en una interacción, es muy probable que tus ojos vayan de un lado a otro o que las expresiones de tu rostro vayan con retraso a la conversación. Podemos creer que somos capaces de disimular que no estamos atentos, pero no es así. Si no estás presente, tu interlocutor lo ve. El carisma depende de cómo de presente estás en cada interacción”.

Pero esto es solo parte de la pócima. Igual de importantes son el “poder” y la “calidez”. “El poder es entendido como la habilidad de afectar el mundo a nuestro alrededor y la influencia sobre otros, ya sea mediante medios financieros, intelectuales, sociales o físicos. Buscamos pistas del poder de un individuo en su apariencia, en el lenguaje corporal y en la forma en la que otros reaccionan ante él”.

“La calidez es la voluntad que muestra hacia los demás”, continúa. “Esta cualidad muestra si esa persona querrá utilizar su poder en nuestro favor. Esta cercanía se mide de forma más directa que el poder, preferentemente mediante el lenguaje corporal y el comportamiento. Mediante la interacción, buscamos pistas, de forma instintiva, para evaluar la calidez y el poder de una persona. La ropa cara, por ejemplo, nos hace asumir riqueza; un lenguaje corporal amigable nos hace creer que hay buenas intenciones; una postura segura nos lleva a pensar que esa persona tiene algo en lo que confiar. En esencia, la gente tiende a aceptar lo que tú proyectas”.

¿Cómo aumentar tu carisma?

Existen algunas formas de aumentar el “magnetismo personal” y la forma más rápida de hacerlo, según la experta, es el método del “lenguaje corporal alpha gorila”. Esto consiste en:

“Primero, respira. No puedes imponer nada si no tienes oxígeno. Una de las primeras cosas que les pregunto a mis clientes cuando trabajamos en desarrollar un lenguaje corporal carismático es: ¿Cómo es tu respiración ahora? Si es superficial, activas una respuesta de estrés. Es difícil sentirte calmado, relajado y confiado cuando no tienes demasiado oxígeno y tu cuerpo cree que está en modo de ataque o huida. Asegúrate de que puedes respirar bien. Evita, por ejemplo, la ropa ceñida. Respira profundamente, despacio… Una respiración plena puede reducir, de forma instantánea, tus niveles de estrés, aumentar tu sensación de seguridad y bienestar, e incluso fortalecer tu sistema inmunológico. Haz la prueba. Inhala despacio mientras cuentas hasta 5, mantén la respiración durante 2 segundos y exhala mientras cuentas hasta 5 otra vez.

“Segundo, levántate y sacude tu cuerpo. Mueve tus brazos y tus piernas. Balancéalas hacia arriba y hacia abajo. Busca el equilibrio y posa tus pies fírmemente sobre el suelo. Una postura estable te ayuda a sentir y proyectar más confianza. La primera tarea de tu mente es monitorizar tu seguridad, ya sea tu habilidad de escapar de depredadores o tu habilidad de permanecer erguido”.

“Ahora imagina que eres un gran gorila. Infla tu pecho como si quisieras duplicar tu tamaño. Asume que una postura fuerte y confiada te dará más confianza y más poder. Las personas que adoptan posturas expansivas experimentan un cambio fisiológico real. En un experimento se vio que estas posiciones aumentan un 19% las hormonas que aportan reafirmación personal y energía, y reducen las hormonas de la ansiedad en un 25%”.

“Si aumenta la confianza, el lenguaje corporal actúa en consecuencia. Esto se convierte en un estímulo bioquímico y el ciclo se va construyendo sobre sí mismo. Practica y un lenguaje corporal basado en la seguridad se convertirá en tu segunda naturaleza”.

Tipos de carisma.

Hay cuatro tipos de carisma en los negocios, según Olivia Fox Cabane. “Enfocado, visionario, amable y autoritario”.

“El enfocado se basa fundamentalmente en la percepción de presencia. Esta actitud da a las personas la sensación de que estás plenamente con ellas, escuchándolas y absorbiendo lo que dicen. Este tipo de líder carismático hace que los individuos se sientan escuchados y comprendidos”, explica. “No minusvalores este tipo de carisma. Puede ser muy poderoso. Elon Musk, fundador de PayPal, es un ejemplo perfecto”.

“El visionario hace que otros se sientan inspirados. Hace que las personas crean en algo. Puede ser muy efectivo aunque no significa que convenza a otros individuos. Es el caso de Steve Jobs. Era temido en su compañía y tenía muchos detractores dentro y fuera de la compañía, pero incluso ellos admitían que era visionario y carismático”.

“El carisma amable se basa en la calidez. Conecta con el corazón de las personas y los hace sentir acogidos y totalmente aceptados. El Dalai Lama es conocido por esta cualidad”.

“El carisma de autoridad se basa en la percepción de poder y en la creencia de que esa persona tiene el poder de influir en nuestro mundo. Esta forma de carisma es, probablemente, la más poderosas de todas. Nuestra deferencia instintiva hacia la autoridad puede tomar dimensiones épicas y, por supuesto, puede resultar totalmente positivo o negativo. Colin Powell y Stalin encarnan este tipo de carisma. La reacción humana toca niveles profundos en nuestros cerebros”.

El carisma aprendido de Steve Jobs.

El cofundador de Apple no nació con carisma. Ni siquiera lo tenía la primera vez que hizo una presentación pública, según Fox Cabane. Lo aprendió. Dice la coach que “cuando Jobs presentó el Macintosh, en 1984, su dominio del escenario era prácticamente inexistente. Pasó la mayor parte del tiempo escondiéndose detrás del atril. En el momento en el que lo abandona para cruzar el escenario, todo quedó oscuro. La audiencia quedó abandonada”.

En aquella época, “el tempo de su discurso era pobre. Había muchos tiempos muertos, muchas pausas injustificadas, en su discurso. Leía sus notas y no tenía ningún compromiso con la audiencia. Su lenguaje corporal mostraba muy poca seguridad. Sus hombros estaban encorvados. Miraba a menudo a sus zapatos. Parecía tímido, torpe, inseguro… Los gestos que hacía eran innecesarios y distraía la atención de la audiencia sin ningún sentido”.

En 1996 su presencia en el escenario cambia. “Va de un lado a otro en vez de permanecer detrás del podio. Se ve más cómodo y seguro. Habla con mayor fluidez. Mira a la audiencia. Su lenguaje corporal muestra más confianza. Mira al frente y se mueve en un espacio mayor. Sin embargo, a pesar de todo, aún parece nervioso y un poco nerd”, añade la coach.

“Todavía utiliza muchos gestos inútiles. Mueve sus manos para compensar su incertidumbre de ser capaz de hacer el énfasis suficiente en lo que quiere decir. Esto también se refleja en su lenguaje. Puntualiza sus frases con expresiones como ‘umms’ o ‘ahs’, usa demasiadas palabras y emplea una jerga muy técnica. La presentación era incomprensible para el público generalista”.

“El Steve Jobs del año 2000, el que anunció su vuelta como CEO de Apple y el que presentó el Apple G4 en la convención MacWorld, es una persona completamente distinta. Su dominio del escenario es total. Se ha convertido en un showman”.

“Solo mira sus zapatos una vez. El contacto visual es sobresaliente. Apenas hace gestos con las manos y ahora las utiliza para enfatizar palabras en vez de como sustituto. Tiene confianza total en sí mismo. Su lenguaje verbal es mucho más conciso. Hace suya la frase: ‘One more thing’ y mucha gente piensa que es suya”.

“Su discurso está creado metódicamente. Utiliza técnicas teatrales en su presentación. Usa las mismas técnicas que los magos profesionales para dirigir la atención de la audiencia. Los trucos escénicos y de magia se convierten en un signo distintivo de su presentación. En la presentación del iPod Nano, en 2005, por ejemplo, revela el dispositivo, que ha estado escondido en su bolsillo durante toda la presentación, ante una audiencia que al verlo dice: ‘Aaahhh… Ooohhh…’. Jobs dirige la atención de su público a dónde quiere”.

“En 2007 ya sabe que está en el negocio del entretenimiento. Sus presentaciones son 100% entretenimiento. Su marca personal se muestra claramente en su ropa. Nunca la cambia. Todo el mundo la espera así y le encanta”, continúa la experta. “Su lenguaje corporal es ahora muy fácil de entender, casual y cómodo. En algunas ocasiones, parece elegante, casi un caballero. Ahora no solo tiene confianza. Se siente a gusto. Podría estar en el salón de su casa. Es un diálogo íntimo con su audiencia”.

“Su confianza se muestra no solo en su lenguaje corporal. Se ve también en el uso deliberado y dramático que hace del silencio. Se siente cómodo haciendo a la audiencia esperar a sus siguientes palabras. De hecho, juega con ella. Bromea sobre la audiencia y sobre el público”.

“Mientras aumenta su humor en el escenario, incrementa su calidez. Algo que tiene sentido porque para que las bromas no sienten mal. Y como aumenta su poder y su confianza, tiene que compensarlo con mayor calidez”.

En su lenguaje, Jobs introduce las palabras ‘bonito’, ‘increíble’ o ‘amor’. Términos que jamás aparecieron en 1984, de acuerdo con Cabane. En un tono amable, el CEO de Apple ya se atreve a decir: “Hemos hecho una cosa bonita para tus manos”.

En 2011 la cosa llega aún más lejos. “Muestra humanidad y vulnerabilidad. Expresa sobrecogimiento. No solo orgullo. Bromea sobre sí mismo y sobre Apple. Habla sobre los defectos de sus productos y bromea sobre ellos. Nunca antes había hecho esto pero estaba ya perdiendo su energía… Confiaba más en los datos que en su presencia en el escenario y el efecto wow. Incluso compartió presentación con otras personas”.

Cómo nos manipulan los medios de comunicación. Quince maneras de engañar.



Los medios de comunicación son como los gatos. Hacen compañía en el sillón, se encargan ellos solitos de sus cosas y hasta queda bien tenerlos. Pero los gatos a veces arañan y los medios de comunicación a veces engañan. Por eso, y por otras cosas, ya no son imprescindibles.

También nos engañan las redes sociales, aparentemente gratis y con un precio altísimo a nuestra costa. Pero a los medios, como a los gatos, hay que entenderlos. La mejor forma de evitar arañazos es saber qué es susceptible de provocarlos.

El contenido de este artículo tiene un origen: una clase de Periodismo en la Universidad Carlos III, en la que soy profesor. La asignatura en cuestión, de la que algunos alumnos se examinan en unos días (hola alumno y de nada por facilitarte los apuntes de este tema) trataba la interpretación periodística, es decir, la forma en la que los medios de comunicación explican la realidad. ‘Realidad’, mejor dicho, así entre comillas.

No entraré en el detalle de esas comillas porque un señor llamado Paul Watzlawick lo explicó antes y mejor que yo en su libro ‘How real is real?‘ (traducido en España como ‘¿Es real la realidad?’). Venía a decir, a grandes rasgos, que la realidad que percibimos no es una realidad completa sino una realidad mediada, la interpretación de una realidad a través de la ideología, los intereses económicos y otros condicionantes que tienen los medios de comunicación, como su influencia en el lector.

Hay grandes formas de hacer lo contrario que se supone que tenemos que hacer los periodistas: mentir, manipular datos, olvidar la presunción de inocencia al señalar culpables o usar la demagogia como reclamo para conseguir titulares llamativos. Esos son los clásicos, y algunos los tenemos a diario en nuestras televisiones, radios y periódicos. Pero… ¿y las sutilezas?

Volviendo al símil del gato, y resumiendo el contenido de la clase que da origen a este texto, podríamos decir que hay al menos quince elementos que hacen que el gato nos arañe. Es decir, quince formas más o menos sutiles con las que los medios nos toman el pelo… y lo consiguen.

Usando las palabras

Las palabras importan, y mucho. Son los ladrillos con los que se construye la pared del discurso. Y no da lo mismo usar unos materiales que otros. Por ejemplo, añadiendo adjetivos. En ese caso, adjetivos de casi cualquier tipo. Uno de mis ejemplos favoritos es el del “sanguinario De Juana”. Era la coletilla que la prensa conservadora usaba junto al nombre del terrorista, como para indicar que era más malo de lo normal. O “ilegal” Batasuna, como si en diez años de Ley de Partidos hubiera un sólo español que no supiera que la formación estaba ilegalizada.

Los adjetivos son el ejemplo más evidente, pero hay más. Los adverbios, por ejemplo. “El Gobierno reconoce ahora que sube el paro” implica cierto ensañamiento en el reconocimiento. Estaba equivocado y rectifica, y es tarde. O nombres, en general.

Volviendo al mundo abertzale, llama la atención las palabras que algunos medios usan para hablar de Bildu o Amaiur. “Batasuna”, les llaman. Y no, no es lo mismo. Perdonarán el paralelismo, pero llamar Batasuna a Amaiur es como llamar Alianza Popular al PP, más o menos. Y el uso de ese nombre no es casual: es una forma de decir que siguen siendo los mismos, antes o después de que ETA matara, y que da igual que en la coalición abertzale haya grupos políticos que hayan rechazado siempre la violencia (como Alternatiba, Eusko Alkartasuna o Aralar).

Uno de los ejemplos más llamativos de los últimos meses fue la portada de La Razón de “golpe a la democracia” para referirse a las manifestaciones en el entorno del Congreso. La elección de las palabras, la carga de la imagen y la calle donde se producían los hechos retrotraen a otras épocas y otros métodos de protesta más propios de los militares de entonces.

Es una evocación como la que provoca usar expresiones con significado compartido en un imaginario colectivo. Por ejemplo un titular del estilo “El bueno, el feo y Mourinho” (este titular me lo invento). El que sí era real era uno reciente de que Venezuela elegía “entre un viejo conocido y un nuevo por conocer”. Sobra explicación.

Usando las ideas

Las palabras a veces son engañosas, porque lo que parecen sinónimos en realidad no lo son. El uso de una palabra u otra denotará la fuerza con la que el medio en cuestión apoya o no una postura. Hagamos la prueba:

“El Gobierno pide” indica una situación de inferioridad. “El Gobierno solicita” es algo más igualitaria, pero todavía denota una postura desfavorable. “El Gobierno plantea” ya introduce la imagen de debate de igual a igual. “El Gobierno reclama” implica un choque, una reclamación sobre algo que considera justo. “El Gobierno exhorta” indica fortaleza en la posición. “El Gobierno exige” tiene una carga de confrontación absoluta. Cambia bastante el la forma de titular, ¿verdad?

Una técnica muy común en confidenciales de internet es la de no distinguir visualmente lo que es opinión e información. De hecho, en muchos de ellos todo es opinión, pero aunque no lo fuera la información se contamina de la opinión y el lector acaba por no saber qué es qué.

Otra técnica, también muy común en muchos informativos televisivos, es optar por el uso del sensacionalismo para retorcer titulares y argumentos hasta el extremo. En la portada de la izquierda, por ejemplo, hablaban del objeto de la imagen como de un hacha con la que se habían agredido en el Metro… cuando es un laringoscopio.

Pero la reina absoluta es la técnica de cambiar la historia, bastante típica por cierto en los teletipos de un tiempo a esta parte. Por ejemplo, titular con que Telemadrid anoche aprobó reducir el presupuesto un 34%. Cualquiera con sentido común sabrá que lo más importante de la noticia no es eso, que está muy bien, sino el hecho de que se aprobaba despedir a 860 personas, nada menos que el 75% de la plantilla. A saber qué intereses tendrá la agencia de información pública para titular así.

Lo mismo sucedía, por ejemplo, con la forma en la que un diario contaba la historia del sueldo de María Dolores de Cospedal. Hubo quien dio la cifra total, quien calculó el neto, quien se centró en que cobró por tres sueldos supuestamente de dedicación exclusiva… Opciones había casi tantas como ceros en la cantidad en cuestión. Pero hubo un diario que tituló que la secretaria general del PP había cobrado un tanto por ciento menos que el año anterior ¿Falso? No, es verdad. Pero ¿de verdad es esa la noticia?

Construcción de la realidad

La noticia no es, la noticia se construye, diría Watzlawick. Y eso es lo que hizo un semanario político de gente muy sesuda en EEUU en uno de los primeros sondeos electorales que se recuerdan: preguntó a sus lectores quién ganaría las elecciones y por abrumadora mayoría salió el candidato… que acabó perdiendo. Disculpad que no dé nombres, pero no los recuerdo.

La historia, no obstante, se repite a diario: “El nosecuantos por ciento de nuestros lectores cree que el Madrid…” Claro, el resultado cambiará si la encuesta es en As o en El Mundo Deportivo. Pero no, una encuesta a tus lectores no es representativa porque tus lectores, por norma general, piensan como tú.

Esa misma generalización se da no sólo con las opiniones, sino también con las corrientes ideológicas. “La calle pide”. “Los españoles creen”. No, ni ‘la calle’ pide ni ‘los españoles creen’. Un determinado porcentaje sacado de una muestra -cabe esperar que- representativa de lo que se supone que es la sociedad ha dicho algo. Y a saber cómo era la pregunta y si todos han respondido exactamente lo mismo. Por lo general generalizar es engañoso.

Más engañoso es, sin embargo, mostrar reacciones abiertamente diferentes ante un mismo hecho. Como los españoles somos gente olvidadiza por lo general, un ejemplo recurrente es el del terrorismo. El Mundo, diario que en sus principios fundacionales incluye respetar el derecho de autodeterminación, hablaba hace unos años de un “valiente paso de Aznar hacia la paz” cuando anunció conversaciones con ETA. Ni que decir tiene que su reacción cuando lo hizo Zapatero fue bien distinta.

Pero por si ese ejemplo os queda lejos, nada mejor que comparar la reacción de ABC cuando la prima de riesgo subía con Zapatero o cuando bajaba desde una cota mucho mayor con Rajoy. O la reacción de elmundo.es con las muertes de Carrillo y Fraga. Ejemplos hay a millones.

En esa misma línea también está la sobrerrepresentación de realidades y la infrarrepresentación de las mismas. Por ejemplo, cuando un periódico abre todos los días durante muchísimo tiempo con una misma historia aunque nadie más le dé importancia. Por no insistir con El Mundo y lo que hizo durante años con el 11M, también estuvo El País con el caso de los espías del PP en Madrid.

Pero hay que reconocer que en ese sentido los compañeros de El Mundo son más perros de presa, que cogen una historia y no la sueltan: que se lo digan a Blanco y la operación Campeón, o al supuesto chivatazo del bar Faisán.

Más grave es, directamente, crear o ignorar realidades. Hay medios que nunca informarán de nada sobre homosexuales, o sobre ningún tipo de noticia negativa sobre determinadas personas que invierten en la empresa. O nunca hablarán bien de libros que no pertenezcan a un sello editorial del grupo mediático.

La importancia del contexto

Lo que hace que algo sea noticia o no es lo que periodísticamente -al menos en mi época de estudiante- se conocía como ‘valores noticia’. Si quieres parecer más académico puedes decir ‘criterios de noticiabilidad’. Es decir, una especie de cuestionario que se aplica a una historia para saber si interesa o no.

Influyen muchas cosas, desde dónde sucede hasta a cuánta gente afecta, pasando por si hay alguien conocido implicado. Pero un criterio de noticiabilidad clásico del periodismo es ese que viene a decir que el hecho de que un perro muerda a un hombre no es noticia, pero que un hombre muerda a un perro sí lo es. Es decir, primar lo espectacular y novedoso a lo cotidiano.

Sólo en un contexto así cabe una fotogalería como la que recientemente publicó The New York Times sobre España. Las fotos son preciosas, dramáticas (gracias sobre todo al nivel de definición en blanco y negro). Pero.. ¿son representativas? ¿Es toda España gente que busca comida en los contenedores o que sale a la calle a protestar en camiseta imperio? Obviamente, no.

No hace falta ir tan lejos para encontrar ejemplos: qué barato y entretenido resulta llenar los informativos televisivos de vídeos de YouTube. También los portales online, claro, porque algunos dirigentes suelen pensar que si hay un millón de personas que han visto ese vídeo en YouTube igual queda algún lector que aún no lo ha visto y curiosamente va a tu página a verlo.

Como siempre, el contexto lo es todo. Recuerdo una campaña de Marca de hace muchos años en la que la cámara hacía un plano cerrado sobre la portada, en la que se leía “Butragueño al Barça”. La cámara se iba alejando hasta que al final se veía la frase entera “Butragueño: Nunca iré al Barça”. Algo similar pasa cuando cortas una frase en una entrevista. Cuando sacas una idea de contexto y la llevas al titular. O, peor, cuando usas una frase dicha en la última respuesta, casi de refilón y sin relación alguna con el resto del cuestionario, para titular.

Pero el mayor poder de descontextualización lo tienen, sin duda, las imágenes. Un solo segunda basta para captar una imagen que sea radicalmente diferente a la del segundo siguiente. Un mal gesto, un giro de cara, un pestañeo. O, directamente, una expresión determinada. Ejemplos, a patadas.

Mi favorita es esta última: la sutil diferencia de las fotos. En una portada Mas parece agachar la cabeza y estar por debajo, en la otra están al mismo nivel y mirándose. En una las palabras son “defender” y “pacto”, en la otra “cara a cara” y la idea de “Cataluña en España”. Un tema, dos realidades bien diferentes.

¿Aún te gustan los gatos? Una vez aprendes a conocerles tienen su encanto, no creas. Aunque a veces arañen.


Por Borja Ventura.
Yorokobu.

¿por qué tenemos memorias irrastreables o extraños pensamientos espontáneos?


La mente humana tiene, sin duda, un diseño tan apasionante como complejo. Y debido a lo anterior aún mantiene, quizá para nuestra fortuna, múltiples misterios frente a cualquier análisis racional que podamos aplicarle. Así, sobre esta enigmática pasarela, desfilan los deja vus, los sueños lúcidos, los presentimientos, etc. Y a este delicioso bestiario de intrigantes fenómenos podríamos agregarle un par: el surgimiento espontáneo, y en flagrante descontextualización, de pensamientos y memorias que, o bien son prácticamente irrastreables dentro de nuestro acervo consciente, o simplemente se presentan como pinceladas inexplicables –pulsos intra-comunicativos que parecieran no tener justificación de ser–.

Por este par de fenómenos me refiero a recuerdos paradójicamente olvidados que de pronto se manifiestan sin un detonador que desate su re-existencia, a pensamientos ‘ridículos’, como por ejemplo de pronto pensar en el vuelo de un ave, cuando ninguna de las circunstancias del momento parecen ameritarlo, o apuntar la mente hacia un elemento fuera de lugar, como por ejemplo un espárrago durante una junta de negocios, sin tener hambre de por medio, o sin haberle dedicado un lugar en tu mente desde hace largo tiempo –lo cual aumenta la extravagancia de su presencia pues no existe antecedente autobiográfico que arroje luz sobre su rastro–.  

A pesar de que no todas las personas experimentan este tipo de mensajes ‘aleatorios’, conocidos como mind pops en inglés, psicólogos han detectado que la mayoría recibe este tipo de memorias involuntarias aproximadamente una vez cada día. Y de acuerdo a un estudio realizado por (Kvavilashvili y Mandler) en 2004, estas suelen manifestarse durante actividades rutinarias, por ejemplo caminando en la calle o haciendo labores de limpieza doméstica. Según este par de investigadores, en muchos casos este tipo de memorias puede rastrearse, inclusive a estímulos recientes, pero que sencillamente no son registrados en el plano de la conciencia.

“… mientras arrojaba una bolsa de basura en un contenedor la palabra ‘Acapulco’ súbitamente emergió en su mente, y como LK no tenía idea de que significaba o cual podría ser su procedencia, recurrió a un familiar para intentar resolver el misterio. Para su sorpresa resultó que la palabra Acapulco había sido mencionada en la televisión, durante un noticiario que ella había visto 45 minutos antes” 

Si bien el caso  aquí citado resulta un tanto burdo por la simpleza, de acuerdo con Kvavilashvili y Mandler este mismo patrón ocurre con asociación de ideas, es decir, si en algún momento recibes, inconscientemente un estímulo relacionado, por ejemplo, con las fiestas navideñas, tal vez una hora después podrías alojar de forma espontánea la improbable melodía de un distante villancico, a pesar de que en ese momento nada justifique, aparentemente, su aparición.

Lo anterior, en caso de que realmente explique el fenómeno de los mind pops, nos remite a la hipertsofisticación de nuestra mente: planos paralelos de pensamientos que varían de acuerdo a contextos puntuales, pero también a las casi infinitas asociaciones que los elementos de un cierto escenario pueden detonar a través de los campos de la memoria –como una especie de multiengranaje holográfico funcionando a tiempo real pero, simultáneamente, hackeando la noción lineal del tiempo espacio–.

Por otro lado, y sin intentar derrocar la hipótesis de Kvavilashvili y Mandler, en lo personal este tipo de fenómenos me remite, inevitablemente, a la existencia de ‘mantos’ de información compartida –delineados elegantemente en modelos como la Nóosfera, propuesta por Teilhard de Chardain, o los campos morfogenéticos, de Rupert Sheldrake. Más allá de la verdadera explicación de estas memorias aleatorias, creo que es un fenómeno que encarna un útil recordatorio: nuestras conciencias están inmersas en un permanente e intenso intercambio de información, ya sea sensorial, histórica, racional, deductiva, estética, etc. Estamos esencialmente diseñados para recibir, procesar, y transmitir data, en un delicioso ejercicio que no es coartado por las leyes tradicionales de la física –me refiero a que está transmisión de información puede concretarse más allá del tiempo, el espacio, o la voluntad–. Y avanzando un paso más allá en esta especie de romántica, pero no por eso descartable, hipótesis, parece que estamos, una vez mas, ante un pretexto para postular, la unidad como máximo modelo de este universo: el reconfortante mantra ‘todos somos uno’–y nuestra conexión con lo ‘demás’ es tan sólida que sus efectos toman por asalto hasta lo más íntimo e individual de nuestra vida: las memorias y los pensamientos.

Fuente: web

Ocho consejos para mantener alto tu nivel de creatividad todos los días.


Luego de unas vacaciones mas o menos movidas hay que regresar al trabajo y continuar con las rutinas, algunas de estas rutinas son maratones de trabajo que por lo regular tienden a desgastarnos tanto que al fin de la primera semana de vuelta al trabajo, necesitamos urgentemente otras vacaciones para podernos reponer y seguir rindiendo.

Para algunos otros son solamente ocho horas y lo que hayas podido hacer, por lo que el estrés es similar a estar doce horas frente a una computadora en un lugar cerrado.

En este punto los emprendedores la tienen más difícil: por lo general sus horarios de trabajo son más extendidos que los de un colaborador, sus tareas son multitasking, la comunicación disruptiva y el nivel de estrés por crecer rápidamente pone a prueba algo más que su talento.

Estas jornadas tan largas no solo tienden a cobrar las facturas físicas de cansancio, también tienden a acabar pronto con la motivación y productividad de la gente porque las preocupaciones laborales no se quedan junto con el ordenador, el escritorio y el edificio, se van con uno a casa, a la mesa a cenar con nosotros y también a dormir.

Sobre este tema, el emprendedor argentino Rodrigo Teijeiro, fundador de Fnbox y reconocido por el MIT como uno de los emprendedores sub35 más innovadores de la región,  indica al importancia de vivir en balance del ser humano:  ” trabajar sí, pero familia, amigos y deporte también. El emprendedor no se desespera si tiene su cable a tierra.”  Te recomiendo ver su charla.

Las dinámicas de trabajo que son tan largas y tan pesadas van generando o transformando en el tiempo en el que transcurre la semana a personas altamente irritables, apáticas, depresivas, ansiosas y con achaques de salud como frecuentes dolores de cabeza y estomacales debido al estrés.

Ya he escrito que hacer como empleado o emprendedor y que pasas mucho tiempo sentado trabajando y que por convicción pasas jornadas de por lo menos doce o diez y seis horas creando, trabajando, organizando entre otras actividades.

De las cosas que puede hacer para mantener la energía que va a permitirte mantener la motivación en alta son las siguientes:

1. Descansa bien por las noches, procura no pensar en lo que tienes que hacer al día siguiente, para eso están las agendas.

2. Desayuna bien, el desayuno provee la mayor parte de la energía que consumes durante el día o al menos de la parte más pesada de él.

3. Toma descansos cada x horas, pero toma descansos de 10 o 15 minutos, tanto tiempo de concentración en un solo tema es desgastante y mata la creatividad.

4. Hacer To-Do-Lists normalmente es estresante, escribe pocas tareas y que las que escribas sean las más importantes dentro de todo lo importante que tienes por hacer que no has hecho y que necesita atención que no pueden ser más de diez cosas.

5. Mantente energizado (no, el puerto usb de la compu no es suficiente), bebe cafeína con moderación, mantente hidratado y come saludable.

6. Relájate después de trabajar y antes de regresar a casa, toma un descanso ligero y realiza alguna actividad que disfrutes como jugar, leer, etc. la idea es que sea antes de regresar a casa para que puedas separar tu yo laboral del yo regular de casa o personal.

7. Cuida tu salud, haz ejercicio de manera regular aunque no sea necesariamente ir al Gym o nadar, caminar del transporte a tu casa o trabajo no es ejercicio, tampoco cuenta correr detrás del transporte.

8. Trata de mantener un sentido de “vida después del trabajo” si no, el trabajo va a ser tu vida y la creatividad muere con ello, busca que hacer luego del trabajo.

Si existe la vida después del trabajo, pero más importante, todo esto es lo que va a mantenerte motivado, contento con lo que haces, creativo, proactivo y sobre todo, ves mejor las soluciones a los problemas del día a día.