La creatividad no es más
que la unión de la imaginación con lo práctico, nosotros nos podemos imaginar algo
y mediante lo práctico lo podemos llevar a cabo, utilizando para ello todos
nuestros conocimientos. El ser creativo implica saber combinar los
conocimientos que tenemos para desarrollar algo novedoso y funcional. Decimos
novedoso y funcional porque lo que desarrollemos tiene que ser algo que no
exista, o bien una mejora de algo ya existente, en ambos casos se tiene que
satisfacer una necesidad, ya sea personal, corporativa o social. Sin embargo,
como todo en la vida, ser creativo no es fácil; esto debido a la gran cantidad
de barreras que la misma sociedad le ha impuesto a la creatividad. A
continuación se presenta una clasificación y explicación de dichas barreras. La
clasificación consiste en agrupar las barrearas en dos grandes grupos, las
personales y las educativas. Analizando las barreras personales encontramos lo
siguiente: estas barreras son propias de cada individuo, si psicológicas y las
podemos clasificar de la siguiente forma:
1-. El miedo al cambio.
2-. La rutina.
3-. El temor a
equivocarse.
El miedo al cambio se
refiere al hecho de que la mayoría de las personas tienen miedo a cambiar algún
aspecto de su forma de comportarse debido, principalmente, a que no saben que
podría ocurrir si lo hacen, es decir, le tienen miedo a lo que no conocen.
En el segundo punto nos
referimos a la rutina de nuestras vidas; la mayoría de nosotros no necesitamos ser
creativos, en el estricto significado de la palabra, para realizar nuestras
actividades básicas, tales como asistir a la escuela, al trabajo, ir de
compras, etc. Este tipo de barreras son lo que se define como un mal necesario,
porque sin ellas simplemente no habría orden en nuestra existencia y
difícilmente lograríamos nuestros propósitos y objetivos.
El tercer punto nos habla
del temor a cometer errores. La mayoría de nosotros tememos emprender una acción
nueva y diferente a lo usual por temor a equivocarnos. A nadie le agrada quedar
en ridículo ante los demás o perder algo valioso al implementar o incursionar
en algo nuevo, sin embargo, recordemos que el que no arriesga no gana.
Analizando ahora las barreras educativas, encontramos que éstas son producto de
la educación que recibimos desde nuestra niñez en las aulas. Dentro de estar
barreras se encuentran las que tienen su origen en la falta o existencia de
conocimientos en una persona.
Dentro del primer grupo se
encuentra la ignorancia, es muy difícil tener una idea creativa sin
conocimientos básicos por lo menos. Ahora bien, aquí nos encontramos con una
contradicción, ya que hemos dicho que existen barreras por la existencia de
conocimientos y, sin embargo, sin conocimientos no hay creatividad.
El problema con los
conocimientos no es tenerlos, sino más bien el problema radica en la forma en
que se obtuvieron. Aquí es donde nuestro sistema educativo tiene mucho que ver,
ya que es este el causante de muchas de las ya mencionadas barreras.
Nuestro sistema educativo
está orientado, en gran medida, a enseñarnos que sólo existe una respuesta correcta
para cada problema. Desafortunadamente muchos de los problemas que se nos
presentan a diario no tienen una solución única, ya que dependiendo del punto
de vista con que se analice el problema se decidirá su solución. Es decir, para
un mismo problema cotidiano, varias personas pueden encontrar diferentes
soluciones, debido a que cada una lo ve desde su personal punto de vista, en
otras palabras, de manera abstracta. Esta tendencia del sistema de educación
nos hace perder nuestra imaginación, cierto es que agiliza nuestro pensamiento
lógico, pero al mismo tiempo destruye nuestro pensamiento creativo. Durante
gran parte de nuestra vida se nos enseña que todo tiene un procedimiento ya
definido, una forma de ser específica, un método a usar, etc., y que no puede
cambiar nunca; en otras palabras, nos atrofian la mente impidiéndonos tener
ideas, se nos impide pensar.
Una persona promedio, en
el curso de su carrera realiza alrededor de 2600 exámenes como mínimo. La mayoría
de estas pruebas exigen una sola respuesta específica para cada pregunta. Como
se puede apreciar, se nos enseña a buscar una, y solo una, respuesta para cada
problema, acostumbrándonos a que en el momento de encontrar la primera solución
aceptable, detengamos todo el proceso de búsqueda y demos por resuelto el
problema aún cuando, en la mayoría de los casos, ésta respuesta no sea la única
ni la más indicada
También tenemos como
barrera educativa el hecho de que desde pequeños se nos inculca, algunas veces de
manera indirecta y otras no tanto, que el maestro es siempre el que m{as sabe y
que los alumnos nunca sabrán más que él. Esto nos acostumbra a aceptar como
verdadero todo lo que el maestro nos enseña, sin pensar en la posibilidad de
que se pueda equivocar o darnos cuenta de que sus ideas pueden ser ya
obsoletas. En mi experiencia, tanto de alumno como de docente, me he dado
cuenta de que los maestros nos podemos equivocar porque antes que nada somos
humanos.
Son pocos los estudiantes
que realmente se esfuerzan por aprender y poder superar a sus maestros, la mayoría
de estos estudiantes tienen una visión más amplia de lo que significa realmente
aprender y de cómo aplicar sus conocimientos en algo verdaderamente productivo,
es decir, tienen una mente creativa.
Otra barrera a la
creatividad por parte de nuestro sistema educativo es la burocracia. Es un
hecho lamentable que en muchas instituciones de enseñanza de distintos niveles,
se antepongan los intereses económicos a los intereses educativos. Muchos
estudiantes tienen deseos por hacer algo productivo, por ayudar a la sociedad
y, sin embargo, se encuentran con que su misma escuela, la que debería
ayudarlos en todo para que desarrollaran toda esa creatividad, les niega el
apoyo por falta de recursos económicos.
Esta falta de apoyo puede
tener varias causas, desde un bajo presupuesto a las escuelas hasta la cerrazón
de los directivos a no ver más allá de sus narices y darse cuenta de la gran
oportunidad que representa para la institución y la sociedad el apoyo a las
ideas de sus educandos. En todos los casos podemos ver una falta de creatividad
en los directivos ya que no es posible detener el progreso por falta de dinero
o porque se piensa que no va a funcionar. Para terminar con estas barreras es
necesario dejar a un lado la idea de que si no tengo el recurso no lo hago, es
necesario pensar en que si no lo tengo lo consigo.
Existen muchas empresas
privadas que apoyan este tipo de actividades por que saben del potencial que guardan.
Vencer estas barreras
implica cambiar nuestros paradigmas actuales de enfrentarnos a la vida. Esto
quiere decir que debemos vencer nuestros miedos y tratar de hacer las cosas de
diferentes formas. Recordemos que siempre hay una manera mejor de hacer las
cosas y cada una de esas formas es susceptible de ser mejorada. Asimismo,
debemos reconocernos como seres creativos, capaces de generar respuestas diferentes
a las tradicionales.
Como dijo Goethe: “Amo a
los que sueñan con imposibles”. Si somos capaces de hacerlo, de soñar con imposibles
y realizar esos sueños, habremos abierto las puertas a la creatividad.
Ponencia presentada en el
Foro “Tu y la Creatividad” en el Instituto Tecnológico de Chilpancingo
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