Expectativas vs Realidad: Empresa

Desarrollo profesional. 7 maneras de mejorar tu creatividad.



La creatividad puede no ser siempre innata, sino que también contribuyen muchos factores externos que permiten crear un delicado equilibrio entre la capacidad mental y el aprendizaje por medio de experiencias.

Es por ello que he querido desarrollar este artículo, para mostrarles algunos puntos de cómo incrementar esa creatividad observando diversos enfoques mentales y ambientales, ayudándonos a mejorar nuestra producción creativa:

1. Restringirse

Esto puede sonar contraproducente ya que parece una limitación al concepto de libertad creativa, pero en realidad es poner restricciones a ti mismo mientras creas, una manera de “resistencia” que te impedirá volver a las ideas antiguas y desarrollar tu lado más creativo.

Por ejemplo utilizar la menor cantidad de colores en un diseño, unos cuantos acordes para una canción y hasta unas 500 palabras para un cuento en lugar de 1000 palabras. Estas restricciones te pondrán alerta y tendrás que ver fuera de tu zona de confort.

2. Volver a conceptualizar el problema

Se ha observado que las personas creativas tienden a re-conceptualizar los problemas con más frecuencia antes de comenzar una tarea creativa. En lugar de ver el objetivo final de un proyecto creativo, lo mejor es visualizar el problema, ver el panorama por diferentes ángulos antes de comenzar.

Es decir, si por ejemplo piensas “necesito crear una pintura memorable”, esto hará que te limites y fuerces tus capacidades, en lugar de pensar en cómo llegar a plasmar tus sentimientos y preguntarte "¿qué tipo de pintura podría evocar la sensación de soledad que sentimos después de una ruptura?". De esta forma tu capacidad creativa llegará por si sola sin forzarla.

3. Mantener una actitud positiva

Aunque los estados de ánimo negativos a veces pueden estimular la creatividad, se ha encontrado que durante fuertes estados de ánimo positivos, nuestro trabajo creativo se realiza fluidamente. De hecho, el sentimiento de amor o incluso pensando en el amor fue demostrado para estimular mejor el pensamiento creativo.

Como un impulso rápido se puede generar un "lugar positivo" que no sea tan trivial y que de igual manera provoque un mejor estado de ánimo, como por ejemplo un ejercicio rápido, imaginar el futuro o recordar buenos recuerdos. Este truco hará que fluya mejor tu creatividad, y lo mejor de todo es que será con una actitud positiva.

4. Realizar pequeñas siestas

Este es un paso importante para mantener una salud mental constante durante el día, de esta manera el trabajo será más fluido. Lo mejor es dejar un tiempo prudente entre la jornada. Es complicado por el estilo de vida que se vive en la actualidad, sacrificar salidas y dejar que tu cuerpo logre el equilibrio, una buena salud hace que tu cerebro procese mejor la información y de esta manera tu creatividad no se vea obstruida por el agotamiento.

5. Observar y Analizar

Una de las cualidades de una persona creativa es la manera de analizar su entorno y descubrir las cosas pequeñas que pueden generar en interesantes ideas, todo esto de manera natural. Hay muchas manera de descubrir elementos curiosos, y dependiendo del campo creativo que te desempeñes, algo tan simple puede convertirse en tu clave para una gran idea.

Si te gusta la creatividad publicitaria o buscas inspiración para un proyecto, puedes ver diferentes medios donde se pueden publicar anuncios, ya sean en páginas de anuncios clasificados, revistas, periódicos, y hasta la publicidad poco convencional como en zonas abiertas, las hay tan creativas que logran impregnarse en el ambiente y captar la atención de quienes las observan.

6. Soñar despierto… después de haber empezado

Investigaciones ha demostrado que soñar despierto puede ayudar con la creatividad, es importante señalar que soñar despierto sólo funciona cuando ya has empezado a analizar tu proyecto, ¿la razón? soñar despierto puede ser beneficioso, ya que permite la incubación de las ideas, pero sólo es efectivo cuando ya tenemos la información necesaria y necesitamos ordenarla. Así que asegúrate de empezar a trabajar en tu proyecto antes de la emprender el viaje.

7. Escribir todos los días

A menudo se recomienda la escritura como una herramienta de auto-descubrimiento. Se puede desarrollar de diferentes maneras: artísticamente, cuando se está tratando de trabajar a través de algo o sobrellevar una decisión difícil.

Muchas veces, incluso las personas que no son escritores escriben en crisis. Esto ocurre porque es una manera de practicar y ordenar sus pensamientos, plasmar lo que tienen en su mente. Al escribir localizas tu claridad y puedes organizar tus ideas para luego llegar a la conclusión de tu concepto creativo.

Con estos puntos solo señalo algunas cosa que me parecen primordiales y que me han funcionado para desarrollar muchas ideas. La creatividad puede llegar de muchas formas y las grandes ideas cuando menos te lo esperes. Ojalá que les haya gustado, quisiera conocer sus opiniones en los comentarios sobre este valioso tema.

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Nos gusta pensar que somos personas racionales y que las emociones toman el control solo de vez en cuando. Sin embargo, mientras más profundizamos en la mente humana, más nos damos cuenta de que nuestras decisiones, actitudes y comportamientos están determinados por numerosos factores, muchos de los cuales escapan a nuestra conciencia.

1. Efecto Pratfall – Cometer errores nos hace más simpáticos

Muchas personas están obsesionadas con no cometer errores. Les avergüenza tropezar en público o equivocarse al dar un discurso. El miedo a cometer un error es tan fuerte que en algunos casos llega a convertirse en una obsesión. Como resultado, la persona se concentra tanto en prevenir los fallos que su desempeño se resiente e incluso es probable que transmita una imagen lejana, fría o snob.

Sin embargo, según el Efecto Pratfall, cometer un desliz delante de los demás aumenta nuestro atractivo, hace que seamos más simpáticos. Así lo demostró un estudio realizado en la Universidad de Minnesota donde se les pidió a las personas que evaluasen cuán agradables y simpáticas les resultaban los participantes de un concurso.

Así se pudo apreciar que los participantes catalogados como más agradables eran aquellos que cometían deslices y no los que tenían un desempeño impecable.

¿Por qué? Simplemente porque las personas los percibían como alguien más cercano y sentían una profunda empatía ante sus errores.

2. Efecto Pigmalión – Grandes expectativas conducen a grandes resultados

Hace algunos años el psicólogo Robert Rosenthal desarrolló un experimento muy interesante: les dijo a algunas profesoras de primaria que algunos de sus estudiantes eran brillantes y que otros tenían problemas de aprendizaje. Al terminar el curso, los estudiantes calificados como “brillantes” mostraron mejores notas mientras que aquellos que supuestamente tenían dificultades para aprender, obtuvieron calificaciones más bajas.

Este estudio nos demuestra que cuando tenemos determinadas expectativas sobre una persona o incluso sobre nosotros mismos, asumiremos una serie de actitudes y comportamientos que hacen que esa “profecía” se cumpla, incluso si no somos conscientes de ellos.

¿Por qué? Porque una vez que nos hemos formado una imagen, nuestro cerebro prefiere trabajar para confirmarla en vez de buscar pruebas para contrastarla.

3. Efecto Enfoque – Concentrarse en un aspecto hace que obvies el resto

Daniel Kahneman afirmó que "nada en la vida es tan importante como crees que es cuando estás pensando en ello". Este psicólogo de la Universidad de Princeton realizó un experimento muy curioso: les preguntó a las personas del Medio Oeste de Estados Unidos, cuán felices creían que eran los californianos. Todos afirmaron que los californianos eran más felices que ellos.

¿Por qué? Sencillamente porque se enfocaban en la imagen estereotipada de California y no tenían en cuenta los aspectos positivos de sus propias ciudades.

En nuestro día a día, también somos víctimas del Efecto Enfoque, que también se le conoce como “visión de túnel” ya que no somos capaces de ver más allá de nuestra imagen preconcebida.

Esto nos sucede cuando analizamos las situaciones desde una perspectiva reduccionista y nos cerramos a valorar otras opiniones, cuando nos centramos tanto en determinados aspectos que perdemos la visión de conjunto y, como resultado, llegamos a conclusiones sesgadas que nos pueden llevar a tomar malas decisiones.

4. Efecto Spotlight – Tus errores no se notan tanto como piensas

Tenemos la tendencia a creer que somos el centro del universo, aunque sepamos racionalmente que no es así. Solemos creer que estamos bajo los focos reflectores y que todos nos están mirando. Sin embargo, esta actitud no es más que simple paranoia, muestra de nuestro egocentrismo, porque en realidad los demás están mucho menos pendientes de nosotros de lo que suponemos.

Así lo demostró un estudio realizado por psicólogos de la Universidad de Cornell, quienes les pidieron a un grupo de personas que usasen una camiseta con una imagen que les avergonzaba. Después, tenían que estimar cuánta gente se había fijado en su camiseta.

Como podrás suponer, los participantes creían que muchas personas se habían fijado en ellos, aunque realmente no era así y en la mayoría de los casos habían pasado completamente desapercibidos.

5. Efecto Espectador – A más personas, menos probabilidades de que recibas ayuda

Solemos pensar que si nos ocurre alguna desgracia en medio de un tumulto de personas, tendremos grandes probabilidades de ser socorridos pero en realidad no es así, más bien al contrario: las probabilidades de recibir o dar ayuda son inversamente proporcionales a la cantidad de personas que haya en el lugar. Es lo que se conoce como Efecto Espectador o “difusión de la responsabilidad”.

Este efecto se descubrió en un estudio realizado en las universidades de Columbia y Nueva York, en el cual los entrevistados escuchaban un golpe seco que indicaba que otro participante había tenido un accidente en la habitación adyacente. Cuando las personas creían que estaban solas, el 85% salió corriendo para socorrer al supuesto accidentado pero cuando pensaban que había más personas cerca, solo el 31% prestó ayuda.

¿A qué se debe este efecto? Simplemente al hecho de que creemos que la responsabilidad de ayudar al otro, recae sobre los demás y no sobre nosotros.

Escrito por Jennifer Delgado