Cuatro elementos de innovación para aplicar en tu vida personal



No es sólo porque sea uno de mis temas favoritos que elijo escribir sobre la innovación. Sino porque es la ventana a muchas posibilidades que nos llevan a otro nivel. Partamos de una definición básica que nos permita prendarnos del tema: “la innovación es hacer cosas nuevas o mejorar existentes para dar más o mejores resultados”.
A la gran mayoría de nosotros, se nos facilita comprender los conceptos por medio de ejemplos, hecho mano de un par de experiencias pasadas para compartir reflexiones sobre la innovación y cómo podemos llevarla a nuestro ámbito personal.
En el primer caso, tenemos a una organización que presenta su plan de reinvención, donde muestra como llegará a otro nivel sin abandonar sus principios fundamentales. Su estrategia es utilizar diversas formas, que le permiten estrechar las relaciones con su grupo y al mismo tiempo facilitar la integración de más personas. Quede muy impresionada, de las ideas propuestas y totalmente novedosas, que se anticipan a las necesidades de su grupo de interés. Cuentan también con una clara estrategia y un plan de acción para alcanzar su objetivo. Está más que claro que saben quiénes son y adonde quieren ir y no tengo duda alguna que rebasaran sus expectativas.
El segundo caso, fue una conferencia de carácter tecnológico. Este evento fue apoyado por una empresa, cuya intención es mostrar las nuevas tendencias en un área de conocimiento que influencia la dinámica de los negocios. Lo que sin duda captó mi atención, fue la excelente participación del conferencista, despertando la inquietud de transformarse profesionalmente para aumentar el valor en el entorno corporativo. Su propuesta está basada en la adopción de metodologías y buenas prácticas que apuntan a obtener beneficios concretos. Es decir propone un camino para obtener resultados más valiosos.
Con la referencia los casos anteriores, tomemos algunos elementos que tienen una aplicación práctica a nivel personal:
• La innovación siempre redunda en una mejora. Me gusta pensar en esto como una ganancia, tanto de forma horizontal como vertical. En palabras más sencillas, podemos mejorar una habilidad que ya tenemos o bien descubrir otra, en cualquiera de los dos casos siempre obtendremos ganancias. Totalmente aplicable a cualquier ámbito de nuestra vida.
• No podemos innovar sino sabemos quiénes somos. El saber quiénes somos debe ser nuestro punto de partida que nos permita saber quiénes queremos ser, abandonado la idea limitada que tenemos acerca de nosotros mismos. ¿Por qué pensamos que a cierta edad ya no somos capaces de aprender otro idioma?
• Durante el proceso de innovación tendremos “incomodidad”. Quién haya hecho una mudanza, sabrá bien todos los inconvenientes generados, sin embargo hay que echar mano de la flexibilidad para entender que solo se trata de otro paso más que nos acerca a la meta.
• Trazar un plan. Podemos ser refinados y hablar de un “plan de reducción de la masa corporal” o si somos más sencillos será una “simple dieta”. Sea cual sea nuestro estilo, tengamos un plan flexible para alcanzar nuestro objetivo.
La innovación no es un tema nuevo pero sus resultados siempre son sorprendentes! Demos un vistazo a la historia y encontraremos una gran cantidad de personas que tuvieron el valor de concretizar una idea, que estuvieron dispuestas a pagar el precio de la incomodad para alcanzar una posición mejor. Preguntémonos ¿qué queremos hacer, donde queremos llegar?, pensémoslo 1 minuto (ya que en 5 seguramente aparecerán razones para no hacerlo), luego tomemos esa idea, démosle forma, que paso a paso encontráremos el camino que nos permita llegar a la meta!
{*} Potenciando la creatividad personal

Unos estamos agotados por exigencias excesivas, con lo cual de entrada nos resulta difícil apoderarnos de nuestra energía psíquica y activarla. Otros nos distraemos fácilmente y tenemos dificultad de aprender la manera de proteger y canalizar la energía que tenemos. El siguiente problema es la pereza, o la falta de disciplina para controlar el flujo de energía. Y finalmente, el último obstáculo es no saber que hacer con la energía que uno tiene. Cómo evitar estos obstáculos y liberar la energía es lo que me propongo.

Curiosidad e interés
Desde el punto de vista del uso creativo de la energía mental, quizás la diferencia más fundamental entre las personas radica en la cantidad de atención liberada que a éstas les queda para ocuparse de la novedad.
El primer paso hacia una vida más creativa es el cultivo de la curiosidad y el interés, es decir, la asignación de atención a las cosas por sí mismas... ¿cómo cultivar el interés y la curiosidad, suponiendo que se tenga el deseo de hacerlo?

* Intenta que cada día te sorprenda algo.
* Intenta sorprender al menos a una persona cada día.
* Pon por escrito cada día lo que te ha sorprendido y en que has sorprendido a los demás.
* Cuando algo haga saltar una chispa de interés, préstale atención.

Cultivar el fluir en la vida cotidiana
Cuando no hay ninguna fuerza exterior que nos exige concentrarnos, la mente empieza a perder atención.
¿Cómo podemos aprender de nuevo a disfrutar con la curiosidad, de manera que la búsqueda de nuevas experiencias y nuevos conocimientos se sostenga a sí misma?
* Despiértate por la mañana con una meta concreta que te ilusione. Recuerda que levantarse por la mañana es un privilegio no una rutina.
* Si haces algo bien, se vuelve agradable. Cuantas más actividades hacemos con excelencia y estilo, más intrínsecamente gratificante se vuelve la vida.
Hay una meta destreza que conviene dominar: la que consiste en convertir cualquier actividad en una ocasión de fluir. o Para seguir disfrutando algo, necesitas incrementar su complejidad.

Hábitos de firmeza
Las personas de mucho éxito y productivas desarrollan hábitos de disciplina que les permiten realizar tareas en apariencia imposibles. ¿Qué puedes hacer para crear hábitos que hagan posible controlar la atención, de manera que pueda estar abierta y receptiva, o centrada y dirigida, dependiendo de lo que requieran tus objetivos globales?

* Hazte cargo de tu horario. Es posible que el horario que estás siguiendo no sea el mejor para tus propósitos. Tenemos que prestar atención a cómo se ajusta el horario que seguimos a nuestros estado interiores: cuándo nos sentimos mejor comiendo, durmiendo, trabajando, etcétera. Una vez que hayamos determinado los ritmos ideales, podemos empezar la tarea de modificar las cosas para poder hacerlas cuando sea más oportuno. El tiempo es más flexible de lo que la mayoría de nosotros pensamos.
* Saca tiempo para la reflexión y la relajación. El ajetreo constante no es una buena norma para la creatividad. Ni la tensión constante, ni la monotonía son un contexto demasiado bueno para la creatividad.
* Modela tu espacio. Es importante vivir en un lugar que no consuma mucha energía potencial, bien adormeciendo los sentidos en un falso sentimiento de seguridad, bien forzándonos a luchar contra un entorno intolerable. La idea es proporcionar un entorno neutral que no perturbe el flujo de la conciencia con distracciones. Lo que cuenta es qué solución te permite utilizarla atención más eficazmente. El tipo de objetos con que llenas tu espacio también ayuda o dificulta la distribución de las energías creativas.
* Descubre lo que te gusta y lo que no te gusta en la vida.
* Empieza a hacer más aquello que te gusta, y menos aquello que no te gusta. Lo más importante es asegurarte de que gastas tu energía psíquica de tal manera que reporta los rendimientos más altos desde el punto de vista de la calidad de la experiencia.

Rasgos Internos
El siguiente paso después de aprender a liberar la energía creativa del asombro y el temor reverencial, y después de aprender a protegerla controlando el tiempo, el espacio y la actividades interiorizar en tu personalidad el mayor número posible de estas estructuras de apoyo.
* Cultiva lo que te falta. Lo que debe mantenerte en el intento es saber que, al experimentar el mundo desde una perspectiva muy diferente, enriquecerás considerablemente tu vida.
* Pasa con frecuencia de la apertura al aislamiento. Toda persona que quiera realizar plenamente la potencialidad de lo que es ser hombre, y que quiera tomar parte en la evolución de la conciencia, puede aspirar a una personalidad más compleja. Para conseguirlo, necesitamos explorar y fortalecer aquellos rasgos de los que ahora carecemos, aprender a pasar de la apertura a la disciplina, dentro de un contexto de curiosidad y temor reverencial ante el milagro de la vida. La noción de complejidad añade un estrato más profundo de comprensión de por qué es importante conseguir esto. Al expresar plenamente las tendencias de que somos capaces, nos convertimos en parte de la energía creadora del futuro.
* Aspira a la complejidad

La aplicación de la energía creativa
También es útil considerar qué clase de actividades mentales facilitan soluciones novedosas a los problemas del campo de la vida diaria.

Localización del problema

Las personas creativas están constantemente sorprendidas. No creen entender lo que sucede a su alrededor, ni tampoco suponen que lo entienden los demás. Cuestionan lo obvio; no por espíritu de contradicción sino porque ven las insuficiencias de las explicaciones admitidas. Detectan los problemas antes de que su percepción se generalice y son capaces de determinar cuáles son.
* Encuentra una manera de expresar lo que te mueve. Los problemas creativos por lo general surgen de parcelas de la vida que son importantes para la persona.
* Mira los problemas desde tantos puntos de vista como sea posible.
* Imagina las consecuencias del problema. Una vez que le has dado la formulación, puedes comenzar a estudiar posibles soluciones.
* Poner en práctica la solución. Resolver problemas de forma creativa exige continua experimentación y revisión.

Pensamiento divergente
* Produce tantas ideas como puedas.
* Ten tantas ideas diferentes como puedas.
* Intenta tener ideas improbables.
Escoger un campo especial

Si la creatividad consiste en cambiar un campo particular, la creatividad personal consiste en cambiar el campo de la vida personal. Si no aprendes a ser creativo en tu vida personal, las probabilidades de contribuir a la cultura bajan más cerca aún de cero. Y lo que realmente importa, en última instancia, no es si tu nombre ha quedado unido a un descubrimiento reconocido, sino si has vivido una vida plena y creativa.


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