LIBÉRATE DE ESA IDEA DE TI MISMA QUE TE IMPIDE AVANZAR.


La imagen de sí mismos de las personas, de algún modo, se estructura desde la idea –o anhelo- de que existe una entidad relativamente estable al interior de los seres humanos. En tal sentido, diversas teorías han postulado la existencia de un "Self", "Sí mismo" o "Identidad" que caracterizaría y, en cierta medida, definiría al sujeto a lo largo de su vida. Estos planteamientos se estructuran desde "una forma de pensamiento ingenuo que consiste en la creencia de que podemos "conocer" las cosas y a uno mismo, tal cual son y somos "de verdad", como si la actividad del conocer no estuviera mediatizada por "uno mismo".

A fines del siglo XX, gradualmente se da lugar a una concepción en la que sabemos que "es imposible que lo que llamamos saber, pueda ser una imagen o una representación de una "realidad" no tocada o filtrada por nuestra propia experiencia". De modo que la idea de adquirir un conocimiento "verdadero" acerca de la realidad se desvanece; en tal sentido el "sí mismo", correría la misma suerte.

Así, hoy en día se sabe que "es el sujeto quien activamente construye el conocimiento del mundo exterior", así como de sí mismo; y esta se basa en el lenguaje, pues éste no sólo nos permite describir la realidad, sino que crea realidades.

Del mismo modo, entonces, nuestra identidad personal, como el resto de las descripciones que hacemos del mundo, son también una construcción lingüística.

Las personas insertas en un contexto social, en diversas relaciones y en ciertas conversaciones, generan una definición del mundo, de sí mismos y de los otros, que ha sido aceptada por él y los demás, y que de una u otra forma calza con lo que se espera de ellos. De esta forma, el contexto social y cultural constituye el marco en el cual se limitan nuestras ideas personales de quienes somos.

Los contextos varían, de manera que las personas pueden retratarse de diferentes formas, dependiendo del medio en el que se encuentren, puesto que uno no es un profundo y durable "yo verdadero", sino un potencial de ser y construirse.

En síntesis, un sí mismo permanente es sólo una ilusión a la que nos aferramos, una idea desarrollada en relación con otros a lo largo del tiempo y que llegamos a identificar como quiénes somos, así este relato es constitutivo de lo que el individuo se cuenta que es; tales narraciones poseen efectos específicos sobre la forma como actuamos, sentimos y nos explicamos los acontecimientos, entonces al modificar el relato de quiénes somos, modificamos nuestra identidad, y consecuentemente nuestras decisiones, nuestras experiencias y la vida.

Si se pudiera pensar que UNO se "está constantemente construyendo" en vez de "TENER UN SER ESTÁTICO Y SER SIEMPRE EL MISMO", las posibilidades de contarse a uno mismo, la vida y los problemas tendrían infinitamente más alternativas de solución y modos de estar en paz.

Quizás este salto cualitativo requiera de ampliar la capacidad de conciencia, en el sentido de poder ver cómo me estoy contando quien "soy", y quizás suelte algunas viejas ideas de mi mismo que me hacen sufrir y me atrapan en el pasado, y quizás esto le confiera un sentido de poderío sobre mi propia vida, y me permite desempeñar un rol activo en el diseño de mi ser.

POR EDMUNDO CAMPUSANO

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