Barreras y bloqueos a la Creatividad


Seguro que muchas veces nos hemos sentido bloqueados al enfrentarnos a un problema, frustrados por no encontrar la solución que necesitamos, impotentes al ver que por muchas vueltas que le demos, el problema sigue ahí, nos supera.

¿Y si el problema realmente no es el problema en sí, sino cómo lo afrontamos, en cómo nos lo planteamos, en cómo lo enfocamos? Es decir, ¿y si el problema está en nuestros propios bloqueos y barreras mentales que consciente o inconscientemente tenemos, y que hemos ido alimentando con el paso del tiempo?

Muchos de esos bloqueos y barreras mentales pueden deberse a diferentes motivos. Un respeto excesivo por las normas o por la autoridad, convencionalismos, miedo a cometer errores, falta de espíritu crítico y arriesgado, poco interés por lo novedoso y los cambios, adoptar un enfoque o análisis superficial de los problemas, escasa autoconfianza, etc. En definitiva, se trata de barreras que se instalan en nuestra mente y que nos impiden que demos el máximo de nosotros mismos y que podamos desarrollar todo nuestro potencial creativo.


Estos bloqueos podríamos clasificarlos en varios tipos:

Barreras perceptuales: Cada persona se pone unas gafas con las que percibe e interpreta el mundo y la realidad que le rodea de una determinada forma, subjetiva y sesgada por muchos factores como su educación, personalidad, experiencias previas, influencia de otros, etc.

Barreras emocionales: ¿Quién no ha tenido miedo alguna vez a decir algo en público por miedo a hacer el ridículo? La falta de confianza es una barrera muy fuerte, pero también lo es el miedo y la desconfianza hacia lo desconocido,

Barreras socioculturales: La imposición de normas, patrones sociales políticamente correctos, o referencias sociales y culturales son otras barreras que adquirimos inconscientemente desde que somos pequeños, ya que forman parte de nuestro proceso de socialización. Quién no ha escuchado aquello de “niño eso no se toca”, “niño eso no se hace”, “niño eso no se pregunta”…

Barreras cognitivas: Adoptar planteamientos y enfoques excesivamente racionales, conservadores y lógicos nos aleja del mundo de los sueños, de la imaginación, y empobrece nuestra forma de pensar, convirtiéndola en rutinaria y aburrida.

Barreras conativas: También la falta de voluntad o de actitud pueden ser una potente barrera. Eso se traduce en una falta de curiosidad e interés por aquello que nos rodea, que nos arrastra a la desmotivación y el pasotismo por todo.

En definitiva, lo importante es que, independientemente de los diferentes tipos de barreras que puedan existir, seamos conscientes de que todos tenemos de una u otra forma bloqueos mentales. La clave estará en tratar de autoanalizarnos e identificarlos, para poder trabajar sobre ellos y reducir su impacto.

Fuente: Web

Bloqueos Psicológicos en la Toma de Decisiones


Los principales obstáculos o bloqueos psicológicos provocan perjuicios en todas las áreas vitales y, en especial, en el proceso de toma de decisiones. Son inconscientes, generalmente actúan juntos y se nutren unos a otros lo cual, no obstante, trae la ventaja de que al superar uno o varios de ellos se puede enfrentar a los demás.

Rubin (1986) presenta 17 bloqueos u obstáculos, a algunos de ellos les hemos cambiado un poco la denominación para facilitar su comprensión.

1. PÉRDIDA DE CONTACTO CON LOS PROPIOS SENTIMIENTOS:
Se refiere a la incapacidad para sentir y expresar sentimientos y emociones de amor, alegría, rabia, tristeza, miedo. Es un proceso inconsciente que comienza a edades muy tempranas y evoluciona progresivamente a medida que nos hacemos mayores.
Por lo general, surge en ambientes abiertamente hostiles y rechazantes, que sabotean el bienestar y la autoestima personal. Muchas veces se expresa a través de mensajes directos o indirectos del tipo "Los hombres no lloran" o "No te rías tan alto", por ejemplo.
"No quiero, no quiero // échamelo en el sombrero" es un dicho margariteño que revela la dificultad para expresar claramente que algo nos gusta o que lo anhelamos, que decimos una cosa pero hacemos otra. Todo lo contrario de "El que quiere besar busca la boca", que indica que la motivación nos impele a hacer algo.
En síntesis, en la medida en que desconocemos o no tomamos en serio nuestros sentimientos, saboteamos nuestro proceso de toma de decisiones porque, aunque muchas veces el mismo es racional, no cabe duda de que el afecto ejerce un rol importante.

2. EVITACIÓN DE LOS PROBLEMAS Y DE LA ANSIEDAD, CON LA FINALIDAD DE NO EXPERIMENTAR SUFRIMIENTO:
El refrán "Más vale malo conocido que bueno por conocer" ilustra este obstáculo psicológico.
Las personas que lo sufren consideran que las opciones y elecciones, al ofrecer una posibilidad de cambio, constituyen una amenaza a la comodidad de lo que resulta familiar .
Es probable que cualquier intento de elección conlleve una carga enorme de ansiedad pero, en cuanto se comienza a adoptar decisiones por pequeñas que sean, la persona se da cuenta de que las terribles consecuencias que imaginaba no han ocurrido. Luego, cuando empieza a participar más activamente en su vida -y no como mero espectador- el compromiso ya no resulta tan amenazante y las escogencias se hacen más provechosas y más fáciles de realizar.

3. CARENCIA DE UNA ESCALA DE VALORES:
Alude al desconocimiento de las cosas que son importantes o no, lo cual incide en lo que apreciamos, cómo utilizamos nuestro tiempo y energía, cuál es nuestro estilo de vida y con qué clase de personas podemos vivir y trabajar.
No conocer nuestros valores es como si no los tuviéramos. Al evitar la elección se fortalece la carencia de valores con lo cual las elecciones se hacen cada vez más difíciles, creándose así un círculo vicioso. Por el contrario, cada vez que tomamos una decisión ordenamos los asuntos de nuestra vida de acuerdo con una determinada escala de valores o prioridades, se fortalece el conocimiento de la propia personalidad y se facilitan las escogencias posteriores.

4. ESCASA AUTOESTIMA O FALTA DE CONFIANZA EN SÍ MISMO:
La dificultad para escoger opciones -en especial cuando se salta constantemente de una alternativa a otra- se debe por lo general a la convicción inconsciente de que ninguna opción que se elige es suficientemente buena.

5. DESESPERANZA, DEPRESIÓN Y ANSIEDAD:
Las tres se presentan por lo general juntas, por lo que Rubin las llama "compañeras de viaje".
Cualquiera que sea su causa, identificarlas es prioritario ya que afectan no sólo la capacidad de seleccionar alternativas sino la salud mental en general. Tales problemas son síntomas de dificultades más profundas y muchas veces requieren de la ayuda profesional.

6.- IDEALIZACIÓN O IMAGEN IRREAL DEL PROPIO YO:
Muchas personas con baja autoestima dibujan una imagen idealizada de sí mismas, lo que constituye una forma de compensación destinada a disimular y contrarrestar la desconfianza personal.
Sin embargo, tal actitud sólo disminuye la autoconfianza y obstaculiza el proceso de la toma de decisiones ya que ignorar y olvidar las cualidades reales y, por el contrario, actuar sobre la base de cualidades y talentos inexistentes, conduce a elecciones erróneas debido a que el juicio se encuentra distorsionado.


7.- ANULACIÓN DEL PROPIO YO, DEPENDENCIA DE LOS DEMÁS Y NECESIDAD OBSESIVA DE AGRADAR:
Cada vez que renunciamos a tomar decisiones anulamos nuestro propio yo, lo que en la práctica se traduce en la evitación de los conflictos o el rechazo, para no llamar la atención. Esta forma de afrontar las situaciones de conflicto obstaculiza grandemente la conducta de elegir, ya que las decisiones que se toman tienden a evitar el éxito e incluso favorecen el fracaso, ya que éste atrae menos atención y provoca menos ansiedad.
En cuanto a la dependencia de los demás, destruye el proceso de escogencia puesto que se eligen las mismas opciones de los demás o se trata de que los demás lo hagan por nosotros.
Tener una necesidad obsesiva de agradar a los demás afecta enormemente la escogencia, debido a que no se satisfacen los propios gustos; en caso de que una decisión acertada desagrade a otros o sea impopular, la persona la desecha a favor de otra menos adecuada o se abstiene de elegir.

8.- BÚSQUEDA OBSESIVA DEL RECONOCIMIENTO Y DEL PRIMER LUGAR:
La afición desmesurada por el reconocimiento da lugar a tomar decisiones erróneas que, a menudo, son la antítesis del éxito y la felicidad.
Las personas con este bloqueo quieren llamar la atención; prefieren ser admiradas antes que estimadas ya que su autoestima se basa en las habilidades y destrezas que poseen. Por debajo de la búsqueda del reconocimiento tienen escaso amor propio, lo que hace que se sientan obligadas a proteger éste. Como les asusta el fracaso y la humillación, evitan tomar decisiones que puedan poner en peligro su orgullo.

9.- PERFECCIONISMO Y AFÁN DE TENERLO TODO:
Consiste en la creencia inconsciente de que hay situaciones y decisiones perfectas, lo cual conduce a demoras debido al deseo de tomar decisiones en condiciones perfectas para tener la seguridad de que el resultado también lo será. El temor al autodesprecio como consecuencia de obtener un resultado imperfecto, ejerce un efecto inhibidor y produce inacción.
Es importante aclarar que la búsqueda de la excelencia no es lo mismo que la búsqueda de perfección, ya que la primera tiene que adaptarse a criterios realistas; si no, se convierte en la justificación de necesidades perfeccionistas.
El afán de tenerlo todo es la creencia inconsciente de que se puede alcanzar un estado perfecto en el que estén incluídas todas las opciones y, por tanto, evitar las decisiones y los sacrificios. Este obstáculo conlleva más gasto de dinero, tiempo, energía y talento, y conduce al fracaso. El refrán “Más vale pájaro en mano que cien volando” ejemplifica la conducta alternativa más adecuada.

10.- ESPERANZA DE COSAS MEJORES, ANHELO DE LO QUE NO SE TIENE, DESPRECIO POR LO QUE SE TIENE, Y VIVIR DE ILUSIONES:
Lo más característico de este obstáculo son las interminables demoras y esperas, lo cual destruye la posibilidad de elegir buenas opciones. Las víctimas de este bloqueo esperan una solución mágica que supere con creces todas las alternativas disponibles.
Anhelar permanentemente lo que no se tiene y despreciar lo que está al alcance puede originar una acentuada inactividad, lo cual hace que decisiones que se tomen –si no conllevan un auténtico compromiso- sean más bien actuaciones superficiales.
Por otra parte, las ilusiones obligan a vivir en un mundo imaginario y no tienen nada que ver con las ideas creativas que se podrían llevar a la práctica tomando decisiones acertadas. Como dice la canción “El que vive de ilusiones se muere de desengaños”.

11.- VIVIR EN LA IMAGINACIÓN:
Estrechamente relacionado con vivir de ilusiones y la esperanza de cosas mejores. El hecho de vivir en la imaginación nace de profundas carencias y de la necesidad de obtener compensaciones. Es un bloqueo de la realidad que destruye el presente y elimina los goces de la existencia cotidiana, impidiendo el éxito en cualquier faceta de la vida.


12.- TEMOR AL AUTODESPRECIO QUE PUEDA GENERARSE SI SE TOMA UNA DECISIÓN ERRÓNEA:
Las personas que padecen este bloqueo ponen a menudo de manifiesto una necesidad obsesiva de tener siempre la razón, en la que subyace una falta de autoconfianza. Al menor asomo de fracaso –por pequeño que sea- se autodesprecian severamente. Les asustan las decisiones y se ven en la imposibilidad de tomarlas por miedo a cometer algún error. Ello se debe a la acción conjunta del perfeccionismo, las esperanzas exageradas, la necesidad de reconocimiento y la anulación del yo, los cuales no dejan espacio para la aceptación de las limitaciones humanas y la probable escogencia de alternativas equivocadas.

Las víctimas de este bloqueo se infligen inconscientemente severos castigos en forma de depresiones, enfermedades psicosomáticas, propensión a accidentes, fracasos múltiples, relaciones destructivas, insomnio, problemas de apetito, y toda una variedad de aflicciones.

13. AUTOREPROCHES PROVOCADOS POR LAS EXIGENCIAS DESMEDIDAS:
Este bloqueo nace de las exigencias y los “contratos internos” que las personas acuerdan inconscientemente consigo mismas. Toma la forma de “debería”, “podría” y “querría”, utilizados como reproches o justificaciones posteriores a una conducta determinada. Por ejemplo: “Yo debería ser el más inteligente”, “Yo podría haber obtenido la mejor calificación”, “Yo querría haber ganado el concurso”.
Obstaculiza las decisiones, provocando un estado de parálisis y temor a romper los “contratos”. Además, puede convertirse en un hábito tan difícil de erradicar que hace que la toma de decisiones auténticas resulte imposible de realizar.

14. “CEGUERA” ANTE LAS DIVERSAS OPCIONES:
Para que exista una toma de decisión deben estar disponibles por lo menos dos opciones, pero la persona con este bloqueo no se da cuenta de las alternativas a su disposición. En la base de este obstáculo existe una idealización del yo y un temor a los conflictos, por lo que no se “ven” las opciones que entren en conflicto con esta imagen idealizada y se rechaza cualquiera que provoque perturbación y ansiedad.

Por lo general, ocurre cuando la persona se halla sometida a fuertes presiones, en períodos de crisis y en situaciones de estrés, lo cual hace necesario un aplazamiento provisional –hasta que la presión se haya reducido- que no tiene que convertirse en una justificación de interminables dilaciones.

15. TEMOR Y DISTORSIÓN DE LA PRESIÓN DEL TIEMPO:
La engañosa creencia de que no hay tiempo se utiliza a menudo con consecuencias negativas, ya que puede producirse una acentuada presión y una reacción de temor. Es uno de los principales obstáculos en el proceso de toma de decisiones, ya que impide hacer uso de los recursos personales que se necesitan para elegir una alternativa.

Cuando la persona consigue liberarse del agobio del tiempo, suele desaparecer la ansiedad y puede utilizar el tiempo provechosamente para analizar y sopesar las opciones, y para relajarse en caso necesario durante las distintas fases de una elección.

16. CRITERIOS ERRÓNEOS:
Un criterio acertado, es decir, la capacidad de evaluar las opciones de forma racional y provechosa, es muy importante para el éxito en la toma de decisiones. Por el contrario, un criterio erróneo con frecuencia se debe a un deficiente análisis y a un pobre desarrollo de las ideas. Los trastornos emocionales, la desesperación, la euforia, el estrés, y los estados mentales gravemente perturbados deterioran el criterio de las personas.

Todos los bloqueos discutidos ejercen, en mayor o menor medida, un efecto perjudicial sobre el criterio personal, cuya influencia es directamente proporcional a la intensidad de los mismos. El principal componente del criterio acertado es una visión objetiva de la realidad y de nosotros mismos, sin la cual nuestra percepción resultará sesgada, distorsionada.

17. FALTA DE INTEGRACIÓN INTERNA O GRAVE DESORGANIZACIÓN:
Las personas pueden pasar por períodos breves de trastornos emocionales, durante los cuales no es propicio hacer elecciones. Pero, cuando se producen trastornos tan pronunciados que conllevan pensamientos intrusos, intereses conflictivos, ausencia de un fuerte sentido del yo, carencia de una escala de valores, etc. que impiden la integración o cohesión de todos los aspectos de una situación, se impone un tratamiento que pueda influir en el desarrollo de una fuerza integradora madura. Esta permitirá que la persona sepa quién es y qué quiere realmente, estableciendo un orden de prioridades, antes de estar en condiciones de tomar auténticas decisiones.

En resumen, afirmábamos en un artículo anterior que para hacer una escogencia adecuada es necesario, entre otras cosas, recolectar, evaluar y analizar la información sobre nosotros mismos. Tal información integra no sólo los recursos o potencialidades sino también las dificultades o limitaciones.

Como hemos podido ver, una de las dificultades que impiden las decisiones son los bloqueos u obstáculos psicológicos. Como quiera que es casi imposible luchar contra un enemigo invisible o desconocido (como lo plantea Rubin) es necesario –mediante la autoexploración y autoanálisis- conocer los bloqueos, identificarlos y comprenderlos para actuar en consecuencia.

Ante una situación de toma de decisiones, algunas preguntas que nos hagamos podrían servir de guía para ayudar a su identificación: ¿qué siento en este momento?, ¿cómo afecta mi comodidad?, ¿cuáles cosas son importantes para mi?, ¿las opciones a mi disposición son suficientemente buenas?, ¿siento una ansiedad incontrolable?, ¿cuáles son mis cualidades reales?, ¿qué pasaría si mi elección no le gustara, por ejemplo, a mi padre?, ¿cómo me sentiré si me equivoco?, ¿le doy más importancia a lo que debería hacer que a lo que quiero hacer?, ¿estoy consciente de las diferentes alternativas a mi alcance?, ¿a menudo pienso que debo darme prisa?, ¿estoy analizando la realidad objetivamente?, entre otras.

Si se responde afirmativamente a estas preguntas, la persona puede darse cuenta de que está atrapada en algún (os) de los bloqueos, lo que constituye un primer paso para abandonar los hábitos negativos. Como no basta con la toma de conciencia, luego tendrá que empeñarse en un cambio que le permita el ejercicio de un comportamiento decisional más eficiente.

Sin embargo, cuando ello no es suficiente (porque la persona está desorganizada, cuando hay serios problemas de autoestima, cuando hay trastornos de sentimientos, pensamientos y emociones, cuando más que un problema de indecisión existe un problema de inseguridad, etc.) se requiere de la ayuda profesional que puede prestar el orientador, psicólogo, psiquiatra, o psicoterapeuta, quienes pueden realizar las intervenciones necesarias para corregir la problemática

Cuatro elementos de innovación para aplicar en tu vida personal



No es sólo porque sea uno de mis temas favoritos que elijo escribir sobre la innovación. Sino porque es la ventana a muchas posibilidades que nos llevan a otro nivel. Partamos de una definición básica que nos permita prendarnos del tema: “la innovación es hacer cosas nuevas o mejorar existentes para dar más o mejores resultados”.
A la gran mayoría de nosotros, se nos facilita comprender los conceptos por medio de ejemplos, hecho mano de un par de experiencias pasadas para compartir reflexiones sobre la innovación y cómo podemos llevarla a nuestro ámbito personal.
En el primer caso, tenemos a una organización que presenta su plan de reinvención, donde muestra como llegará a otro nivel sin abandonar sus principios fundamentales. Su estrategia es utilizar diversas formas, que le permiten estrechar las relaciones con su grupo y al mismo tiempo facilitar la integración de más personas. Quede muy impresionada, de las ideas propuestas y totalmente novedosas, que se anticipan a las necesidades de su grupo de interés. Cuentan también con una clara estrategia y un plan de acción para alcanzar su objetivo. Está más que claro que saben quiénes son y adonde quieren ir y no tengo duda alguna que rebasaran sus expectativas.
El segundo caso, fue una conferencia de carácter tecnológico. Este evento fue apoyado por una empresa, cuya intención es mostrar las nuevas tendencias en un área de conocimiento que influencia la dinámica de los negocios. Lo que sin duda captó mi atención, fue la excelente participación del conferencista, despertando la inquietud de transformarse profesionalmente para aumentar el valor en el entorno corporativo. Su propuesta está basada en la adopción de metodologías y buenas prácticas que apuntan a obtener beneficios concretos. Es decir propone un camino para obtener resultados más valiosos.
Con la referencia los casos anteriores, tomemos algunos elementos que tienen una aplicación práctica a nivel personal:
• La innovación siempre redunda en una mejora. Me gusta pensar en esto como una ganancia, tanto de forma horizontal como vertical. En palabras más sencillas, podemos mejorar una habilidad que ya tenemos o bien descubrir otra, en cualquiera de los dos casos siempre obtendremos ganancias. Totalmente aplicable a cualquier ámbito de nuestra vida.
• No podemos innovar sino sabemos quiénes somos. El saber quiénes somos debe ser nuestro punto de partida que nos permita saber quiénes queremos ser, abandonado la idea limitada que tenemos acerca de nosotros mismos. ¿Por qué pensamos que a cierta edad ya no somos capaces de aprender otro idioma?
• Durante el proceso de innovación tendremos “incomodidad”. Quién haya hecho una mudanza, sabrá bien todos los inconvenientes generados, sin embargo hay que echar mano de la flexibilidad para entender que solo se trata de otro paso más que nos acerca a la meta.
• Trazar un plan. Podemos ser refinados y hablar de un “plan de reducción de la masa corporal” o si somos más sencillos será una “simple dieta”. Sea cual sea nuestro estilo, tengamos un plan flexible para alcanzar nuestro objetivo.
La innovación no es un tema nuevo pero sus resultados siempre son sorprendentes! Demos un vistazo a la historia y encontraremos una gran cantidad de personas que tuvieron el valor de concretizar una idea, que estuvieron dispuestas a pagar el precio de la incomodad para alcanzar una posición mejor. Preguntémonos ¿qué queremos hacer, donde queremos llegar?, pensémoslo 1 minuto (ya que en 5 seguramente aparecerán razones para no hacerlo), luego tomemos esa idea, démosle forma, que paso a paso encontráremos el camino que nos permita llegar a la meta!
{*} Potenciando la creatividad personal

Unos estamos agotados por exigencias excesivas, con lo cual de entrada nos resulta difícil apoderarnos de nuestra energía psíquica y activarla. Otros nos distraemos fácilmente y tenemos dificultad de aprender la manera de proteger y canalizar la energía que tenemos. El siguiente problema es la pereza, o la falta de disciplina para controlar el flujo de energía. Y finalmente, el último obstáculo es no saber que hacer con la energía que uno tiene. Cómo evitar estos obstáculos y liberar la energía es lo que me propongo.

Curiosidad e interés
Desde el punto de vista del uso creativo de la energía mental, quizás la diferencia más fundamental entre las personas radica en la cantidad de atención liberada que a éstas les queda para ocuparse de la novedad.
El primer paso hacia una vida más creativa es el cultivo de la curiosidad y el interés, es decir, la asignación de atención a las cosas por sí mismas... ¿cómo cultivar el interés y la curiosidad, suponiendo que se tenga el deseo de hacerlo?

* Intenta que cada día te sorprenda algo.
* Intenta sorprender al menos a una persona cada día.
* Pon por escrito cada día lo que te ha sorprendido y en que has sorprendido a los demás.
* Cuando algo haga saltar una chispa de interés, préstale atención.

Cultivar el fluir en la vida cotidiana
Cuando no hay ninguna fuerza exterior que nos exige concentrarnos, la mente empieza a perder atención.
¿Cómo podemos aprender de nuevo a disfrutar con la curiosidad, de manera que la búsqueda de nuevas experiencias y nuevos conocimientos se sostenga a sí misma?
* Despiértate por la mañana con una meta concreta que te ilusione. Recuerda que levantarse por la mañana es un privilegio no una rutina.
* Si haces algo bien, se vuelve agradable. Cuantas más actividades hacemos con excelencia y estilo, más intrínsecamente gratificante se vuelve la vida.
Hay una meta destreza que conviene dominar: la que consiste en convertir cualquier actividad en una ocasión de fluir. o Para seguir disfrutando algo, necesitas incrementar su complejidad.

Hábitos de firmeza
Las personas de mucho éxito y productivas desarrollan hábitos de disciplina que les permiten realizar tareas en apariencia imposibles. ¿Qué puedes hacer para crear hábitos que hagan posible controlar la atención, de manera que pueda estar abierta y receptiva, o centrada y dirigida, dependiendo de lo que requieran tus objetivos globales?

* Hazte cargo de tu horario. Es posible que el horario que estás siguiendo no sea el mejor para tus propósitos. Tenemos que prestar atención a cómo se ajusta el horario que seguimos a nuestros estado interiores: cuándo nos sentimos mejor comiendo, durmiendo, trabajando, etcétera. Una vez que hayamos determinado los ritmos ideales, podemos empezar la tarea de modificar las cosas para poder hacerlas cuando sea más oportuno. El tiempo es más flexible de lo que la mayoría de nosotros pensamos.
* Saca tiempo para la reflexión y la relajación. El ajetreo constante no es una buena norma para la creatividad. Ni la tensión constante, ni la monotonía son un contexto demasiado bueno para la creatividad.
* Modela tu espacio. Es importante vivir en un lugar que no consuma mucha energía potencial, bien adormeciendo los sentidos en un falso sentimiento de seguridad, bien forzándonos a luchar contra un entorno intolerable. La idea es proporcionar un entorno neutral que no perturbe el flujo de la conciencia con distracciones. Lo que cuenta es qué solución te permite utilizarla atención más eficazmente. El tipo de objetos con que llenas tu espacio también ayuda o dificulta la distribución de las energías creativas.
* Descubre lo que te gusta y lo que no te gusta en la vida.
* Empieza a hacer más aquello que te gusta, y menos aquello que no te gusta. Lo más importante es asegurarte de que gastas tu energía psíquica de tal manera que reporta los rendimientos más altos desde el punto de vista de la calidad de la experiencia.

Rasgos Internos
El siguiente paso después de aprender a liberar la energía creativa del asombro y el temor reverencial, y después de aprender a protegerla controlando el tiempo, el espacio y la actividades interiorizar en tu personalidad el mayor número posible de estas estructuras de apoyo.
* Cultiva lo que te falta. Lo que debe mantenerte en el intento es saber que, al experimentar el mundo desde una perspectiva muy diferente, enriquecerás considerablemente tu vida.
* Pasa con frecuencia de la apertura al aislamiento. Toda persona que quiera realizar plenamente la potencialidad de lo que es ser hombre, y que quiera tomar parte en la evolución de la conciencia, puede aspirar a una personalidad más compleja. Para conseguirlo, necesitamos explorar y fortalecer aquellos rasgos de los que ahora carecemos, aprender a pasar de la apertura a la disciplina, dentro de un contexto de curiosidad y temor reverencial ante el milagro de la vida. La noción de complejidad añade un estrato más profundo de comprensión de por qué es importante conseguir esto. Al expresar plenamente las tendencias de que somos capaces, nos convertimos en parte de la energía creadora del futuro.
* Aspira a la complejidad

La aplicación de la energía creativa
También es útil considerar qué clase de actividades mentales facilitan soluciones novedosas a los problemas del campo de la vida diaria.

Localización del problema

Las personas creativas están constantemente sorprendidas. No creen entender lo que sucede a su alrededor, ni tampoco suponen que lo entienden los demás. Cuestionan lo obvio; no por espíritu de contradicción sino porque ven las insuficiencias de las explicaciones admitidas. Detectan los problemas antes de que su percepción se generalice y son capaces de determinar cuáles son.
* Encuentra una manera de expresar lo que te mueve. Los problemas creativos por lo general surgen de parcelas de la vida que son importantes para la persona.
* Mira los problemas desde tantos puntos de vista como sea posible.
* Imagina las consecuencias del problema. Una vez que le has dado la formulación, puedes comenzar a estudiar posibles soluciones.
* Poner en práctica la solución. Resolver problemas de forma creativa exige continua experimentación y revisión.

Pensamiento divergente
* Produce tantas ideas como puedas.
* Ten tantas ideas diferentes como puedas.
* Intenta tener ideas improbables.
Escoger un campo especial

Si la creatividad consiste en cambiar un campo particular, la creatividad personal consiste en cambiar el campo de la vida personal. Si no aprendes a ser creativo en tu vida personal, las probabilidades de contribuir a la cultura bajan más cerca aún de cero. Y lo que realmente importa, en última instancia, no es si tu nombre ha quedado unido a un descubrimiento reconocido, sino si has vivido una vida plena y creativa.


Los dibujos de los niños




Cuentan que el pintor paisajista J.M. Turner utilizaba una técnica nada corriente para estimular su imaginación. Siempre que visitaba a amigos que tenían niños pequeños, les daba unas acuarelas y papel para que hicieran dibujos. A veces les sugería un tema general, y en otras ocasiones, les dejaba que dibujaran lo que quisieran. Los resultados eran representaciones originales y espontáneas.

Turner tomaba luego los dibujos, los observaba con una mentalidad abierta y creaba sus propias impresiones visuales partiendo del trabajo de los niños. Utilizaba estas impresiones para inspirar a su imaginación a crear nuevas perspectivas para el paisaje familiar.

Si tú o tus amigos tenéis niños pequeños, probad la técnica de Turner. Dales material de dibujo y pídeles que pinten. Puedes sugerirles un tema general. Por ejemplo, si tu problema es la forma de organizar nuestro trabajo de forma más eficaz, puedes sugerirles que te dibujen a ti o a más gente trabajando. O deja que dibujen lo que quieran. Luego toma los dibujos y observa las imágenes, patrones y colores con una mentalidad abierta. Después trata de establecer conexiones entre las imágenes y su tema.

Rompe tus rutinas


Entre los mayores enemigos de la creatividad tenemos sin duda a las rutinas y las reglas. Nuestras vidas están llenas de rutinas, vemos siempre los mismos programas de televisión, comemos los mismos platos de comida, nos divertimos y salimos con la misma gente en los mismos sitios…
Pero, si reducen de forma importante nuestra potencial creativa y nuestra imaginación, ¿por qué “amamos” tanto las rutinas? La respuesta es sencilla. Porque nos hacen sentir seguros, nos aportan estabilidad, coherencia a nuestra forma de entender el mundo, las relaciones, etc.
De esta forma, acostumbramos a nuestra mente a las mismas visiones, los mismos olores, los mismos gustos. En definitiva, acotamos nuestro pensamiento a entender el mundo de forma limitada, dentro de unas normas y unas reglas. El problema lo tenemos cuando nos enfrentamos a problemas que requieren soluciones innovadoras y diferentes. Nuestra creatividad tendrá entonces muy difícil salir de la “jaula” en la que le hemos metido.

¿Has probado alguna vez a tratar de enumerar todas las rutinas, manías, y hábitos que tienes?

Todos somos creativos


Seguro que muchos de nosotros, en muchas ocasiones de nuestro día a día, ante un reto o una dificultad, nos hemos quedado bloqueados, desbordados, o nos sentimos incapaces de generar respuestas. El problema aumenta cuando esa percepción o esa actitud sobre nosotros mismos y nuestro alrededor llega a generalizarse como algo habitual y normal en nuestras vidas y se convierte en un hábito negativo.

Si lo pensamos detenidamente, la realidad nos ofrece multitud de oportunidades para ser modificada. Lo que ahora son problemas irresolubles dejarán de serlo si damos con la clave que nos permita solucionarlos. Por tanto, si no somos capaces de resolver los problemas, no se debe a la propia realidad sino a la falta de creatividad, porque la realidad no cierra ninguna vía de acceso hacia la solución creativa de un problema.

La clave parece estar en la falta de creatividad, pero no en que cada uno de nosotros podamos ser más o menos creativos. En La Fábrica de la Creatividad lo tenemos muy claro: Todos somos creativos. Sí, ¡todos somos creativos! Todos tenemos ese potencial creativo que podemos desarrollar y mejorar como cualquier otra habilidad o talento individual que tengamos. Tan sólo tendremos que hacernos conscientes de que en mayor o menor medida, en todos nosotros existe cierta dosis de creatividad, y que sabiendo aplicar una serie de principios, técnicas y actitudes podremos sacar el máximo partido a nuestra creatividad.

Para La Fábrica de la Creatividad, la creatividad nos invita al optimismo, a pensar que los problemas tienen solución, a buscar la otra cara, la que nos invita a afrontarlos con éxito. Y nosotros en este blog vamos a enseñarte cómo hacerlo. ¿Nos acompañas en este viaje? ;)