Mapas Mentales


¿Alguna vez has visto un mapa mental? Seguro que la primera vez que viste uno pensaste que se trata tan solo de un simple esquema visual que representa gráficamente conceptos, ideas, etc. alrededor de un problema o palabra clave. Sin embargo, esta técnica es mucho más que un sencillo dibujo, se basa en una interesante teoría que busca representar y potenciar al máximo los mecanismos asociativos que favorecen el pensamiento irradiante de nuestro cerebro, así como nuestra capacidad de memorización, organización, análisis y síntesis.


Esta técnica fue desarrollada por el americano Tony Buzan, autor de numerosos libros relacionados con este tema. Buzan parte de la idea de que cada elemento básico de información (una sensación, un recuerdo, un pensamiento…) que accede a nuestro cerebro, se puede representar como una esfera central de la que irradian innumerables enlaces de información por medio de eslabones que representan una asociación determinada. Cada una de estas asociaciones posee su propia e infinita red de vínculos y conexiones.


La idea básica sobre la que se construye esta técnica parte de un problema central que se representa en medio de la hoja, y del que se van extrayendo una serie de ideas relacionadas. Estas ideas derivadas salen desde el problema hacia fuera, en todas direcciones de la página, y se unen con el concepto central mediante conexiones similares a las ramas de un árbol o una red neuronal. Es decir, las ideas más cercanas al concepto central tendrán ramas más gruesas, mientras que a medida que esas ideas se van ramificando, las conexiones se hacen menos fuertes, como ocurre con las ramas de un árbol que se alejan de la raíz. Además, los mapas mentales se pueden mejorar y enriquecer con colores, imágenes, códigos y dimensiones que les añadan interés, individualidad, y fomentan la creatividad, la evocación y la memorización de la información.

Cuando una persona trabaja con mapas mentales, puede relajarse y dejar que sus pensamientos surjan libre y espontáneamente, utilizando cualquier técnica que le permita recordar y evocar asociaciones sin tener que limitarnos a técnicas de lineales, monótonas y estructuradas.


Los Mapas Mentales por tanto son un recurso útil para la exploración de un problema, y la generación y organización de ideas, ya que permiten visualizar los componentes principales del concepto de estudio de forma fácil y sencilla.


Mapas mentales: organización y almacenamiento cerebral sin pérdida


Estás trabajando en algo, estudiando para un examen, preparando una presentación, o simplemente quieres desarrollar esa idea que por fin te hará rico… Ahora solo te falta plasmar el contenido en un papel para organizar toda la información y tener una visión global. ¿Sabes cuál es la mejor forma de hacerlo? Un mapa mental.
La imaginación es más importante que el conocimiento. Albert Einstein.
Siempre que tengo una idea, por peregrina que sea, trato de apuntarla. Es la forma de no lamentar olvidos inoportunos y de tener una colección personal de pensamientos entre los que poder elegir después y desarrollar. El problema viene cuando seleccionada la idea, no consigo plasmarla en un trozo de papel, para tener una visión global de lo que quiero conseguir. Quizás sería el momento de recurrir a un mapa mental…
El problema: cómo organizar la información
Habitualmente, cuando tenemos que trabajar con información, sintetizar un tema o desarrollar una idea, tendemos a hacer esquemas, subrayar texto, dibujar notas al pie del documento, etc.
Todas estas técnicas intentan alertar a nuestro cerebro de que nos encontramos ante información importante, ayudándonos a procesar y a organizar mejor toda la información.
El problema que tienen estos métodos es que no son del todo eficaces, ya que no son lo suficientemente atractivos para nuestra mente y además trabajamos sobre fragmentos, perdiendo la visión global del conjunto.
Dentro de las formas de organizar la información, la que mejores resultados me dio durante mis años de estudiante, fue el esquema. A modo de árbol, podía tener toda la información de cada tema categorizada en un trozo de papel. De esa manera, mi mente organizaba las distintas partes de cada tema y después era más fácil de recordar.
El inconveniente que tienen los esquemas, es que nuestro cerebro tampoco los digiere con facilidad. Son demasiado planos, parciales y no llaman mucho la atención.
Ya hemos visto cómo memorizar datos complejos fácilmente mediante distintas técnicas. Ahora vamos a abordar cuál es la manera más eficaz que tiene nuestro cerebro de organizar la información y trabajar así de forma óptima.
La solución: los mapas mentales
Los mapas mentales constituyen una forma muy intuitiva y eficaz de organizar la información alrededor de un concepto o idea. Además, al ser extremadamente visuales, se hacen muy atractivos a nuestro cerebro, que los embebe con gran facilidad.
Leonardo da Vinci ya los utilizaba para ayudarse en sus creaciones. En ellos se inspiró Tony Buzan para desarrollar la metodología sobre mapas mentales. Ya he hablado antes de este autor, escritor de multitud de libros relacionados con la memorización y la lectura rápida, aunque quizás su mayor reconocimiento sea por la creación de los mapas mentales. (Si no le conoces, te invito a que hagas una búsqueda en Internet, porque su obra es de lo más interesante).


Mapa Mental de las cualidades de Leonardo.
Llevo unos meses trabajando con mapas mentales en diversas tareas y estoy encantado, me están ayudando mucho. Me sirven por ejemplo cuando quiero por ejemplo desarrollar un artículo complejo, o cuando tengo que organizar las distintas partes de un libro, o incluso para preparar una presentación y tener todo reunido en un mismo sitio, de forma que de un vistazo me sea posible navegar por toda la información.
Buzan los define en su libro como “un método de análisis que permite organizar con facilidad los pensamientos y utilizar al máximo las capacidades mentales”.
Un mapa mental está formado por una idea central, alrededor de la cual se desarrollan las ideas secundarias y así sucesivamente…
La forma de relacionar los distintos conceptos es a través de ramas de árbol, más gruesas cuanto más próximas están al centro.
Está formado por texto e imágenes y se usan distintos colores para resaltar ciertos conceptos o asociaciones, haciéndolos así muy llamativos y fáciles de consultar y recordar.
Cómo se almacenan en nuestro cerebro
Hemos visto en otros artículos cómo almacena el cerebro la información. Cuanto más visual sea la información y más capaz de llamar la atención de nuestro cerebro, más firmemente quedará arraigada en nuestra memoria, y más fácil será de recuperar.
Además, nuestro cerebro trabaja muy bien con los mapas mentales, porque es su forma natural de organizar la información, a través Imágenes y Asociaciones. De esta forma, aprovechamos toda nuestra capacidad mental, que absorbe el mapa mental de una forma natural.
Por eso nos resulta mucho más fácil contar a alguien la película que acabamos de ver, que hablarle sobre un capítulo de un libro que terminamos de leer.


Las 7 ventajas de usar mapas mentales
1. Nos dan una visión global de todo el trabajo: un mapa mental nos permite agrupar mucha información.
2. Fáciles de hacer, consultar y memorizar.
3. Nos permiten localizar rápidamente lo más importante. Las imágenes y conexiones resaltan lo importante.
4. Fomentan la creatividad: siempre que me enfrentaba a un folio en blanco, no sabía cómo empezar. Desde que uso un mapa mental, todo fluye de forma más natural.
5. Aumentan la productividad: reducen el tiempo que te lleva en organizar el trabajo y siempre están ahí para volver sobre ellos.
6. Mejoran la concentración: te aseguro que cuando lleves 5 minutos creando el mapa, no pensarás en otra cosa…
7. Altamente personalizables: tu no puedes hacer el mapa mental de otra persona ni otra persona el tuyo, no serviría. Cuando hacemos un mapa mental lo estamos diseñando exclusivamente para nuestro cerebro.


Mapa Mental Procrastinación.
Utilidades


Los campos de aplicación son infinitos. Desde estudiar un tema, desarrollar una idea del trabajo, o hacer algún trabajo de tipo creativo: escribir un libro, una canción, una poesía, etc. Piensa en algún aspecto de tu vida en el que tengas que organizar información y quieras tener una visión global y verás cómo se puede aplicar.
Te animo a que lo pruebes. Si no te gusta, siempre puedes volver a tu método tradicional.


La caja de herramientas
Para crear un mapa mental, necesitaremos las siguientes herramientas:
• Analógicas: papel y lápiz. El papel mejor blanco (un tamaño a3 mejor que a4) y los lápices de colores. Cuanto más visual, más fácil será de asimilar. Para empezar, es más que suficiente.
• Digitales: en Internet existen distintas herramientas tanto de pago como gratuitas para crear mapas mentales. El propio Buzan ha desarrollado una plataforma de creación de mapas mentales.
• Tu cerebro y un poco de creatividad.


Yo de momento, estoy haciendo mis mapas mentales con papel y lápices de colores y me estoy divirtiendo muchísimo, así que aún no he tenido ganas de probar las bondades del método digital.
En un próximo post veremos un ejemplo práctico sobre cómo construir y organizar toda la información de una idea usando un mapa mental.

1 comentario:

Pedro Donaire dijo...

Muy interesante, supongo que como todo, con un poco de práctica y esta técnica se pueden crear metaconceptos nuevos.