Creatividad e Innovación: Las serendipias en un mundo infoxicado.



Si Newton hubiera tenido acceso a Internet, además de haber dado saltos de alegría, hoy tendríamos ocho leyes de Newton, en lugar de tres. O tal vez, no tendríamos ningún hallazgo científico de su parte por haber pasado el tiempo tuiteando y actualizando su perfil en LinkedIn, en lugar de observar y estudiar el mundo que le rodeaba.

¡Siempre nos quedará esa duda!

Internet ha pasado de ser una herramienta exclusiva de algunos a estar presente en todos los hogares y cambiar nuestra forma de conocer el mundo.

La infoxicación es un concepto nuevo que define la sobrecarga informativa que vivimos en los últimos años. McLuhan en 1964, adelantándose a Internet ya predijo sus posibles consecuencias:

“Las tecnologías avanzadas de información y conocimiento van conformando distintos ambientes culturales. Y cada uno de ellos transforma nuestra manera de pensar y comunicarnos”.

El volumen de conocimiento acumulado va en aumento exponencial. Se calcula que sólo en España se envían 563 millones de emails al día. Además de toda la información que se mueve en las distintas redes sociales: Facebook, Twitter, LinkedIn,…

“La información nunca duerme” Esta nueva situación hace que surjan nuevos problemas como el denominado por el psicólogo David Lewis, “Síndrome de fatiga informativa”. La sobresaturación de información a la que nos vemos expuestos hace que la búsqueda de algo concreto nos resulte difícil. La clasificación del gran flujo informativo lleva mucho trabajo.

La información que recibimos a diario nos sobrepasa y resulta mayor que la podemos procesar. Como consecuencia: Tenemos más problemas de atención, menos capacidad a la hora de tomar decisiones. Y se traduce en una baja productividad y rendimiento en el área profesional.

R. Balaguer nos dice que esta sobreabundancia informativa hace que pocos elementos se fijen en nuestra memoria, muchas cosas pasan por nosotros sin ser vistas. El verdadero problema es que esta multitarea nos aleja de la reflexión. La información llega a nosotros, pero no la asimilamos, ni profundizamos en su conocimiento. Se nos escapa.

Es una gran paradoja que en la era de la información vivamos inmersos en una época de ausencia de pensamiento. ¿Es que la información no nos deja pensar? ¿O sólo llega a nosotros de forma superficial, sin profundizar?

Sin embargo, ¡Podemos darle la vuelta! Podemos aprovechar de forma positiva la infoxicación. Si nos fijamos objetivos concretos y estamos atentos, esta sobrecarga informativa puede ser el caldo de cultivo ideal para la generación de serendipias.

La serendipia es una palabra que nos encanta, define un hallazgo feliz, un acccidente afortunado.

Esta cualidad ya se reconoce a lo largo de la historia, en algunas obras literarias y hallazgos científicos. En el pasado, este hallazgo feliz en la ciencia, o en cualquier aspecto de la vida era fruto de una exploración gradual, de una investigación previa hasta llegar a la corazonada. Pero, sin duda era un proceso más lento.

Uno de los ejemplos más populares y recientes de serendipia, (extraído de Wilkipedia ):

•Las famosísimas notas post-it surgieron tras un olvido de un operario, que no añadió un componente de un pegamento en la fábrica de 3M. Toda la partida de pegamento se apartó y guardó, pues era demasiado valioso como para tirarlo aunque apenas tenía poder adhesivo. Uno de los ingenieros de la empresa, hombre devoto, estaba harto de meter papelitos en su libro de salmos para marcar las canciones cuando iba a la Iglesia. Los papelitos no hacían más que caerse. Pensó que sería ideal tener hojas con un poco de pegamento que no fuera demasiado fuerte y que resistiera ser pegado y despegado muchas veces. La vieja partida de pegamento malogrado acudió a su mente. Habían nacido las notas post-it.

Steven Johnson en su obra “Las buenas ideas”, reconoce leyes de selección natural, al modo darwinista ante las ideas. De modo que sólo sobreviven las ideas que tras vincularse unas con otras, permanecen porque aportan una novedad.

Hoy más que nunca una serendipia es una inspiración innovadora que surge al vivir entre redes de información que permiten a las corazonadas, persistir, extenderse, recombinarse. Tomamos lo que hemos heredado del pasado, o encontrado por casualidad y le damos una nueva forma. La historia de nuestra cultura se basa en las exploraciones de estas combinaciones creativas.

Estas corazonadas o estímulos serían equivalentes a las impresiones de David Hume. Según el grado de fuerza y viveza con la que las percibimos hacen huella en nuestra mente y penetran nuestro pensamiento. Así las impresiones serían los estímulos que nos bombardean cada día, tal como se nos aparecen por primera vez. Las ideas son las imágenes de las impresiones en el pensar y razonar.

Nuestro mundo infoxicado puede generar miles de serendipias al día. Podemos convertir un momento de ausencia de pensamiento, en un gran momento creativo de teorías y nuevas ideas, hallazgos científicos, inspiraciones literarias…

Tenemos que cultivar y profundizar en nuestras corazonadas, investigando en el conocimiento con inquietud científica . Si Centramos nuestra atención, seleccionando y procesando bien la información para reflexionar sobre ella, entonces seremos generadores de nuevas ideas, creativos e innovadores.

Podemos dejar de ser seres distraídos e infoxicados para convertirnos en seres infoprivilegiados: Hooligans del pensamiento y la creación.

Ana María López de San Román