Ser feliz es desear menos 1/3

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APRENDER A SER FELICES - PSICOLOGIA - REDES


Principios


Laboratorio Eureka no impone reglas ni normas, pero a quien le llame la atención este proyecto y lo siga, debe desarrollar estos principios en su día a día y en las actividades que participe con Eureka.


Los 10 principios para los seguidores de Eureka:

1.      Mantén todos tus sentidos abiertos para percibir las realidades y las ilusiones.

2.      Reúne muchos datos e información para el desarrollo de tu foco creativo.

3.      Debes aplazar el juicio a las ideas que tengas.

4.      Siempre debes elabora muchas alternativas sobre una situación.

5.      Ten presente otras posibilidades frente a un obstáculo.

6.      Siempre gestiona ideas sin importar que suenen absurdas.

7.      Debes Provocar tener siempre nuevas situaciones.

8.      No rechaces  ningún camino, primero debes explorarlo.

9.      Las ideas que crees que no tienen sentido, son estimuladores para crear ideas que tengan sentido.

10.   Trata de usar la Simplicidad, la complejidad solo atrasa la llegada de una solución.

Laboratorio Eureka

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Contamos con personal altamente capacitadas para realizar los diversos programas y Ejecutar todas las actividades con mucho compromiso y dedicación.









Talleres y Cursos de formación.

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Libro "Las puertas de la Percepción"


“Si las puertas de la percepción
quedaran depuradas,
todo se habría de mostrar al hombre
tal cual es: Infinito” 
(William Blake, Matrimonio entre el cielo y el infierno)

Desde los tiempos de la industrialización, el mundo occidental –y en ciertas partes, el oriental también- ha ido ampliando la utilización de la técnica fabril como el modo de producción más eficiente en términos de cantidad. Desde aquella época, el hombre comenzó de cambiar de rumbo en los ámbitos de la producción: ya se comenzaron a dejar atrás los oficios de los artesanos medievales para favorecer una producción masiva gracias a la potencialización de la industria y la fábrica. Esto en una dimensión económica.
            En una dimensión social, el hombre, al ver las potencialidades del poder industrial, comenzó a creer en la fuerza de razón, entendiendo esta como motor de la historia y del desarrollo para alcanzar la felicidad del hombre. En síntesis, el hombre empezó a dejar de ser un hombre y comenzó a convertirse en un engranaje. Ocurrió lo que Ernesto Sábato advirtió en sus libros de ensayos: el hombre se cosificó. Sumando la fuerte fe en la racionalidad y la cosificación del hombre, el habitante occidental del siglo XX terminó olvidando los valores fundamentales de la condición humana, olvidó sus místicas, olvidó a sus dioses antiguos por el nuevo Dios de la ciencia… todo por producir a mayor cantidad por el menor costo posible.

            Sin embargo existen voces que nadan contra la corriente y manifestaron en el mismo siglo XX su descontento con esta deidad industrial. En Latinoamérica, el propio Sábato en gran parte de sus libros de ensayo manifestó el terror de vivir en el mundo de la tecnolatría. En Norteamérica y Europa, el movimiento hippie, entre otros, destacó por volcar la vida hacia una experiencia más espiritual, en donde el hombre recobrara viejas tradiciones místicas en donde el contacto con las deidades era parte de la vida común. Así nace una masificación en la utilización de drogas alucinógenas.

            En Las puertas del percepción, el escritor ingles Aldous Huxley, conocido por el libro Un mundo feliz, se somete voluntariamente a una prueba con mescalina, que es el principio activo del peyote, un cacto (o cactus) que nace en las zonas desérticas del norte de México y el sur de Estados Unidos y que servía como deidad para los pueblos indígenas de la zona. En este libro, el autor relata gran parte de lo que recuerda haber experimentado en aquella prueba, mostrándole o enseñándole más bien al lector las vivencias sensoriales que sintió bajo el efecto de la mescalina. A partir de esa experiencia, Aldous Huxley se sirve para reflexionar acerca de la experiencia, de los principios sensoriales de nuestros sentidos, de la función eliminativa de nuestro cerebro (que en pocas palabras, va desechando aquella información que no es relevante para ciertas situaciones), acerca de la esencia, etc.




            El libro está escrito en un solo gran capitulo, que nace con una pequeña historia acerca de las investigaciones que se han hecho sobre el peyote para concluir con el diagnóstico frio y desolador que sentencia: a pesar de todo, existen muy pocas evidencias investigativas al respecto. Por lo mismo, decide el mismo ser conejillo de indias para el caso.

            Las puertas de la percepción muestra a un Aldous Huxley maduro, ya que bajo cada experiencia relatada hay una reflexión acerca de lo que evidencia con la mescalina en su cerebro. Reflexiones abundan, pero para el caso de esta reseña solo deseo detenerme en una que está en las paginas iniciales del libro, que además tienen relación con la introducción hecha en este mismo documento. Cito:

  “Por lo que había leído sobre las experiencias con mescalina, estaba convencido por adelantado de que la droga me haría entrar, al menos por unas cuentas horas, en la clase de mundo interior descrito por Blake y A. E. Pero no sucedió lo que yo había esperado. Yo había esperado quedar tendido con los ojos cerrados, en contemplación de visiones de geometrías multicolores, de animadas arquitecturas llenas de gemas y fabulosamente bellas, de paisajes con figuras heroicas, de dramas simbólicos, perpetuamente trémulos en los lindes de la revelación final. Pero no había tenido en cuenta, era manifiesto, las idiosincrasias de mi formación mental, los hechos de mi temperamento, mi preparación y mis hábitos” (p.16)
         
Lo que confiesa en el párrafo citado Huxley es muy decidor respecto a lo occidental, a lo sagrado y la mística del hombre. Entre líneas nos está diciendo que no vasta tener el poder adquisitivo de una droga alucinógena para comenzar a ver vaivenes de figuras con cargas simbólicas y arquetipos del tipo jungueanos. No basta con la droga sino que también con la creencia y con la tradición mental propia de cada persona. Por ejemplo, el chamán, figura típica de las sociedades arcaicas que basaban su vida en la adoración a sus dioses, comúnmente recurría a plantas alucinógenas que le permitieran tener un contacto con el mundo sagrado y así interpretar los designios de los dioses. En este caso, el chaman es una figura que vive su religiosidad a lo largo de su vida, que su sociedad esta construida en base a la distinción entre lo sagrado y lo profano; por lo que su tradición conoce y acepta su condición como homo religiosus (termino utilizado por el historiador de las religiones Mircea Eliade para definir al hombre que basa su existencia en la dualidad entre lo sagrado y lo profano). Entonces, al momento de recurrir a una droga alucinógena, la experiencia que va a vivir la interpretará al modo que su tradición ya le ha determinado; muy al contrario de lo que le ocurrió al propio Huxley, quien terminó experimentando situaciones mucho mas domesticas y “profanas” de las que él esperó. No menos espectaculares por cierto.


            Este tema es muy amplio, y recorre una variedad extrema por lo vasto de ella. Por lo mismo, se corre un riesgo seguir comentando un tema que puede provocar variadas opiniones sobre la deidad, el hombre, la sociedad, etc. Este libro es además un libro con historia, ya que según dicen, Jim Morrison, el legendario cantante del grupo The Doors, en su juventud habría leído este libro, y la cita que da inicio al mismo (que corresponde a un poema de William Blake) habría sido la inspiración para bautizar al grupo con el nombre que ya todos conocemos: las puertas.


Si las puertas de la percepción se depurasen, 
todo aparecería a los hombre como realmente es: infinito. 
Pues el hombre se ha encerrado en sí mismo hasta ver 
todas las cosas a través de las estrechas rendijas de su caverna. 
William Blake


            Antes de terminar debo advertir algo: generalmente recorro muchas librerías, y hasta donde he podido ver, es un libro ya muy escaso de encontrar. Lo bueno es que es muy fácil de encontrar en internet, por lo que se recomienda a ojos cerrados buscar tal libro y comenzar a abrir las propias puertas de la percepción

Entre la ansiedad y el aburrimiento: La felicidad está en el Estado de Flujo.


En las situaciones de trabajo, la asignación de tareas complejas debería ir acompañada de un desarrollo de habilidades para evitar la zona de ansiedad. Por otra parte, se debería aportar un diseño más complejo ante las tareas sencillas para evitar las zonas del aburrimiento.

"Cuanto antes nos demos cuenta de que la experiencia de trabajo puede transformarse, más pronto podremos mejorar esta dimensión tan importante de nuestra vida". (Mihaly Csikszentmihalyi).

Al hablar de gamificación es imprescindible hablar de flow, flujo, fluir. Cualquier experto en la creación de videojuegos considerará este estado como referente a la hora de diseñar una experiencia de juego.

El jugador entra en la experiencia de juego de tal forma que se mantiene en él por el puro placer de hacerlo y esta sensación le atrapa de tal forma que ninguna otra cosa parece importarle.

Mihaly Csikszentmihalyi, fue el creador de este concepto y lo define en su obra “Flow. The Psychology of Optimal Experience” (1990) como : “un estado en el que las personas están tan involucradas en la actividad que nada parece importarles, la experiencia es tan placentera que las personas realizan la tarea por el puro motivo de hacerla.” (1)

Las características  de esta experiencia óptima son:

Pericia. Una sensación de que las propias habilidades son adecuadas para enfrentarse a los desafíos.
Reglas. La actividad está regulada por unas normas precisas.
Feedback. Existen unas pistas claras para saber que lo estamos haciendo bien.
Concentración. La concentración es tan intensa que sólo se presta atención a aquello que es relevante para la actividad que se está realizando.
Enajenación. La conciencia de uno mismo desaparece
Intemporalidad. Parece que el tiempo se distorsiona.
Experiencia autotélica. La experiencia es tan agradable que las personas desean realizarla por si misma y se preocupan poco por lo que van a obtener de ella. (2)

A lo largo de la historia, la humanidad ha buscado crear actividades que permitan lograr este estado. El juego, el deporte, el arte, los rituales, son actividades que fueron diseñadas para hacer mas fácil lograr esta experiencia óptima:

Tienen unas reglas claras
Requieren el aprendizaje de habilidades.
Establecen metas y producen retroalimentación
Hacen posible el control.
Facilitan la concentración e involucración diferenciándose de la realidad cotidiana. (3)

Los estudios de Csikszentmihalyi proponen que "todas estas actividades de flujo tienen en común que ofrecen una sensación de descubrimiento, un sentimiento creativo que transporta a la persona a una nueva realidad. Empuja a la persona a niveles más altos de rendimiento y la conduce a estados de conciencia que no había experimentado antes. En suma transforma la personalidad haciéndola más compleja. En este crecimiento de la personalidad está la clave de las actividades de flujo." (4)

Mediante un esquema simple, Csikszentmihalyi representa esta experiencia óptima en un eje de coordenadas en el que de un lado tenemos la complejidad de la tarea o grado de desafío, y de otro, las habilidades con las que a la persona cuenta para afrontarlo. Si una persona se enfrenta con una habilidad escasa a un reto muy complejo, lo más probable es que esa experiencia sea negativa pues entraría dentro de la zona de la ansiedad.

Por otro lado, si a esa misma persona se le enfrenta a un reto simple, probablemente, al principio lo encuentre agradable pero, si el nivel de complejidad continua bajo, lo más seguro es que la persona termine queriendo abandonar ya que la sensación sera, de nuevo, negativa al pasar en este caso a la zona del aburrimiento.

Nos queda, sin embargo un lugar intermedio donde podremos ir avanzando ajustando el nivel de complejidad a medida que se desarrolla el grado de habilidad. Esto es algo que hacen con mucho frecuencia en los diseños de videojuegos de éxito. Esta zona mágica donde aumenta la probabilidad de lograr la experiencia optima sería el canal de flujo o canal de experiencia óptima.



Como cité anteriormente, la clave está en ir logrando en la persona esta sensación de descubrimiento, de crecimiento de la personalidad.

El reto de la gamificación está en diseñar procesos de tal modo que las personas entren en este canal de experiencia positiva y se enganchen con la actividad (engagement).

En las situaciones de trabajo, esto implicaría que la asignación de tareas complejas debería ir acompañada de un desarrollo de habilidades para evitar la zona de ansiedad. Por otra parte, se debería aportar un diseño más complejo ante las tareas sencillas para evitar las zonas del aburrimiento.  Lo triste es que desde que entramos en la sociedad industrial la experiencia de trabajo se describe principalmente ubicada en las áreas de experiencia negativa.

Una organización con visión compartida, liderazgo positivo, sistemas de retroalimentación precisos y diseño adecuado de programas de desarrollo, podría corregir esto.

En la misma obra, Mihaly Csikszentmihalyi, ya vislumbra lo que en estos  momentos está tomando forma con el nombre de gamificación, cuando habla del una forma de diseñar las condiciones del trabajo para que sea atractivo por si mismo y tenga más posibilidades de generar experiencias óptimas, el trabajo autotélico: “cuando más se parezca el trabajo a un juego – con variedad, con desafíos apropiados y flexibles, metas claras y retroalimentación inmediata – más agradable será. “ (5)

Lo más interesante de esto, es que la experiencia óptima es lo más parecido a las descripciones de los momentos de felicidad y aquí se está hablando de nada más y nada menos que de ser felices en el trabajo, lo que sería casi tanto como hablar de ser feliz en la vida y a mi me gusta esta idea.

Fuente: Juan J. F. Valera Mariscal. 

Actitud y aptitud. Simbiosis perfecta




El poseer un elevado C.I. u obtener buenas calificaciones académicas no nos garantiza triunfar en la vida. Si bien la aptitud y el conocimiento para realizar una tarea son importantes, no siempre son los únicos factores determinantes de que ésta se desempeñe con éxito.

Con frecuencia el rendimiento depende más de la motivación que se tiene para hacer una tarea que de la propia aptitud para desempeñarla. Para que un rendimiento sea positivo la predisposición ha de ser positiva. El empuje, la seguridad en uno mismo y la confianza en el logro, son factores que nos incitan a la acción. Las personas que creen en sus posibilidades y visualizan sus logros, tienden a conseguir mejores resultados que las que, aún teniendo mejor preparación, no se sienten motivadas para desempeñar la acción.

Además de las habilidades cognitivas y técnicas necesarias para ocupar un puesto laboral, existen otras habilidades que sin duda marcan la línea divisoria entre los trabajadores “estrella” y los trabajadores “promedio”.

Gardner hizo un estudio en el que subrayó que muchas personas con un elevado CI  de 160, pero con escasa inteligencia emocional, terminaban trabajando para gente que no superaba el CI de 100, pero que poseían  grandes habilidades intrapersonales.


Existen dos niveles de medición de las habilidades laborales:

1.- Habilidades “umbral”
Este nivel valora las habilidades y conocimientos técnicos que precisa una persona para acceder a un determinado puesto de trabajo. Se trata de las capacidades mínimas necesarias para llevar a cabo las tareas asociadas a una determinada ocupación.

2.- Habilidades “distintivas”
Son las que diferencian los trabajadores “estrella” de los trabajadores “promedio”. Estas habilidades son las que se precisan para obtener unos resultados sobresalientes y hará que alguien que las posea llegue a obtener la excelencia.  

Se han realizados numerosos estudios para conocer el peso relativo de cada una de las habilidades “distintivas”, llegándose a la conclusión que el peso ponderado de las habilidades relacionadas con la inteligencia emocional parecen ser dos veces más relevantes que las habilidades relacionadas con la experiencia y cognición técnica.

La iniciativa, la motivación de logro, la adaptabilidad, la capacidad para liderar equipos, la empatía, la confianza en uno mismo y la capacidad de alentar el desarrollo de los demás son competencias emocionales que actúan como catalizador potenciando el rendimiento óptimo.

Si bien las habilidades técnicas tienen mucha importancia en tareas de nivel menos complejo o inferior (como obreros o administrativos), a medida que subimos a niveles más complejos, las habilidades relativas a la inteligencia emocional van alcanzando mayor relevancia.
 
Gerentes, ejecutivos y líderes deben manejar bien un ramillete de habilidades como:

Las relaciones interpersonales
La solución de problemas y conflictos
La comunicación asertiva
Visión estratégica
Toma de decisiones
Liderazgo
Motivación

Howard Gardner célebre por su teoría de las inteligencias múltiples, señala que no existe una inteligencia única en el ser humano, sino una diversidad de inteligencias que marcan las aptitudes de cada individuo. El reto está en saber potenciarlas con nuestra actitud.


fuente:Montse

¿CÓMO CONSTRUISTE LA PERSONA QUE ERES HOY? TE RECORDAMOS QUÉ PASÓ


Una de las ideas más importantes en nuestra cultura, es que uno "es alguien", que tenemos algo así como un yo, una identidad, eso que nos define y nos hace ser quienes somos y hacer lo que hacemos cotidianamente.

¿Pero cómo se construye?, ¿cómo llegamos a "ser" ese que definimos, ese que defendemos tanto, ese que creemos ser constantemente?.

Recordemos algunas cosas:
1) El hacer consciente diariamente es casi imperceptible, casi ínfimo día a día, es decir, somos casi inconscientes diariamente de lo que hacemos, de lo que sentimos, en suma de lo que "somos".

2) Luego de vividas las experiencias y las situaciones, les damos sentido, pero a posteriori, las integramos a una trama, a una idea coherente de lo que somos, y las organizamos de modo tal que nos parezca que lo que hicimos fue consistente y coherente con lo que "somos".

3) Vivimos inmersos un "mar" de relaciones, de relatos e historias construidas por grupos y comunidades (amigos, familias, trabajos, redes sociales, etc..

4) Estas historias son contadas y recontadas una y otra vez, en los diversos espacios en que nos movemos, la casa, los amigos, el trabajo, lugares en que nos divertimos, vacacionamos, etc,...y en todos ellos somos y existimos, en ellos se cuentan y contamos historias, ideas, de todo y de nosotros mismos; es como si todos nos encargaran colectivamente de que cada uno sea el mismo de "siempre", que se siga siendo el que "es".

5) Le tenemos mucho miedo al cambio, a lo novedoso y además a lo incierto, le tememos a no saber, así mantenemos o preferimos mantener ideas de uno mismo, aunque sean feas, enfermantes, dolorosas, estigmatizadoras de uno, etc..., antes que atrevernos a vernos de otro modo, o al menos cuestionar las ideas que tenemos de nosotros mismos, ya que esa sola posibilidad, de no ser lo que creíamos, no aterra.

6) La cultura y la sociedad en su conjunto presiona fuertemente a estructurar un relato, una definición, una idea de lo que cada uno es; castigando y criticando duramente a quien "no sepa quién es", a quien no se "conozca a sí mismo"; así, en todas partes se nos exige tener un relato coherente y articulado de quienes somos.

7) Lamentablemente esa idea de creer que somos, está anquilosada en el pasado, en un tiempo pasado que tampoco sabemos dónde quedó "guardado"; le atribuyen a la experiencia vivida (siempre unas 4 o 5 experiencias.....algo bien extraño ¿no?) que al parecer habrían quedado en un espacio inventado, algunos le llaman mente, inconsciente, etc....pero tampoco saben qué es y dónde está (lo que sí sabemos hoy, es que no está en la cabeza, como ignorantemente se creía hace décadas atrás).

En suma, parece que cada uno es o más bien está constantemente siendo ese micro cosmos de relatos, de historias vividas, de historias contadas y recontadas, una y otra vez por cada uno y por los demás. Es como si todos de algún modo, nos encargáramos que en lo particular cada uno "sea alguien", como si el yo de cada uno fuera fruto de lo colectivo, o una rica mezcla de la parte y del todo, como si fuéramos toda la arena de la playa y un grano a la vez, lo uno no existe sin lo otro.

El modo en que esto es posible, el poder contar y contarnos a nosotros mismos, el poder tener la idea de un yo, de estar siendo, está estrechamente ligado con la posibilidad de moverse en el mundo, de hacer, de caminar, de hablar, de tocar, de tener experiencias y de fluir en el vivir, de aprender de lo novedoso, de abrirse a la posibilidad de experienciar emociones nuevas, que amplifiquen el espectro de ideas y vivencias de la realidad que tenemos y que muchas veces, lejos de ayudarnos a "ver" y entender, nos atrapan en lo mismo de siempre.

Siempre es tiempo, sobre todo los de descanso y vacaciones, de mirarnos, de arriesgarse a inventarnos una idea de uno mismo, un yo más en movimiento, con más novedad, con nuevos aires, con un modo de "estar siendo", más flexible, menos atrapado en el pasado, y con más posibilidades de ser en el ahora quien queramos, menos constreñidos por la propuesta social, y así no estar "condenados" a ser ese que creíamos ser, o al menos, poder soltar aquellas construcciones personales que no nos hacen feliz.

Fuente:

EDMUNDO CAMPUSANO